Secaban la ropa con la estufa y se les incendió la vivienda

Policiales 22 de septiembre de 2022 Por  Carolina Villalba 
Las llamas deterioraron casi todos los ambientes y parte del techo donde habitan una mujer y sus dos hijos, menores de edad. Intervinieron los Bomberos Voluntarios de Cañuelas. Los vecinos hicieron donaciones para la familia.
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Postales de una desgracia con suerte. Fue poco lo que se pudo rescatar de la vivienda de Uribelarrea.

Una familia compuesta por una mu­jer y sus dos pequeños hijos perdieron todas sus pertenencias tras un voraz incendio que se produjo en su casa de la localidad de Uribelarrea, sobre la calle San José al 165. El fuego consu­mió la vivienda en su totalidad y aho­ra buscan donaciones para empezar de nuevo. Por fortuna, todos pudieron salir a tiempo de su domicilio y resul­taron ilesos. 

De acuerdo a la información oficial que brindaron los bomberos, las lla­mas se habrían producido en horas de la mañana, luego de que los integran­tes de esa familia decidieran secar la ropa colocándola al lado de una estufa a gas. Una de las prendas comenzó a arder y el fuego se propagó por toda la propiedad, deteriorando prácticamente todos los ambientes y parte del techo donde vive una mujer junto a sus dos hijos menores de edad, quienes afortu­nadamente se salvaron de milagro. 

Varios minutos después, tres dota­ciones de Bomberos Voluntarios de Cañuelas llegaron a la escena para controlar y extinguir las llamas. Tam­bién participó de la asistencia el per­sonal del Destacamento Policial de Uribelarrea, sede ubicada a pocos me­tros del incendio accidental. 

Según manifestaron los vecinos de las víctimas, los dueños de casa no lle­garon a rescatar sus pertenencias, tales como colchones, muebles, electrodo­mésticos y ropa, que los bomberos in­tentaron recuperar de las llamas, pero todos esos objetos quedaron deteriora­dos. Es por eso que ahora solicitaron la ayuda de la comunidad para poder empezar de nuevo. Necesitan alimen­tos, una cama, heladera, cocina, vesti­menta y calzado para dos menores. 

Durante el transcurso de estos días, varios frentistas se acercaron hasta la vivienda para ayudar a la familia a sa­lir adelante. “Gracias a Dios mis sobri­nos están bien. La verdad es que esto les deja un trauma, pero Dios los cuidó a los dos. Fui a llevar ropa y cuando vi cómo estaba su casa me pasaron un montón de cosas por mi mente. Se que su abuelo cuidó desde el cielo a sus nietos. También quiero agradecer a toda esa gente que estuvo llevando cosas para mi sobrina”, expresó la tía de la dueña de casa.

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