Los vecinos de Cañuelas lograron cap­turar a un delincuente que había intenta­do cometer un asalto en un corralón de nuestra ciudad. El ilícito se vio frustrado gracias al accionar de dos ciudadanos, quienes lo redujeron tras una persecu­ción frenética y lo entregaron a las auto­ridades policiales. 

El hecho se registró el martes, en horas de la tarde, en un comercio dedicado a la venta de materiales para la construc­ción situado sobre calle Pellegrini 631, llamado ‘Mimar’. 

Hasta allí llegó un ladrón armado, con serias intenciones delictivas y apresto a perpetrar un robo. Sin embargo, no contó con que los empleados pudieran frustrar su plan, pero así fue. La histo­ria no terminó con un buen final para el malviviente. 

Alrededor de las 15, el delincuente in­gresó al negocio portando un arma de fuego, se dirigió hasta el mostrador y le exigió a la cajera que le entregue todo el dinero de la recaudación. 

En ese momento, la víctima comenzó a gritar pidiendo auxilio. Sus compañe­ros lograron oír su súplica y socorrieron a la empleada. Los mismos empezaron a correr al delincuente, quien segundos después se subió a una moto de baja cilindrada, que estaba en un estado de­plorable, y emprendió la fuga, sin poder cometer el atraco. 

Los empleados decidieron perseguirlo en un auto particular por las calles de la ciudad, por aproximadamente un kiló­metro. Finalmente, lograron alcanzarlo en la intersección de las calles Santa Fe y Guise, en pleno barrio San Ignacio. Con la trompa del automóvil, los vecinos em­bistieron levemente la parte trasera de la moto, con la intención de hacerle perder la estabilidad. 

Efectivamente, el ladrón cayó al sue­lo, perdiendo su revólver en ese interín. Luego, comenzó a correr por Guise, ha­cía las vías. Pero a menos de 100 metros, en la esquina de Tucumán, fue alcanzado a pie por las víctimas, quienes lo reduje­ron, esperando la llegada de la Guardia Urbana y los efectivos policiales que lo depositaron en la Comisaría 1ª, ahora a cargo de Daniel Fernando Pérez.

Los efectivos le incautaron un un re­vólver calibre 32, cargado con un pro­yectil listo para disparar, el cual había perdido en plena huida. 

El delincuente fue identificado como Manuel Alejandro García Cortés y tiene antecedentes penales.