A casi 50 días del Bicentenario, hay una revelación sobre el origen de Cañuelas. Un familiar de Pedro Simón del Corazón de Jesús Benoit asegura que no fue el histórico arquitecto el hombre clave en la construcción de Uribelarrea sino su hijo, Pedro Juan. Y reclama que se sepa la verdad porque lo considera “un olvidado de la historia”.
La charla de El Ciudadano con Alejandro Zucarelli Benoit, sexta generación por parte de madre, chozno de Benoit, transcurre en los detalles que logró a través de su dedicado trabajo reflejado en “Pedro Benoit, el prócer olvidado”, de editorial Paraclitus. Según contó este abogado de 44 años, “investigué Uribelarrea y forma parte de mi libro. Surgió de la información que recolecté, como asimismo de familiares. En ese proceso di con una medalla sobre la fundación de la Uribelarrea, la que está en poder de la familia. Entonces, mi conclusión es que la participación más preponderante en Cañuelas fue de Pedro Juan Benoit, uno de los hijos de Pedro Simón del Corazón de Jesús Benoit”.
Y amplió: “Si bien es cierto que Pedro Benoit es el que trazó los planos y estuvo por los pagos de Cañuelas, la participación fundamental fue la de su hijo Pedro Juan”. Y agregó: “Hay un error histórico de revisionismo: le endilgan a Pedro Simón del Corazón de Jesús Benoit toda la fundación de Uribelarrea junto con su iglesia. Pero el que más participación tuvo fue su hijo. Tengo la certeza porque entrevisté a varios investigadores de Uribelarrea y la fuente que manejan ellos tiene que ver con los registros oficiales. Pero hay un error histórico que debería ser saldado. El que más hizo fue Pedro Juan”.
Pedro Simón del Corazón de Jesús Benoit participó en la realización de las primeras estructuras de lo que aspiraba a ser una pequeña ciudad.  Fue un constructor adelantado a su época. Entre otras grandes obras, hizo los planos, el trazado y la construcción de La Plata. Conocida, entre otras cosas, por sus diagonales, en las manos y papeles de Benoit estuvieron los primeros diseños para darle esa impronta tan característica a la capital provincial.  

Pedro Juan Benoit fue el único que intervino en el trazado de la plaza de la localidad de Uribelarrea y en la construcción del santuario Nuestra Señora de Luján, a finales del siglo XIX.  
 En la sinopsis de su obra literaria cuenta: “Este libro presenta un texto necesario que se publica en un momento clave de nuestra historia. Durante los últimos años se ha dado un descreimiento social generalizado ante la institución política. Entre sus capítulos se encuentra el manifiesto biográfico de un hombre que ha dado su vida por el desarrollo de políticas inteligentes, un hombre que ha sabido cuidar el bien común de sus contemporáneos y ha podido demostrar que se puede ser uno de los grandes hombres de nuestro país sin dejar de ser eficiente y humilde”. Asimismo, se aclara que “la historia de Pedro Benoit es, sin duda, una de las historias más misteriosas y menos estudiadas de la larga lista de hombres y mujeres que han hecho grande nuestro país”. El volumen de Zucarelli fue declarado de interés cultural en seis distritos bonaerenses.
¿Y a qué se debe la confusión con su ancestro? “Cuando era chico tuve en mi poder una medalla de la fundación de Uribelarrea en la cual figura en una cara Pedro Juan Benoit. La letra ‘J’ se prestaba a confusión. Este dato, y otros tantos, pueden ser debatidos y el libro está abierto para eso. En el libro figura que los planos de Uribelarrea son de Pedro Juan, con la ayuda y participación de su padre”, cuenta Zucarelli.  
Pedro Juan nació a principios del Siglo XX y en edad prematura trabajó con su padre, de acuerdo a la reconstrucción que hizo este descendiente. “Al fallecer Pedro Simón, su hijo se encargó. Sé que estuvo Pedro Simón por los pagos de Cañuelas, pero sería bueno darle un reconocimiento”.