Falta de pediatras, un problema mundial

Interés general 02 de abril de 2022 Por El Ciudadano
Especialistas afirman que la sobrecarga y las condiciones laborales influyen en la carencia de profesionales en torno a esta rama de la medicina. “Hay una crisis estructural y profunda que envuelve a todo el sistema a nivel nacional y en el exterior”, afirmó Nery Fures, médico y profesor de Salud Pública, en diálogo con El Ciudadano.
Neru Fures
Nery Fures. El ex director del Hospital Marzetti habló con El Ciudadano de la problemática.

La falta de médicos pediatras en clínicas, sanatorios y hospitales, tanto públicos como privados, es una problemática que no sólo afecta a Cañuelas, sino que es un tema mundial de larga data que viene arrastrándose desde hace una década, y que preocupa a toda la comunidad.

Varias son las aristas por las cuales la carencia de profesionales en la salud de niños y adolescentes se hace sentir en los consultorios, pero se podría resumir en una especie de “sobrecarga”, sumado a un desgaste físico y mental, y a las pésimas condiciones laborales en las que desempeñan sus funciones, generando así un combo que termina afectando indirectamente a los especialistas.

Más allá del avance de la tecnología, el recurso humano resulta fundamental a la hora de realizar una consulta médica. Hoy, la pediatría es una especialidad crítica, poco elegida y que cuenta cada vez con menos profesionales, pero a la vez, la más demandada por madres y padres de todo el mundo.

Esta labor no sólo implica atender a los pequeños pacientes en el consultorio mediante una atención espontánea y en un horario determinado, sino que le demanda mucho más: por ejemplo, si un niño se encuentra delirando de fiebre durante la madrugada, o tiene un accidente doméstico, la madre o el padre no lo piensa dos veces. Llama al pediatra o lo lleva a la guardia de urgencias. Es decir, el profesional debe estar 24 horas al día, 7 días a la semana al pendiente.

En diálogo con El Ciudadano, el médico y profesor de Salud Pública en la Facultad de Ciencias Médicas, Nery Fures, calificó esta problemática como una “crisis estructural y profunda” que envuelve al sistema de salud, no solo a nivel nacional, sino que también se extiende a varios países del mundo. “Para encontrar la raíz del problema se debe hacer una evaluación multifactorial, ya que no es solo una causa. La especialidad ha ido mutando y los médicos fueron migrando a otras especialidades como dermatología, oftalmología. Mientras que los ya formados en pediatría tuvieron que acomodarse a los cambios y divisiones que fueron surgiendo en la especialidad”, explicó.

Es una realidad que, en la actualidad, la pediatría se divide en Neonatología, Lactantes, Preescolares y Escolares, Adolescentes, Urgencias, Ortopedia, Cirugía Pediátrica, UCI Pediátrica y consultas externas. Esta división cambió radicalmente la forma de integrar al profesional dentro de los centros de salud. “Antes, un médico se formaba en clínica, pero también hacían partos y cuidados de neonatología a la vez”, remarcó el profesor y ex director de Región Sanitaria XI.

Por eso resulta difícil encontrar un pediatra que se especialice en todo, tal como se solicita, muchas veces, en los hospitales.

Fures, quien se desempeña como especialista jerarquizado en pediatría y docente de la cátedra B de Medicina Infantil de La Plata, y ex director del Hospital local Marzzetti, mencionó también las diferencias con otros países desarrollados, en donde la transición demográfica de natalidad bajó considerablemente y repercute en la nueva elección de esta especialidad.

“Los nacimientos han bajado muchísimo, las personas viven más tiempo y las nuevas profesiones están orientadas en adultos, como la gerontología o clínica en general. En Reino Unido, por ejemplo, la pediatría se enmarca en un modelo prestacional y no realizan atención primaria. Esto se debatió en los años 90 en nuestro país, y se habló de trabajar con el médico generalista las consultas primarias y de los grupos familiares en su conjunto, para luego derivar el seguimiento y acompañamiento al pediatra”, dijo Fures.

Esa manera de organizar el sistema de salud podría permitir descomprimir la demanda sobre esta especialidad y cubrir las vacantes que hoy son un problema en todo el país. Además, Fures opinó que el actual modelo de guardias 24 horas “no debe existir más”, y habló de un proyecto que está en discusión en todo el mundo para hacer guardias de 12 horas, u organizarse en guardias de 8, aunque existe una cuestión negativa: “Esto se podría aplicar en grandes centros urbanos, pero no en el interior. Porque si un médico tiene que hacer un viaje largo hasta otra localidad para ir a hacer una guardia de 8 horas, no le conviene. Y sabemos que en los pueblos del interior hay menor cantidad de pediatras, entonces no funcionaría”.

También trae a discusión la cuestión del desarraigo. Si un médico de Tres Arroyos o Cañuelas tiene que trabajar en Ezeiza, su lugar de origen ya no sería su ciudad natal, forzándolo a mudarse de ciudad para poder ejercer.

“Habría que profundizar más en el modelo de atención. Que los médicos trabajen en su comunidad, y, por otro lado, los enfermeros bien capacitados con una terminal vía web o teleconsulta con el médico pediatra, se ahorrarían tiempos y viajes a veces innecesarios a una consulta de urgencia”, agregó.

Otro de los puntos importantes que causa la falta de pediatras es el sueldo. En muchos hospitales públicos, sobre todo en los municipales, el salario que percibe un profesional está por debajo de la canasta básica de necesidades, por lo que obliga -indirectamente- a migrar a los sanatorios privados por una cuestión lógica.

Además, los pocos turnos y la poca paga terminan siendo un obstáculo para el profesional que tanto tiempo y dedicación le brindó a su carrera de formación.

En cuanto a la cuestión organizativa, Fures cree necesario que el pediatra no termine “absorbiendo todo lo que se podía controlar en primer nivel de atención. El tema está en cómo se organiza la demanda y los seguimientos de los casos. Los pediatras deberían atender en los hospitales con turnos programados.

También en las guardias pero con menos carga horaria”, opinó.

Derecho a la desconexión
Como se mencionó al comienzo del artículo, un médico pediatra no siempre descansa mientras está fuera de su horario laboral. Esto viene aparejado a la falta de educación de la sociedad y cómo percibimos a los profesionales de la salud. Tener que estar pendiente 24 horas al día implica un desgaste que afecta a la salud física y mental. Hoy por hoy, el derecho a la desconexión no funciona como tal. 

“Los pediatras atienden no sólo a los niños, niñas y adolescentes, sino que también acompañan a las familias. La sociedad está medicalizada y por todo se va al médico, o se piensa que todo puede ser grave. Tiene que ver con la cultura de la educación para la salud, y a veces los pediatras deben hacer docencia”, enfatizó el facultativo.

Un problema que impacta a nivel local
El miércoles 23 de marzo se llevó a cabo una marcha en apoyo al reclamo de un vecino que venía reclamando mejor atención en pediatría. La comunidad interpretó que se trata de un problema local. 

Luego de la manifestación, el secretario de Salud comunal, Daniel Arfus, recibió al padre y, junto al director del Marzetti, Hernán Charlón, hablaron sobre las acciones que viene desarrollando el municipio en ese sentido y los esfuerzos que genera la búsqueda de médicos pediatras, ya que son escasos los especialistas dispuestos a trabajar en guardias públicas.

En diálogo con este medio, Arfus reconoció que los hospitales zonales carecen de estos especialistas y convocó a integrarse a los distintos centros municipales. “Nos encantaría contar con más pediatras en Cañuelas, pero es una problemática multifactorial que excede al Municipio. Nuestro sistema de salud está en crecimiento y las demandas son muchas. Necesitamos no sólo pediatras, sino también médicos generalistas. Las puertas de la Secretaría de Salud Municipal están abiertas para todos aquellos que quieran sumarse”.

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