“A pesar de la crisis estamos bien y con los pacientes controlados”

Salud 01 de agosto de 2020 Por El Ciudadano
Así lo afirmó el director del Hospital Dardo Rocha, Aníbal Zabala, luego de la semana que estuvieron autoridades de la Región XI del Ministerio de Salud bonaerense. Intentan cortar la difusión de la enfermedad desde adentro.
Zabala WEB
Aníbal Zabala. Foto archivo.

Conforme aumentan los casos de COVID-19 en el AMBA las posibilidades de contagio se mantienen más latentes que nunca. El anunciado pico parece que ya está, y es conocido que los adultos mayores son uno de los sectores vulnerables. Sobre todo si viven en áreas cerradas, tal como sucede en los asilos y en los hospitales, como en el Hospital Dardo Rocha, de Uribelarrea, donde más de veinte (unos 15 pacientes y 10 empleados) dieron positivo de coronavirus y otros tres internados perdieron la vida el mes pasado, al menos dos de ellos por COVID-19. 

Uno de los fallecidos tenía 64 años y contagiado de coronavirus murió de un infarto cardiovascular.  

En tanto que tres pacientes que estaban recibiendo atención por el COVID en un nosocomio de la zona, pudieron regresar al Dardo. “Esto nos indica que la gravedad que tenían se bajó”, destacó un facultativo a El Ciudadano.  En tal sentido dijo que “hay personal que resultó positivo y está por tomar sus actividades luego de cumplir con el protocolo de los diez días y del post hisopado, además del aislamiento y el control vía teléfono que se hizo”.  

En la institución convivían 83 internados, que son atendidos por un plantel profesional y no profesional; este contacto provocó que el virus ingrese primero entre los trabajadores, pero luego se trasladó a los pacientes mentales. Según fuentes estatales, uno de los directivos contagió a una empleada y ésta a otros trabajadores, de esa manera se produjo el nexo epidemiológico.  

“Dentro de la crisis en general, estamos bien. Ya con los pacientes controlados. Entre el miércoles y jueves de esta semana no derivamos a nadie. Los pacientes internados están evolucionando bien. Por suerte vamos saliendo de esto. Es una situación difícil y manejando las situaciones internas como externas”, explicó el director del Dardo Rocha, Aníbal Zabala, ante un llamado de este medio.  

“Estamos contando con todo el apoyo del ministerio (de Salud) de la Provincia, de la Región Sanitaria (XI) –afirmó Zabala– como del municipio y de directivos del Hospital Cuenca. En general estamos respaldados y bien”.  

Los pacientes son personas con patologías neurológicas de moderadas a profundas, y algunos de ellos también con discapacidades físicas.  

“Estos pacientes necesitan de la ayuda hasta el día que vos les cerrás los ojos. Hay casos que no tienen familias o son abandonados por sus parientes. Y el trabajo que se hace acá no es para aumentar esa desvinculación. Es un momento muy serio y el interno está viendo que sus amigos están muriendo, que son como de su familia, y no se le puede estar brindando en este momento contención psicológica y acompañamiento”, destacó un empleado de ese centro de Salud. 

“Ahora se está trabajando como en una gran terapia intensiva, con todas las protecciones tanto el médico como los enfermeros, nadie anda sin equipo correspondiente”, dijo el trabajador consultado.  Al respecto una autoridad sanitaria confirmó que se manejan con los barbijos M95, camisolines, capuchas, elementos que conforman los equipos de bioseguridad, todos ellos provistos por el Ministerio de Salud luego del estallido de contagios.  

El director Zabala confirmó también a este semanario que “contamos con hisopados ante alguna sintomatología y para hacer el diagnóstico”. Cabe destacar que el profesional tuvo COVID positivo asintomático, al respecto mencionó que “ya lo tuve y esto me da las fuerzas para seguir al frente y continuando, como hace doce años que cumplo en agosto desde que asumí la dirección. En este momento alabo y admiro a la gente que entra donde están los internados y lo hace con los equipos de bioseguridad”.  

A pesar de las medidas que habían dicho que se fijaron, y que inclusive fueron mencionadas en un artículo del 4 de julio de este semanario, además de las espaciosas áreas del establecimiento, el lugar ubicado en la esquina de María Auxiliadora y Uribelarrea, a una cuadra de la plaza del pueblo, empezó a sufrir los casos de coronavirus. Una vez atendidos, los residentes infectados fueron trasladados al Hospital de la Cuenca Alta Néstor Kirchner por las dificultades respiratorias.  

En aquel contacto con este medio a principios de julio, el director Zabala consideraba que las instrucciones y elementos de protección sanitarios que se brindaban en el lugar eran suficientes, pero no descartaba que todo fuera seguro un cien por ciento.    

Por las consultas que puedan estar haciendo los familiares de los internados y las visitas que se suspendieron en marzo, el directivo aclaró: “En momentos normales la comunicación fue directa. Hace poco con un familiar hubo malentendido que tomó estado público en una noticia. Ante esa situación me puse en contacto con la jueza Aragón, de Trenque Lauquen. La magistrada me respondió que les dijo a esos familiares que había situaciones que debían priorizarse. Por mi parte le dije a un familiar del interno que hacer una videollamada en ese momento con un teléfono de afuera al interior con personal que está trabajando con bioseguridad no era conveniente. Entonces es un momento difícil. Hay ansiedad, el familiar sufre, pero estamos en una situación difícil y por eso no se pudo pasar la llamada”.  

Tras desatarse la crisis en el este nosocomio de Uribelarrea, las autoridades de Salud locales y del Ministerio de Salud bonaerense advirtieron que la situación es “muy delicada, que la que hemos vivido en otros hospitales”, reconocieron ante este medio el 25 de julio”. 

Fue así que dispusieron que la gente que se desempeña en ese lugar, más de la mitad fue mandada a cuarentena obligatoria a sus casas. Con esta medida de sacar la mitad de los trabajadores al hospital se trata de controlar el brote y la difusión de la enfermedad desde adentro.   

Por su parte el ministerio había mencionado que podría traer personal para reemplazar a los trabajadores del Dardo que requieran aislamiento, pero hasta el momento no hubo alguna incorporación.  

Una vez que las autoridades de la Región XI de Salud llegaron hasta el hospital uribeño, se dio intervención del programa DetectAR, al mismo tiempo mantuvieron una audiencia con la intendenta municipal.  

La responsable de Epidemiología de la Región Sanitaria XI, Francisca Alarcón, le respondió la semana pasada a este medio durante una visita a la redacción: “Cañuelas viene con un número que uno puede de alguna manera no estar tranquilo, pero tampoco entrar en una crisis escalonada de casos que muchas veces suele pasar en otros municipios”.  

Con el correr del invierno el escenario parece que se complejizó en el Dardo Rocha. Un lugar cerrado y en varios casos con personas mayores, resultó una mala combinación durante la pandemia. Por esa razón, la comuna como el Ministerio de Salud pusieron la mirada en el establecimiento uribeño, que, a pesar de cumplir con su base sanitaria, se cometió en un riesgo, hasta convertirse en foco de contagio.

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