La Cámara de Industria y Comercio pide la excepción total al pago de tasas municipales
La incertidumbre, el desaliento figura entre los comerciantes y empresario pymes por estos tiempos. Con una recesión que aplastaba la economía, se vino el coronavirus, que para muchos sectores es un cross a la mandíbula. Inmobiliarias, gastronomía, turismo, entretenimiento, pymes, servicios vienen siendo castigados por la cuarentena de los decretos ante la amenaza del COVID-19.
Una escasa ayuda y medidas concretas para que pymes y comercios sostengan su fuente de trabajo, el pago a los empleados, son temas que están condenando y acorralando a sus locales.
La Cámara Comercial e Industrial de Cañuelas sigue cuestionando los efectos económicos en sus actividades ante la cuarentena. Y para no quedarse con sus críticas, el lunes dejó un proyecto en el Concejo Deliberante solicitando una condonación general de tasas para los comercios afectados por el aislamiento obligatorio.
Por eso, ante la situación económica agobiante, reclaman una reducción de los tributos en el mismo porcentaje en que los contribuyentes han visto afectado su nivel de actividad, salvo las farmacias, bancos, supermercados y estaciones de servicio que pudieron seguir funcionando.
Por ello, desde la Cámara piden que los comercios que no puede abrir sus puertas desde el 20 de marzo, se los exceptúe en el pago de la tasa en un 100 por ciento, en abril, mayo, junio y los siguientes hasta su reapertura.
La iniciativa legislativa señala también que los comercios que sí pudieron y pueden abrir, según el decreto nacional y municipal que los habilita para trabajar, tendrán una reducción, en porcentual, equivalente a la misma proporción de reducción horaria que se impuso.
Para el presidente de la Cámara de Comercio Gustavo Sacco, no hay que dejar de mencionar la eximición del pago de tasas en el sector turístico de Uribelarrea, el cual luego fue, ante reclamos, extendido a todo el distrito.
“Dichas resoluciones de exención son valoradas, pero existen otros rubros que están totalmente inactivos y que sería justo incluir en una ordenanza definitiva a la que se irá anexando modificaciones en función al desarrollo de los acontecimientos, como los son salones de fiestas, confiterías bailables, salones de juego infantiles, centros deportivos, gimnasios, transporte escolar, etc.”, explicó Sacco.
En este contexto, en ambos bloques del Concejo Deliberante, la iniciativa de la Cámara fue recibida como un baldazo de agua fría. Ellos suponen que no son merecedores de críticas ni conceptos descalificadores por la crisis del coronavirus. Al respecto, Sacco los ha tratado en reuniones que mantuvo con los concejales de “inútiles”, de “inoperantes”, “de hacer un comité de la nada”, y que “no están comprometidos con una situación crítica como es la de los comerciantes”.
El dirigente mercantil además se preguntó por los criterios para cerrar un sector de la avenida Libertad, hasta convertirla en una peatonalización.
Por eso, agregó que mientras es dificultoso mantener las fuentes de trabajo, pidió una revisión sobre las inequidades que se generaron al momento de desarrollar una tarea, en una emergen
cia sin precedentes, “no por el virus sino por la falta de empatía de los fabricantes de ordenanzas”.
Y reclamó que por “ordenanzas y no decretos, como forma de honrar nuestra república, es que nos ponemos a disposición para trabajar en sugerencias constructivas para su pronto despacho”.
Leandro Barni
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