Un centro educativo para chicos discapacitados en la periferia de la ciudad es el blanco preferido de los ladrones. En los últimos días sufrió otro robo y ya son 30 en 13 años de la institución, según calcula su propietario. Y está tan preocupado que no sabe si continuará con las puertas abiertas.

‘Welcome’, tal cual es el nombre de la entidad enclavada en el barrio San Ignacio, no deja de preguntarse cuántos otros nuevos episodios sufrirán.

Los delincuentes cortaron el alambre eléctrico, instalado luego de otro suceso de inseguridad durante el verano. Luego, forzaron una puerta del patio trasero y entraron a las patadas contra una puerta de la oficina del titular del centro.

“Estamos complicados en el barrio. Durante el día no hay problemas, pero de noche ‘Welcome’ queda muy solitario”, comentó el titular de la institución, Juan Pantarotto, en diálogo con  El Ciudadano. 

Asimismo, enumeró los despojos que sufrió: una impresora HP, una computadora portátil, una cafetera, una pava eléctrica y un televisor.

Además, dijo: “Nunca se recuperó algo de lo sustraído, ni de este hecho ni de los anteriores. Ahora me recibió una secretaria de la intendenta (Marisa) Fassi. Hay buena predisposición para escucharnos, pero las cosas nos siguen ocurriendo. Mientras tanto, mandaron a limpiar la calle Sabio, siempre está invadida de pastos y cosas”.

Como es costumbre, los intrusos se metieron por los laterales o el fondo.

El episodio generó bronca en toda la comunidad que se desempeña en esa institución, sobre todo teniendo en cuenta los antecedentes, todos cometidos con la misma mecánica: ladrones que se colaron por la noche, forzaron una abertura y saquearon cuanto pudieron.

Hasta el momento, como se dijo, los robos y daños, no atentaron contra la posibilidad de que los chicos vuelvan a clases.

“Parece que no hay más nada por hacer y sigue la resignación”, se lamentó el director.
Pantarotto recordó que en escruches previos se han llevado hasta el aire acondicionado instalado en el techo y ¡un perro Labrador! “Cuesta mucho recuperar las cosas, todo es con esfuerzo. De a poco se van reponiendo, pero otra vez nos roban”, subrayó.

Hasta el momento, y más allá de los ataques, no han dejado de recibir a los chicos en la institución, pero las pérdidas materiales siempre resultan ser importantes para docentes y alumnos.

Sobre las medidas de seguridad que vienen incorporando, el directivo destacó que hay una alarma, “pero tienen un tiempito desde que se activa hasta que llega al patrullero y llegan a sacar cosas. La policía se acerca”. Al respecto, dijo que tenían cámaras de seguridad, pero que fueron dañadas en sucesos anteriores y solo cuentan con alguna del municipio.

En ese sentido, aseguró que ya cuentan con una persona en el horario nocturno, al mismo tiempo que reforzaron las aberturas y colocaron candados en el interior de los ambientes.