El Castillo de Cañuelas es furor en las redes sociales

La noticia movilizó a todos, desde los más nostálgicos, pasando por los viajeros y a los que peinan canas. El Castillo, ubicado en el cruce de las Rutas 3 y 205, fue puesto en venta por la inmobiliaria Remax a un precio de 3,8 millones de dólares y al rato empezaron a llover comentarios aportando ideas para desarrollar en una de las entradas emblemáticas de la ciudad.
Y la opinión está dividida desde el vamos. Mientras un sector cree que lo mejor es tirar abajo toda la estructura para darle lugar a un acceso moderno, otro grupo sostiene que se debe poner a punto la edificación, ya que es un símbolo para todo Cañuelas.
Ahora bien, aquellos que votan por el desmantelamiento lanzaron varias ideas sobre la mesa. Hace tiempo que algunos ciudadanos se quejan por la falta de un shopping (el más cercano se encuentra en Canning, Ezeiza) con cines y patios de comidas. El lugar, por espacio y ubicación, atraería a muchos visitantes en la región. Otros pidieron un casino y un puñado exigió por una terminal de colectivos de corta, media y larga distancia. Y no faltaron aquellos que le pusieron un toque de gracia al asunto: “Hagan una cárcel. Después nos va a quedar chica”.
De la otra vereda están los vecinos que pujan por conservar la historia y quieren un museo que retrate toda la vida del partido. Aquellos que saborearon asado en el tenedor libre de $3,50 piden por la reapertura del comedor, ya que sería una parada obligada para los que van en la ruta y deseen conocer las comidas típicas de Cañuelas sin tener que hacer 3 kilómetros más hasta el centro urbano.
“Sería lindo armar algo útil, algo así como un restaurant. Y ya que está, que los mozos sean los espíritus que quedaron ahí. Fui testigo de eso con el señor Corsi, uno de los dueños”, dijo Marcelo Sambranaya, uno de los usuarios de Instagram. La idea generó revuelo y varios youtubers visitaron El Castillo ¡de noche! a la espera de retratar algún suceso paranormal. En uno de esos videos, uno de los visitantes captó ruidos de cadenas en una de las escaleras.
Cabe recordar que el predio de 1.804 metros cuadrados, 1.498 en el primer piso y 1.219 en el segundo, cuenta también con un subsuelo de 600 metros cuadrados. Este último sector fue afectado por las lluvias y se encuentra totalmente inundado.
Y ahí nomás, los medios más importantes del país se hicieron eco de la venta del gigante de cemento. “Se vende el Castillo de Cañuelas, edificio icónico de la década del 30”, tituló Página 12. “De fábrica próspera a tenedor libre: gloria y ocaso de un ícono que se vende en 4 millones de dólares”, fue el título de La Nación. En tanto, Clarín presentó una fotogalería del edificio en su sitio web y publicó algunas postales inéditas desde varios puntos del predio, que se encuentra ocupado en uno de sus frentes.
Ahí mismo, en 1932, funcionó la empresa Finaco S.A, dedicada a exportar leche y huevos deshidratados a Europa en la época de la Segunda Guerra Mundial. Después de una intervención del General Juan Domingo Perón, el edificio fue adquirido por la familia Corsi, que no pudo darle vuelo a la idea del museo de autos y desembocó en el mítico comedor.
Pero las crisis económicas de la Argentina volvieron a derribar este emprendimiento y el lugar quedó abandonado por completo durante años. En ese sitio, sobre uno de los accesos a Del Carmen, funcionó una bailanta, pero no duró mucho tiempo. Actualmente, la propiedad está a nombre de Nilda Aquino Arzamendia.
La postura de los agentes de la inmobiliaria que están a cargo de la venta va de la mano con la idea de modernización que tienen algunos ciudadanos. “Aunque parezca mentira, hay muchos inversionistas apostando al país. En Canning y San Vicente se dieron muchos desarrollos en lugares abandonados. Tranquilamente puede ocurrir en este predio”, dijo Eric Merres, en representación de la firma Remax. Y agregó que “la publicación ya tuvo una gran repercusión. Y eso que todavía no colgamos los carteles”.