El paro en Cañuelas: la mayoría de los negocios optó por trabajar

Tras la medida impulsada por la CGT en todo el país, muchos locales mantuvieron sus puertas abiertas y se respetaron algunos trámites. Sólo funcionó la Línea 51. Testimonio de vecinos y comerciantes en la recorrida de El Ciudadano.

Actualidad09/05/2024 Jonatan Pedernera
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La terminal de colectivos lució vacía. Sólo funcionó la Línea 51 que une Cañuelas con Constitución.

El paro general programado para el jueves 9 volvió a dividir aguas. En principio, era total, pero otra vez, sólo se vio afectado el sector relacionado al transporte. En Cañuelas se vivió algo parecido, las persianas no bajaron, pero la falta de movimiento se sintió en las calles. Así lo vivió El Ciudadano.

El segundo freno contra el gobierno de Javier Milei modificó el paisaje de las grandes ciudades, y de las más alejadas también. Por caso, en la Tierra de Oportunidades se vivió un día atípico, sin colas en el centro y con los bares funcionando con mesas libres.

Directamente, la adhesión del transporte fue clave. En la estación de colectivos, sólo la línea 51 estuvo activa. La empresa, que conecta nuestra ciudad con Constitución, y que pasa por Ezeiza, Lomas de Zamora y todo el cordón del sur de CABA, cumplió un horario reducido. “Fue la única que anduvo, nos brindaron esa información.

Del resto de las líneas, la 88 y la 218, no nos avisaron nada”, contó uno de los encargados de la central, que lució semivacía durante casi todo el día. La estación de trenes, directamente se mantuvo cerrada.

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En los kioscos se trabajó como casi siempre y los clientes no faltaron.

Muchas personas faltaron a sus trabajos y eso se vio reflejado en las agencias de remises de la ciudad, ya que contaron con autos disponibles, como si fuera un día normal. La demanda de Uber se mantuvo en los niveles, pese a que el miércoles por la noche la aplicación avisó que por el paro se generarían más ingresos:

“Directamente se trabajó mucho menos de lo habitual, porque muchos no fueron a sus trabajos. Igual, en Cañuelas la gente no elige esta vía, salen muchos viajes desde la ruta 3 a las fábricas. Pero en general, el cañuelense no usa Uber”, dijo uno de los choferes.

Ramona, de ‘Pleno Centro’, kiosco tradicional de Libertad y San Martín, dijo que “se trabajó en el cronograma habitual, pero tuvimos menos clientes que un día habitual y es entendible: no entró mucha gente a Cañuelas”.

Lo mismo ocurrió en ‘Ikaro’, polirubro de la calle Belgrano, que contó con varios clientes pero no al ritmo de todos los días, donde también se consumen minutas y café.

En la zona de la estación, un puestero al paso pintó la jornada: “Vivo del día a día, si no trabajo, no tengo plata para comer, por eso tengo que salir. El paro no conduce a nada; es más, genera pérdida en todo sentido, desde un local o fábrica que abre las puertas o para los que vendemos panchos para los laburantes”.

“El primer paro fue distinto, algunos comercios cerraron, pero se mantuvo la gente en la calle. Ahora no, por ahí tienen miedo de salir a trabajar. En mi caso, me tuve que ir antes, no estaba ni el loro. ¿Para qué me voy a quedar parado si no se vende?”, cerró Carlos.

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La Municipalidad estuvo abierta, pero hubo poco movimiento en la zona de Plaza San Martín.

Lo cierto es que la medida volvió a marcar la grieta. Como por ejemplo, en el banco Provincia. La sucursal de Cañuelas no abrió sus puertas y convocó solamente a sus empleados de altos cargos. Claro, es que había opiniones cruzadas en cuanto a la voluntad para cumplir con las responsabilidades laborales.

La encargada de un local de ropa que no quiso dar su nombre expresó: “Abrí un ratito, para ver qué pasaba, y cerré al mediodía. Estoy de acuerdo con el paro y sé que vendrán varios más. Es la única manera de decirle a Milei que se tiene que ir”.

Por su parte, el local “Uñas Spa”, de Brandsen 1130, trabajó como si fuera un día común y corriente. Eso sí, tomaron más reservas de lo habitual. “Estoy sorprendida, tuvimos muchísimos llamados, se ve que mucha gente que optó por el paro aprovechó el día para dedicarse un tiempo”, contó la dueña Tamara Godoy.

En la plaza San Martín hubo poco movimiento, la Municipalidad funcionó pero sin visitas. Los locales de la zona trabajaron sin inconvenientes. El clásico bar, ‘Hueney’, contó con algunos comensales cerca del mediodía y la hamburguesería ‘Morfi’ respetó su horario habitual. Al igual que el restaurante del club Cañuelas, que se movió a la par de la sede y su actividad normal con chicos de distintas disciplinas.

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