Sturzenegger le declaró la guerra a las palomas mensajeras y los colombófilos vuelan de bronca

Considerada una actividad deportiva, y practicada por 3 mil personas en todo el país, en Cañuelas se desarrolla de manera formal desde 1950. El ministerio de Transformación y Desregulación del Estado la calificó ‘obsoleta’, busca derogarla y hay polémica.

Interés general01/08/2024 Leandro Barni
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En la Asociación Colombófila ‘La Mensajera Cañuelense’ siguen con atención lo que pueda resolver el ministro Federico Sturzenegger.

Luis Regner es el titular de la Asociación Colombófila ‘La Mensajera Cañuelense’ y sigue sorprendido, pero también indignado. Nunca supuso que las carreras de palomas podrían ser tomadas en cuenta dentro de las reformas del Gobierno nacional y pasar a ser derogadas por considerarse una actividad ‘obsoleta’.

Alcanzó su carácter deportivo en 2015 producto de una Ley del Congreso y no demanda fondos o subsidios del Estado. La norma regula a la disciplina, considerada como el arte de crear y entrenar palomas mensajeras de carrera con finalidad deportiva. Incluso, es reconocida por la Confederación Argentina de Deportes (CAD) y el Comité Olímpico Internacional (COI).

Al menos unas 3 mil personas la practican en todo el país. Y de manera mensual hacen competencias en las que puede haber más de 30 mil ejemplares.

Esta actividad se lleva a cabo desde hace casi un siglo en la Argentina y tuvo su origen en la llegada de los primeros ejemplares de palomas mensajeras a Zárate. La asociación local tiene su origen en 1950 y hoy cuenta con casi 30 socios. Es uno de los 136 clubes que se extienden por todo el país.

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Las carreras de palomas podrían ser tomadas en cuenta dentro de las reformas del Gobierno nacional.

El ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger, aseguró que la Ley Hojarasca terminará con algunas normas que “representan riesgos a la libertad económica, trabas, o son simplemente obsoletas, como las que regulan las carreras de palomas, que obligan a trámites imposibles, o promueven la contaminación”. Y encendió la bronca de los ‘palomeros’.

“Estamos a la espera de que se reúnan nuestras autoridades de la Federación Colombófila Argentina (Fecoar) con la secretaría de Deportes y el ministerio, pero hasta ahora no fueron recibidos”, comentó Regner, de 61 años, quien empezó con este pasatiempo luego de un proceso de recuperación como ex combatiente de la guerra de las Malvinas.

El colombófilo agregó que en su casa tiene un palomar con unos 100 ejemplares y todos los fines de semanas se dedica a competir. “Es un deporte sano, que se practica en familia, y si bien tiene poca difusión en nuestro país, la gente tiene idea de que la paloma transporta mensajes y que es un animal de regreso. Siempre vuelve a su casa”, apunta.

Este deporte consiste en trasladar las palomas de varios competidores a unos 100 kilómetros de distancia. Las liberan y cada paloma regresa a su casa. Están reguladas por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), que exige tener una libreta sanitaria y una alimentación especial.

A principios de este mes, Regner se trasladó a Balcarce, donde se largaron 4 mil palomas durante una competencia, la cual se llevó a cabo en el autódromo ‘Juan Manuel Fangio’. A los animales se los anota y se les colocan un chip en las patitas. El día anterior, pasó un camión por los clubes recolectándolas. En cada institución puede haber de 6 a 10 jaulas con 200 palomas. El día de la competencia, si no llueve, se larga.

La iniciativa gubernamental despertó el enojo de la Fecoar y la presentación de un recurso de amparo al Comité Olímpico Argentino y el pedido para reunirse con el secretario de Turismo y Deportes, Daniel Scioli. Hasta ahora, sin respuesta.

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