“Ejecuto el tiro libre y el pelota se le escapó al arquero. Y estaba que entraba y que no entraba... Y en el medio de ese tumulto apareció Martín Cicardi quien creo que la empujó. No sé si se le dieron el gol a él o a mí, pero es lo de menos”.

El dueño de esta frase es Gabriel ‘Paya’ Ferreyra, a quien el árbitro le dio el gol con el que Uribelarrea venció como visitante, en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Lobos, a Alumni de Roque Pérez. La revancha fue 1 a 1 (gol de Matías Corbalán para el 'Furgón') y este fin de semana disputará la semi contra Los Naranjos.

‘Paya’, que ahora luce los colores de Uribe, es el mismo que pasó de los Torneos Barriales a las categorías formativas de Boca Juniors, donde logró varios títulos. Además, jugó para la Selección Juvenil y estuvo a punto de debutar en el primer equipo ‘xeneize’ en la temporada 2013, bajo las órdenes de Carlos Bianchi. 

Entonces, Ferreyra compartió plantel con figuras como Juan Román Riquelme y Fernando Gago, entre otros. En aquella ocasión, el cañuelense formó parte del banco de suplentes pero, por cosas del destino y por la forma en que se dio aquel partido ante San Lorenzo, no ingresó. Y la partida del ‘Virrey’, quien lo seguía de cerca, terminó por recortarle posibilidades. 

Su paso por Europa

Ferreyra emigró al fútbol sueco y jugó en la Primera División para el AIK. En su recuerdo quedará jugar en estadios techados y calefaccionados en un país donde la nieve es algo habitual.

“Estar de vacaciones en Europa o en Africa es algo que hoy no podría hacer, por ejemplo, y lo viví gracias al fútbol. Viajar mucho es lo más lindo que me dio este deporte, al igual que estar en Pre-Europa League, en la B Nacional y en el club de mi ciudad”, dice.

De regreso a la Argentina, Ferreyra se sumó a Estudiantes de San Luis en el Nacional B para luego, en la temporada 2018-2019, incorporarse al Cañuelas FC que marcó el debut como entrenador del ‘Pampa’ Sosa.
Esa participación en la C, que tuvo como finalidad mantenerse activo durante una temporada, no fue del todo positiva.

La posibilidad de volver a jugar en el exterior era casi una certeza. Justo apareció la pandemia, en marzo de 2020, y complicó todo.

“Tenía todo listo para irme a México, aunque un mes antes de la fecha de partida, se decretó la pandemia, por lo que se frenó todo. Luego, estuve esperando por una posible apertura, pero todo se hizo más largo de lo pensado y cuando se flexibilizó el panorama no dejaban ingresar extranjeros, así que por más que lo intenté varias veces no se pudo dar”, le dijo el futbolista de Uribe a El Ciudadano. 

Con 28 años, Ferreyra podría seguir jugando profesionalmente en el ascenso o en el exterior. Sin embargo, aclaró: “Creo que todavía tengo tiempo para volver a jugar profesionalmente, pero no me quiero volver loco por eso”.

En este marco, Ferreyra arribó a la Liga Lobense. “Por intermedio de Martín Alzamendi me sumé a Athletic de Lobos. Quería jugar con él porque es como un hermano mayor. Además, en ese equipo había mucha gente amiga, como Guido Saiz, el ‘Tanque’ Olveira, Facundo Arrieta, Martín Arana y el ‘Chavito’ Acosta”, dice.

El paso siguiente fue Uribelarrea, ya en este 2022. “Este año no iba a jugar en la Liga, pero hablé con ‘Mumo’ (Mauricio Martinoni) buscando lugar para entrenar. Y no solo me abrió las puertas, sino que además me fichó por las dudas. Naturalmente, tuvo que ver el hecho de que ya estuvieran ahí Martín Alzamendi y Guido Saiz”, dice.

Y agrega: “El vestuario de Uribe es fenomenal, incluso hace que uno vaya un rato antes para compartir otras cosas. Son pibes tremendos y referentes en todo sentido”.

Mientras despunta el vicio futbolero en Uribe, Ferreyra trabaja en una empresa local haciendo malabares con los turnos para poder cumplir con los horarios de entrenamiento.

--Si pudieras volver el tiempo atrás, ¿tomarías alguna decisión diferente respecto a su carrera deportiva?

--Obviamente y están relacionadas al comienzo de la carrera como profesional, pero nunca voy a decir que estoy arrepentido o que tomé malas decisiones o que los pasos dados fueron equivocados. Porque de todo lo que hice aprendí. Uno siempre apunta a estar lo mejor posible, a tener el mejor club y a jugar todos los partidos y después el tiempo te pone en tu lugar diciéndote dónde vas a estar y cuánto vas a jugar. Cuando salí de Cañuelas FC, decidí quedarme con mi gente y mi familia por seis meses para esperar una oportunidad mejor, pero luego, ya sea por cupos de extranjeros o por la pandemia, no se dio.

–¿Alguna cuenta pendiente?

–No haber podido debutar en la Primera de Boca Juniors. Hoy pienso que, tal vez, si en aquel partido con San Lorenzo el resultado hubiera sido otro, un empate o ir ganando, tal vez podría haber entrado como para cuidar el resultado. Es algo que me quedó pendiente, que pasó hace mucho tiempo y que no va a suceder nuevamente.

Y ‘Paya’ suelta un deseo: “En algún momento quiero volver al Cañuelas y mostrar otra imagen, ya que no quedé conforme con lo que pude dar, ya sea por rendimientos grupales o lesiones. No era bueno el momento que estábamos pasando y una cosa lleva a la otra. Es algo que tengo pendiente pero que puedo modificar en el futuro”.