Las elecciones del Club Atlético Huracán en 2020 se retrasaron por la pandemia y en la espera se terminó de gestar una Unidad que desplazó a Alejandro Nadur de la presidencia. La diferencia fue de 23 votos y en la urna sufragaron 5.000 socios, en lo que fue la votación con mayor participación en Parque Patricios. El elegido para dicha gesta fue David Garzón, quien dio sus primeros pasos como dirigente del estadio, donde se dio el gusto de llevar a concentrar al plantel ‘tambero’ en el ascenso de 2014 y brindó todo su apoyo.

Claro, es que Cañuelas es su otro amor, “la otra camiseta que quiero”, como dice este quemero de 45 años, que pasó de hincha a dirigente y a pasos agigantados, se convirtió en el máximo mandatario del Palacio Tomás A. Ducó, donde mira los partidos ¡junto a los hinchas! en la platea Alcorta.

Y no fue la única gesta histórica para Garzón, ya que fue elegido como nuevo vicepresidente tercero de la Liga Profesional de Fútbol (se oficializará el cargo el 8 de abril) y por él, el ‘Globo’ tendrá representación en el Comité Ejecutivo por primera vez en sus 113 años de historia.

A la espera de otro clásico de barrio con San Lorenzo, el Presidente, que se dedica a la Educación en nuestra ciudad, vive la previa con El Ciudadano.  

–¿Cómo era ser fanático del ‘Globo’ en una ciudad alejada como Cañuelas? 
–Siempre disfruté ser hincha de Huracán, tenía sus pro y sus contra: cuando perdíamos, era el centro de las cargadas en toda la ronda de amigos, y cuando ganábamos, era yo contra todos, je. 

–¿Hiciste alguna locura como simpatizante? 
–¡Miles! Por ejemplo, tenía 15 años y llevaba a mi sobrino, siendo un chico, a canchas muy complicadas. Obviamente, eran otras épocas. Pero volvía en colectivo o en tren, a las 12 de la noche… 

–Cumpliste el sueño de jugar en el equipo del pueblo, en Cañuelas, ¿cómo fue esa experiencia? 
–Sí, fue una de las cosas más lindas que viví. Jugué en la C y en la D.  Había un gran plantel en ese momento y fue algo hermoso. Sin dudas, que junto a la camiseta de Huracán, la de Cañuelas es la otra camiseta que más quiero. 

–¿Seguís los partidos del club en la B? 
–Sí, por supuesto. Sigo al equipo, miro los resultados, estoy encima de la campaña. Es increíble todo lo que creció la institución en estos últimos años, se ve que vienen haciendo las cosas muy bien. Además, me encanta el Ascenso. Me tengo que hacer un tiempito para ir a la cancha, que está hermosa. 

–¿A quién tenés de ídolo en Cañuelas? ¿Y en Huracán? 
–La verdad, no soy mucho de idolatrar. Pero al mejor jugador que vi fue Marcelo Luchetti, era tremendo. Debuté con el ‘Pacha’ y estuve un tiempo jugando al lado de él, era un monstruo en el área. Y bueno, en el ‘Globo’, futbolísticamente, tengo como uno de mis preferidos al gran René Houseman. Y otro de mis referentes es el popular Ringo Bonavena. 

–Hiciste historia en las elecciones de Huracán, ¿cómo se dio ese logro? 
–Fuimos en contra de un presidente que hace 11 años que estaba en el club, se armó una unidad y tuve la suerte de que me hayan elegido como la cabeza de esa agrupación. Fue la elección con mayor cantidad de votantes en la historia del club e hicimos un enorme trabajo en plena pandemia. Todo lo que pasó, en sí, fue histórico. Fue un gran honor. 

–¿Qué balance hacés de tu gestión? 
–La realidad es que el resumen es positivo. Cuando asumimos, el equipo estaba a un puesto del descenso y ahora estamos a 20 puntos de la zona roja. Hicimos una gran campaña y por la temporada anterior no pudimos entrar a las copas. Mejoramos en todas las disciplinas, el estadio está hermoso, La Quemita, donde entrenan las inferiores, sigue creciendo y en la sede social de la Avenida Caseros continúan las obras. Además, las otras disciplinas siguen evolucionando: el Hockey, el Fútbol para Ciegos, el Fútbol Femenino, etc. Estamos haciendo cada día más grande a Huracán. 

–¿Cuáles son las metas en el Globo? 
–Agarramos un club con muchas deudas y con muchos problemas económicos, y eso lo sabíamos desde un principio. El objetivo principal es sanear a la institución, ya que un club ordenado es la base del crecimiento.  Y después, en el plano deportivo, el objetivo es ser protagonistas, pelear campeonatos y jugar copas internacionales. 

–¿Cómo ves al fútbol argentino? 
–Lo veo en un momento muy bueno, el presente de la Selección es excelente, con un equipo de alto vuelo y con el mejor del mundo, Leo Messi, que no es nada menor. Además, veo un momento de unión, con la Liga Profesional, que trabaja en conjunto con la AFA por el bien del fútbol. 

–¿Haber llegado a AFA es una de las máximas satisfacciones en tu vida? 
–Sinceramente no, yo llego a la Asociación del Fútbol Argentino gracias a Huracán. Me encanta estar en este lugar, que es la casa madre de este deporte, donde se respira fútbol y se habla de la pelota todo el tiempo. Sé que todo esto se lo debo al ‘Globo’, porque gracias a mi condición de presidente, tengo voto y opinión en el Comité Ejecutivo.  

–¿Qué sueño tenés como dirigente? 
–Mi deseo es llevar a Huracán a lo más alto del fútbol argentino. 

–¿Hay unidad en la clase dirigencial en el fútbol argentino? 
–Tengo muchos amigos presidentes y creo que se está gestando una unión grande. Repito, haber conformado una Liga Profesional, entre muchos dirigentes que nos llevamos muy bien, en conjunto con la AFA, demuestra esa gran unidad.

Un 9 fino, exquisito y de buen pie. Así definen a Garzón quienes lo vieron jugar.

Sus primeros pasos en el fútbol del ‘Tambero’

Garzón integró el plantel de Cañuelas en la D y en la C, en 1996, y pasó por todas las categorías. “Agradezco al club por haberme formado como jugador y persona”, dice orgulloso.

Cañuelas pegó su primer salto, uno de los más festejados, en 1996 en la cancha de El Porvenir. Tras vencer a San Martín de Burzaco (3 a 1) en la ida en la cancha de Temperley, el ‘Rojo’ empató (1 a 1) en la vuelta, en Gerli, y festejó a lo grande. El primer ascenso, a la Primera C, tuvo un sabor especial, hubo festejos en toda la ciudad y el plantel entró a la plaza en un cochebomba. Y ahí arriba, entre las figuras, Carlos “La Vieja” Moreno, Ciro Duarte y Marcelo Nazareno Luchetti, estaba el pibe David Garzón. El Presidente de Huracán jugó poco y nada, pero participó de uno de los títulos más recordados de Cañuelas. 

En esos tiempos, los partidos del Ascenso no se transmitían por streaming y encontrar agua caliente en un vestuario de la D era, lisa y llanamente, un milagro. En ese contexto, Garzón, un delantero de buen pie, integraba la nómina de 37 jugadores que se entrenaban a pulmón, conjugando sus trabajos con el fútbol.

Además, fue uno de los privilegiados que estuvo en la transición entre el ‘Cajón’ (la vieja cancha de la calle Del Carmen) y el estadio Jorge Arín. 

Formado desde su niñez en el ‘Rojo’, cumplió el sueño de jugar en Primera y de participar del recordado equipo de Héctor López.  “Arranqué desde muy chiquito, en la escuela de fútbol, donde hoy está la sede, en la calle Lara. Ahí me llevaron mis padres. El profesor era Carlos Chiappe. Después me pasaron al fútbol infantil un año antes de que se creara mi categoría, la 76. Hice todas las Juveniles ahí, 5ª, 3ª y Primera”, recuerda Garzón sobre el arranque. Y luego de crecer en Cañuelas, llegó el estreno con la pilcha grande:

“Debuté contra Centro Español, en la D, y también jugué en la C. Agradezco al club por haberme formado, como jugador y persona”. 

Dentro de los entrenadores y formadores que tuvo, hace énfasis en Luis ‘Cachi’ Martinoni (ex futbolista, director técnico y dirigente), quien lo vio crecer en toda su etapa en infantiles e inferiores. Y otro de los maestros del ‘Rojo’, Alberto García, hace una pintura de lo que era dentro de la cancha: “Garzón era un 9 fino, exquisito, de buen toque de pelota. Siempre llegaba al gol arrancando desde atrás, juntándose con los mediocampistas. Era un jugador de excelencia, daba gusto verlo jugar”.

Además, recalca que “era un gran tipo y, sobre todo, buen compañero. Sabía manejarse muy bien dentro del grupo y siempre tenía una palabra positiva”. Sin perderle los pasos, dice que “es una lástima que no haya seguido su carrera, pero él tenía otras ocupaciones y otro futuro programado. El fútbol se perdió a un gran jugador, pero ganó a un gran dirigente”. 

La historia y el fútbol volvieron a encontrar a David y Cañuelas 18 años después. Él, claro, atendiendo sus obligaciones y arrancando a dar sus primeros pasos como dirigente deportivo en Huracán. Es que ahí, se sumó a la gestión de Alejandro Nadur, a quien desplazaría luego en las elecciones históricas, como uno de los encargados del estadio, que mejoró notablemente luego de su función. 

Una de las gestiones de Garzón, en conjunto con el Presidente de Cañuelas, Daniel Roncoli, fue trasladar al plantel al Palacio para concentrar de cara a las definiciones del campeonato que terminaría con el ascenso del ‘Tambero’ a la C en 2014. Fue la primera vez, para muchos de los jugadores, en practicar en un campo de juego de Primera División. Además, hasta el día de hoy, ambos clubes cooperan desde sus lugares, mantienen contacto en épocas de pretemporada con los amistosos y varios juveniles son puestos en carpeta para el intercambio.

Con Chiqui Tapia. Garzón es elogioso con el presidente.

LA CONDUCCIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO

“Chiqui Tapia está haciendo crecer a la AFA”

Uno  de los puntos que recalca David Garzón es la unión que se da entre la Asociación del Fútbol Argentino y la Liga Profesional . Y uno de esos lazos, según él, se logra de la mano de Claudio Tapia: “Chiqui es un fenómeno, es un tipo muy leal y me dio una gran mano apenas llegué a Huracán. Es un dirigente que está haciendo crecer a la AFA en cuanto a obras, en lo institucional. Y bueno, en lo deportivo, los resultados están a la vista”, le cuenta a El Ciudadano. Además, agrega que “cada vez que uno entra al predio de Ezeiza, se ven obras nuevas, todo el tiempo”. 

Cabe recordar que Garzón integrará la única lista que se hará cargo de la Liga Profesional como vice tercero. Christian Malaspina, par de Argentinos Juniors, encabezará la nómina que cumplió con todos los avales requeridos para suceder a Marcelo Tinelli.