Mano a mano con Camilo Castagnola: En la final pude disfrutar, amo lo que hago”

Después de levantar la Copa en Palermo, ‘Jeta’ habló en exclusiva con El Ciudadano. Uno de los mejores jugadores del momento coronó un 2023 inmejorable como goleador de la Triple Corona con la camiseta de La Natividad.

Deportes09/12/2023 Jonatan Pedernera
Foto Página 16 arriba
Pinta de crack. ‘Jeta’ fue el goleador del 130º Abierto de Palermo con 38 festejos.

Las luces ya se apagaron. El after apaciguó, pero los flashes siguen encandilando a Camilo Castagnola. La figura de La Natividad, máximo goleador del 130º Abierto de Palermo con 38 festejos, dejó en el camino a La Dolfina a puro taqueo con sus cuatro goles. Es más, ya lleva tres años consecutivos como top scorer: 54 tantos en 2021 y 47 conversiones en 2022. Ahora,  el pibe de 20 años se tomó revancha a lo grande.

Todos hablan de él, de su hermano Bartolomé y de la nueva dinastía que se viene en el deporte equino. Para hablar lisa y llanamente de estos dos cracks, hay que remitirse a la última final. No hay demostración más precisa: ‘Barto’ funcionó como el cerebro, el pasador; y ‘Jeta’ apareció en toda su dimensión, a pura potencia, para marcar los goles más importantes desde cualquier lado. Con una particularidad: lo hizo ante el equipo con mayor valoración de hándicap. Si lo trasladamos al fútbol, el menor de los hermanos es un goleador de pura raza, un Gabriel Omar Batistuta. Justamente, el ‘Batigol’, fue uno de los que disfrutó del juego de La Natividad en el Campo Argentino de Polo.

“Siempre le gustó tirar adelante, taquea mucho, tiene una condición natural para pegarle a la pelota que no te lo puedo explicar. Muchas veces se hace un espacio para tirarle a la pelota, que es lo difícil. Le busca el hueco para pegarle. Creo que esa es la habilidad más grande que tiene. Por eso es capaz de tirarle de lejos al arco”, resume ‘Lolo’, el padre de las bestias del polo.

‘Jeta’, el mismo que deslumbró a toda la familia en las primeras presentaciones con Dubai, el equipo liderado por el tío Adolfo Cambiaso que jugó varios años en Inglaterra y gran parte de Europa, ya es un hecho en el polo de élite.

-Terminaron atacando y jugando en el más alto nivel ante un equipo de 40 goles…
-Sí, fue una locura, pero adentro de la cancha no te das cuenta de todo eso. La clave estuvo en mantener la paciencia y meterle intensidad en los momentos donde hacía falta acelerar. Estuvimos concentrados, ante un mínimo detalle, lo podíamos perder.

Puesto Viejo

-¿Pensaste que La Dolfina lo podía dar vuelta?
-Teníamos estipulado que se nos podían venir, y se nos vinieron, je. Por suerte pudimos lograr goles importantes en el octavo chuckker y mantuvimos la diferencia para terminar festejando.

-¿El cambio de día los ayudó?
-Nosotros montamos igual el sábado, el día que estaba pautada la final en principio. Nos pusimos en la cabeza que era ese día, de hecho jugamos entre nosotros. Creo que pasa por la cabeza. Nosotros nos preparamos para las finales de la mejor manera y siempre estuvimos enfocados.  Después,  se tomó la decisión de modificar la final para el domingo y en cierta manera, para los animales fue lo mejor porque no hizo el calor al que estamos acostumbrados en cada final.

-¿Ayuda la juventud en los últimos tiempos?
-Puede ser, pero acá todos metieron hasta el campanazo. Hablamos mucho con mi viejo y por eso entramos en el octavo chukker pensando que lo íbamos a ganar.

-¿Qué significa jugar con Facundo Pieres y Pablo Mac Donough?
-Es puro disfrute. Terminaron jugando a la par, haciendo goles, tirados en el piso. Los dos le metieron intensidad hasta el final y merecían volver a festejar en Palermo, que era a lo que apuntamos cuando llegaron ellos. Aportaron toda su historia y sumaron varios caballos al club.

-¿Se disfrutan las finales en medio de tanta adrenalina?
-Hay mucha presión, no es fácil. Y muchas cosas  a tener en cuenta. Primero hay que llegar bien con los caballos, que son lo más importantes, y después es fundamental estar en buen ritmo. Nosotros veníamos ya en un buen nivel, quedaba que cada uno haga lo que tiene que hacer en la final y ahí si empezamos a disfrutar. Mi mentalidad siempre pasa por divertirme en una cancha y creo en la última final, que fue un partidazo y estuvo abierta hasta el último momento, pude disfrutar.

-¿Tenés alguna meta personal en el polo?
-Yo soy un apasionado, no le doy mucha bola a los números, disfruto  y amo lo que hago. Tengo mi propio juego y no me gustan la comparaciones.

-¿Ahora qué se viene?
-Descansar, je. Terminamos el año de la mejor manera, después de las Fiestas veremos cómo encaramos el próximo año.

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