Por fin el MAG abre sus puertas en Cañuelas

Las campanas de los consignatarios del Mercado de Hacienda de Liniers sonaron por última vez este viernes llamando a remate e indicando la última operatoria comercial del ya histórico ente concentrador de ganado vacuno más grande del mundo instalado en el centro porteño. Después de 122 años, la actividad se mudará a Cañuelas desde el próximo lunes.
Las largas pasarelas, los corrales de madera, el inconfundible mugido a coro de los terneros y hasta la nieve que se vio en julio de 2007, que taparon los techos y los lomos de los animales (cosas que este cronista supo ver en sus años de pasarela por el mercado), van a quedar en la foto del recuerdo, dándole la mano a la siguiente foto, igual de esplendorosa: la apertura de otro ciclo comercial en otro lugar diferente pero con la misma esencia de siempre.
El Mercado Agroganadero (MAG) abre formalmente sus puertas para recibir a 45 firmas consignatarias que hace 4 años decidieron seguir adelante y continuar brindando el mismo servicio al productor ganadero. Y no se equivocaron.

En 30 hectáreas de un total aproximado de 120, el MAG de Cañuelas, puso en órbita, sin más dilaciones, a los consignatarios que decidieron continuar con las ventas de ganado vacuno en un mercado que es rector y formador de precios, no solo para la comercialización de hacienda sino que también para la venta y alquiler de campos con destino a ganadería.
La capacidad de ventas en corrales es de 12 mil cabezas, aproximadamente. Hay otro espacio en los corrales de carga, con la posibilidad de alojar 9 mil cabezas más y de extenderse en un futuro hasta un 30 por ciento más, si se precisa, para recibir una gran cantidad de hacienda a la venta.
Además, en lo que a sustentabilidad se refiere, se genera una reutilización de recursos, el agua, la plata de tratamientos de primera línea a nivel mundial y de punta para la ganadería argentina.
Desde hacía años, los consignatarios instalados en Liniers apuntaban todos a la misma preocupación, la extinción de la actividad como mercado vendedor de hacienda vacuna, tal cual sucedió en su momento con los lanares y porcinos, que allí también se vendía, y repensar de otra manera el trabajo comercial.
El cuidado del bienestar animal es otro de los parámetros fundamentales que se tuvo en cuenta a la hora de encarar el proyecto, ya que así lo solicitan los mercados compradores de carne más exigentes del mundo.