El nuevo sistema de armas de fuego presenta avances digitales, pero también algunos viejos obstáculos

El discurso oficial promete rapidez, modernización y un acceso más transparente para su uso legal. La experiencia en Cañuelas muestra que los cambios todavía son parciales. Opinan los expertos locales en diálogo con El Ciudadano.

Interés general06/06/2025El CiudadanoEl Ciudadano
polígono
No hay polígono de tiro en Cañuelas. Los más cercanos están en Monte y Saladillo. También se puede practicar en Ezeiza.

En medio de una reforma nacional destinada a agilizar el trámite para la tenencia de armas de fuego, las voces locales reflejan una realidad más compleja de lo que plantea el discurso oficial. La reciente implementación del sistema "Tenencia Express", lanzado por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), propone una revolución digital que, sin embargo, sigue arrastrando los tiempos burocráticos que históricamente han complicado el acceso legal a las armas en la Argentina. En Cañuelas, las consecuencias de esta transformación son visibles tanto en el plano práctico como en el social, y han sido objeto de análisis por parte de usuarios experimentados y comerciantes del rubro.

La medida, publicada oficialmente a fines de mayo, establece un nuevo sistema de registro completamente digital. A través de la plataforma MiANMaC, los usuarios —tanto civiles como integrantes de las fuerzas de seguridad— pueden gestionar la tenencia de armas adquiridas en armerías autorizadas. El objetivo: reducir los tiempos de espera, centralizar los trámites, eliminar papeles y brindar credenciales electrónicas que pueden visualizarse directamente en la aplicación MiArgentina.

En términos de costos, la obtención del nuevo Código Único de Identificación del Material (CUIM) tiene un valor de $20.000 y la Tarjeta de Consumo de Municiones (TCCM) cuesta $10.000, ambos expresados en unidades ANMaC. Según la agencia, el nuevo sistema asegura controles automatizados sobre antecedentes penales, validez de la documentación y otros requisitos fundamentales.

Cambios y tiempos

Sin embargo, para los vecinos de nuestra ciudad que conocen de cerca el sistema, el cambio aún no se traduce en eficiencia real. Uno de ellos, un histórico usuario de armas y excompetidor de tiro a la hélice mecánica en torneos provinciales, que no quiso dar su nombre, ofreció su mirada crítica. "Tarda lo mismo que antes para cambiar lo que ahora llaman Credencial Digital. Hace un mes lo renové y el trámite sigue siendo igual de lento", señaló.

Más allá del sistema digital, los tiempos estimados para completar los trámites siguen siendo de entre 45 y 60 días. A esto se suma la escasez de personal en el actual ANMaC, en contraste con el antiguo RENAR, que contaba con mayor cantidad de personal pero no así en lo operativo. “Hay menos gente para todo el país. No alcanza. Eso sí, todo está en la aplicación Argentina y no hay que andar como antes con las credenciales y el librito (sic)”, resumió el vecino.

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Tener un arma implica responsabilidad, y el proceso —aunque digital— sigue exigiendo paciencia, conciencia y compromiso.

A pesar de la digitalización, los pasos previos para obtener la condición de legítimo usuario siguen vigentes y son estrictos. Incluyen un examen psicológico, evaluación médica, un curso de tiro con instructor certificado y la demostración de medios de vida lícitos. En palabras del entrevistado: “Eso está bien. El que quiere tener un arma, que pase por todo eso”.

En Cañuelas, la falta de infraestructura también es un obstáculo. Actualmente no hay un polígono de tiro habilitado en la ciudad. Los más cercanos están en Monte, Saladillo o en zonas más urbanizadas como Ezeiza y Lomas de Zamora. Hace más de una década existió un intento fallido de montar un polígono frente a El Taladro, que cerró a los meses por falta de rentabilidad. También desaparecieron comercios vinculados al rubro, como una tienda de camping y pesca que vendía armas a cinco cuadras de la plaza San Martín, decepcionada tras la implementación de un programa nacional de desarme y la demora en las habilitaciones.

Nicolás Burgariotti, titular de la única armería autorizada por ANMaC en Cañuelas, ofrece una visión equilibrada desde su negocio en la Ruta 3. Explica que el nuevo sistema beneficia a usuarios vigentes y permite concretar la compra de un arma en hasta 72 horas si esta se encuentra en stock y el comprador tiene sus papeles en orden. “Pero esto solo aplica a la compra directa en armería. Todo lo demás, transferencias, renovaciones, nuevos usuarios… sigue siendo burocrático. Incluso puede tardar hasta seis meses”, sostuvo.

Burgariotti no oculta su pasión personal por las armas deportivas, pero también es consciente de los riesgos. “Yo no le vendo a cualquiera. Si alguien viene solo por defensa, sin interés por el deporte o conocimiento, prefiero no venderle. Lo explico, le doy los pros y contras. Y si se enoja, que compre en otro lado”, comentó.

En su experiencia, el 70% de los clientes busca armas con fines deportivos (caza o tiro), mientras que un 30% lo hace por razones defensivas. Las armas cortas y escopetas lideran este último grupo.

Conciencia y responsabilidad

El viejo usuario entrevistado también dejó una reflexión contundente: “No es tirar un tiro al aire y el chorro se va. No es así. Hay que tener conciencia. Yo tuve muchas armas hasta que un día pensé: ‘me van a entrar a casa y usar alguna de las mías’. Me quedé con lo necesario”. Subrayó la importancia de evaluar la decisión de tener un arma en el hogar y elegir el tipo de armamento en función del uso que se le va a dar.

En paralelo, el Gobierno nacional también eliminó recientemente la exigencia de habilitación municipal para abrir talleres de armería, fábricas de municiones o comercios del rubro. La medida busca promover una mayor oferta de materiales y facilitar la instalación de nuevos emprendimientos, algo que, indirectamente, beneficiará a los usuarios al ampliar la disponibilidad en el mercado. 

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