El fallecimiento de una docente jubilada despertó muestras de dolor, afecto y reconocimiento. Se trata de Aída Catalina Urruti, quien se desempeñó como maestra del nivel primario y subregente del Departamento de Aplicación. 

Había nacido en nuestra ciudad el 12 de marzo de 1942 y falleció este martes a los 80 años.
Cursó sus estudios y egresó de la Escuela Normal José Manuel Estrada.

Siendo una adolescente comenzó su carrera como maestra rural en la localidad de Máximo Paz, donde era frecuente llegar a caballo ante la falta de estructura vial. 

Poco tiempo después siguió su labor en la Escuela 27, secretaria en la Escuela 1 y bibliotecaria en la Escuela Media 2. 

Además, fue maestra de segundo grado y luego en sexto y séptimo grado, en el Departamento de Aplicación. Su compromiso con la docencia se extendió para el cargo de subregente. 

Fue maestra y formadora de varias generaciones de alumnos cañuelenses, quienes con el transcurso de los años siempre la identificaron como severa y exigente, y así se lo manifestaban y al mismo tiempo le agradecían al reconocerla años después de su paso por las aulas. 

Al retirarse de la actividad docente, su intenso compromiso se vio plasmado en diversas actividades sociales y solidarias que llevó en la Asociación de Docentes Jubilados y en la comisión del Hogar de Ancianos San José. Fue colaboradora del equipo de las Olimpiadas Ñandú.

Se casó  y constituyó un hogar ejemplar junto a sus hijos María Laura, Marcelo y María Florencia, quienes le dieron diez nietos.