Lejos de su destino original el predio de la Delegación Municipal de Máximo Paz se convirtió en un depósito de chatarra y de vehículos en desuso, hasta convertirse en un centro de contaminación ambiental y visual. El tema tuvo un picante cruce entre las bancadas cuando todo parecía que el tema se terminaba con el pase del proyecto a comisión. Sobre los últimos minutos de la sesión, se produjo un tenso momento entre el edil Alejandro Cid Menna con su colega Carlos Alvarez. El enfrentamiento incluyó a la presidencia del Concejo Deliberante.
Los ediles de Juntos por el Cambio se hicieron eco con la redacción del proyecto para que sea limpiada la Delegación de Máximo Paz, que nada tiene que seguir haciendo con acumular restos o vehículos en desuso. Asimismo, nadie parece que pudo ubicar a los responsables de formar un basural no autorizado, y que encima se agigante. Sin embargo, se debe asentar en un libro la procedencia de esos elementos desechados y los motivos por los que fueron depositados o qué es lo que figura en ese predio. El objetivo sería reducir todo, como se hizo en el Corralón de Pellegrini.
La iniciativa de Juntos de limpiar y recuperar el área, para evitar una contaminación del suelo, además de un foco infeccioso cerca de las casas de los vecinos, viene dilataçándose como remarcaron algunos legisladores locales.
Además, se indica en el proyecto que el desguace o compactación de la chatarra generaría un ingreso extra al municipio para comprar insumos futuros a dicha Delegación. 
“Son temas no resueltos y que los vecinos necesitan soluciones en sus barrios. El 10 de septiembre del 2020 presentamos este proyecto para limpiar la delegación. Esto fue enviado a comisión por pedido del oficialismo con el argumento que se está trabajando con otro predio y necesitaba más tiempo en comisión. Resulta que se trata de un espacio público, el que se sigue contaminando –destacó Natalia Blasco– con los elementos en ese predio, aunque con un poco más de orden de los vehículos, pero con un aspecto de desarmadero. Todo esto en pleno centro y cerca de una escuela. Más de un año por un proyecto y sin respuesta a los vecinos que merecen tener otras condiciones y ser escuchados, sin contaminación, sin alimañas”.
Hernán Muerza, edil del FdT, integrante de la Comisión de Obras Públicas comentó que “es imposible llevar la tarea de la limpieza de la Delegación, donde se requiere de maquinaria pesada. Hace unos meses se llevaron varios vehículos y se llegará a no contar más con ellos. Dependen de tiempo. Antes era una mugre bárbara en la avenida Pereda. Se llevaron a este predio por pedido de la sociedad de fomento; pero la idea es que no esté. No tenemos solución mágica. Hay que esperar. Necesitamos tiempo y que regrese a comisión”.
Blasco respondió que “lamento que se piensen en soluciones mágicas. Y lamento no poder sancionar como cuerpo legislativo y que el Ejecutivo tome cartas en el asunto. Dos autos movieron en unos meses. Un año lleva el proyecto en comisión. Parece que da miedo pedir al Ejecutivo que haga lo que corresponde y que los vecinos de Máximo Paz son demasiados pacíficos y contentarse con que sacaron seis rodados de Pereda para terminar amontonados en la Delegación. Los vecinos siguen perjudicados y hay que ver lo que se hace desde las bancadas para solucionarles la vida”.
Cuando todo parecía llano y sin sobresaltos en el final de la sesión ordinaria del jueves 7, Alejandro Cid Menna no se contuvo y salió al cruce de Blasco. “Son unos caraduras”, lanzó el oficialista y desde la bancada de Juntos mascullaron una respuesta fuera de micrófono. Cid Menna levantó la mano y agregó que “es vergonzoso. En la última sesión el presidente de la oposición decía que no nos votaban porque estábamos alejados de los temas de la agenda legislativa, de la pobreza.  En un programa radial la concejala se refería a los problemas de los vecinos, por reclamos que le hacen en el Facebook. De qué lugar nos habla cuando hay un compromiso de limpiar el predio. Siempre la soberbia y la superioridad. De qué lugar habla. Se olvidaron que fueron y son parte del macrismo. Que me hablen de las obras de Vidal o Macri; que me nombre una que consiguieron ellos. Y me vienen a hablar de Máximo Paz…”.
Parecería que Cid Menna se quedó con ganas de responder en otra sesión y ahora apuntó.
En ese contrapunto, Carlos Alvarez le respondió: “El caradura es él. No me como ningún insulto de forma gratuita.  Y usted, señora presidenta, les permite en todas las sesiones insultar, y parece que es lo único que parece hacer. Acá no hablamos de ustedes son el kirchnerismo o tal otra cosa. Los presidentes fueron votados por la sociedad. Si quiere, hablamos de pobreza y de la gente, pero insultos; de nadie. Somos personas y vecinos. Insultos, de nadie”. 
Margarita Trejo trató de cuestionar lo sucedido con un tono escolar y adelantó que en la futura sesión iba a tomar nota de “las palabras de ambos bloques”, afirmó con el dedo índice, sin agregar nada más ante semejante escena. Por el cruce, Maximiliano Mazzanti intentó esbozar alguna salida de sus colegas: “Una agresión no se contesta con una agresión. Hay que hacer un esfuerzo grande del debate y calmar los ánimos. Hay que buscar otras alternativas cuando discutimos. Y acá se interrumpe de forma continua, es reiterado su compartimiento (por Alvarez). Que se mire en el espejo él. Pido la votación”.

Leandro Barni – leandrob@elciudadano.com.ar