La reestructuración en el vóley sigue en plena levantada. Tras la colocación del piso vinílico en la cancha central del gimnasio de la sede, siguieron las buenas noticias por la calle Lara. La tira femenina se terminó de consolidar y logró pegar el salto al Nivel ‘D’ de la Federación Metropolitana de Vóley. Y los hombres van por el mismo camino. Además, ambas categorías pueden sumar otra estrella, este fin de semana en el Abierto Sub 16, una competencia general para todos los niveles que se planificó de manera especial por los organizadores.

De esta manera, Camila Ponce encaminó al deporte por la buena senda desde su rol de delegada. Así, coronó varios años de trabajo, ya que arrancó desde muy pequeña como jugadora, formadora y dirigente. Cabe aclarar que también es vicepresidenta del ‘Tambero’.

-Quedaron en la puerta el año pasado y por suerte se les pudo dar…
-Sí, tal cual. Por eso este logro ya lo veíamos venir, alcanzamos el objetivo antes de lo pensado y ahora vamos a tratar de terminar como campeonas para coronar un año excelente en todo sentido. Los chicos transcurren un presente muy parecido y en general, el vóley va en camino a que se empiece a trabajar de manera profesional, están todos muy enchufados. Si bien una inculca el amor por el juego, ya que la pasión nace por hacer algo recreativo, se está trabajando y entrenando en serio en todas las edades.

-¿Cómo se genera esa mentalidad en jugadoras tan chicas?
-La responsabilidad se fue trasladando entre todas las edades y en realidad es algo que se transmite en la institución hace muchos años. Puedo dar fe porque estoy acá desde muy pequeña. Todos viajan juntos en los micros, organizan cantinas, eventos, se mueven por todos lados. Hay un sentido de pertenencia muy grande que arrancó cuando iniciamos las actividades y tras quedarnos en la puerta del ascenso el año pasado, nos propusimos superarnos y acá se ven los resultados.

-¿El vóley se puso de moda acá?
-Se podría decir que sí. Este trabajo comenzó en 2019. Con esfuerzo, fuimos creciendo y el año pasado fue un boom. Hoy hay  350 jugadores y jugadores en la institución. Contamos con dos tiras, una en la Liga Metropolitana y una, la ‘B’, en la Liga del Oeste.

-¿Los padres de los deportistas también se engancharon?
-Sí, es impresionante. Son los primeros en estar cuando hacemos algún evento o juntada solidaria. Organizamos el primer torneo, algo propio, del Cañuelas FC, y fue un éxito en toda la región. Seguramente, va a ser un campeonato que va a sumar a grandes equipos con el correr de los años.

-¿La renovación del piso fue el espaldarazo que necesitaban?
-Sin dudas. La obra en la cancha fue un logro tremendo, se realizaron varios eventos y los padres hicieron un gran esfuerzo. Recibimos préstamos de familias de la subcomisión para completar el pago y continuamos trabajando para ponernos al día con todos los que dieron su ayuda monetaria. Aparte, nos agarró justo la disparada del dólar, consultamos varios presupuestos y finalmente se pudo llevar a cabo. En la colocación, nos pusimos el overol y dejamos la cancha hecha una pintura. Era algo que estaba pendiente, además de mejorar la estética del lugar, es fundamental, ya que al ser moderno el material, alivia el impacto en los saltos y previene lesiones.

-¿Ya estuvieron observando a las nuevas rivales?
-Sí, las chicas enseguida empezaron a seguir a las contrincantes. Ahora vamos a tener partidos muy luchados contra Nueva Chicago y SAPA de Marcos Paz. En este nuevo certamen hay varios representativos de instituciones muy reconocidas, en total son 16 equipos.

-¿Van a seguir los festejos con los chicos?
-¡Es la idea! Con el campeonato de las mujeres, el deporte masculino ahora quiere repetir para sumar otro logro histórico para el club y eso habla del gran apego y el compromiso que hay por los colores. Ellos pueden ascender a la ‘C’ el próximo fin de semana, así que vamos a estar ahí, con todos los detalles ya alentándolos para que el vóley del CFC escriba otra página dorada en su historia. Tienen una tira muy estable, con jugadores experimentados y los más pequeños cuentan con valores muy talentosos.