Libros para acercarse a la historia de Cañuelas
Pasó un nuevo aniversario y comenzó la cuenta regresiva para una fecha trascendental, por ello se proponen algunos textos en pos de aproximarse a la creación del partido y sus memorias.
El reloj ya empezó a correr y dentro de un año Cañuelas festejará 200 años de existencia, por ello El Ciudadano se acercó a la Biblioteca Popular Domingo F. Sarmiento para conocer cuáles son los libros que deben ser leídos para conocer la historia del distrito.
Como toda selección, la elección es subjetiva; por lo tanto pueden circular textos que a la mirada del lector o lectora deberían ser incluidos en este artículo, no obstante se aclara que el presupuesto fundamental al momento de nombrar autores y títulos fue que los mismos estén disponibles en la biblioteca céntrica.
Antes de comenzar con la recomendaciones el director de la casa de libros, Juan Manuel Rizzi, enfatizó “primero quiero señalar que hablo en calidad de bibliotecario y como director de la biblioteca, no soy historiador; pero me gustaría decir que un bibliotecario puede hablar porque ejerce el silencioso arte de la crítica ya que en una biblioteca uno elige qué material pone a disposición”.
Tras la aclaración el primer libro destacado fue ‘Bases documentales para la historia de Cañuelas’, de Lucio V. García Ledesma que tuvo una primera edición en el año 1979 y una segunda en 1994. “De aquí parte todo lo que se publicó después”, remarcó el director y siguió: “No es un libro que tenga demasiados años y abarca el siglo XIX, se interesa por la fundación del pueblo, está documentado y te diría que es casi irrefutable; no hay una historia alternativa. Es difícil de leer porque está basado en documentos y luego una nota de ellos”.
La segunda propuesta son los textos del arquitecto Carlos Moreno que retoma la obra de Ledesma y agrega otras características relacionadas con el “patrimonio material”, especuló Rizzi. “Uno de sus libros es ‘San Martín en Cañuelas. Un futuro, un pasado’. Este es un encargo y hace una investigación puntual sobre la Estancia San Martín, es muy visual, tiene detalles arquitectónicos y artísticos; es de finales de 1980 y ahí Moreno empieza a profundizar en el patrimonio de Cañuelas. Otro libro que se puede nombrar es de la década del ‘90 y es ‘Patrimonio de la producción rural’; ahí ya enfoca todo el partido pero siempre desde el área rural; habla de las estancias, estén en funcionamiento o no. Uno puede decir, y esta es una valoración personal, que es del siglo XIX porque llega más o menos hasta la etapa de 1910”.
Estos son los autores focalizados por el bibliotecario que están disponibles en la esquina de Lara y 25 de Mayo.
Luego Rizzi señaló obras puntuales como la publicación de Silvia Gorostidi e Ignacio Marcos con su ‘Historia de Uribelarrea’ y remarcó la carencia de algún trabajo relacionado con Máximo Paz, “no hay una historia escrita o mínimamente esbozada, sé que hay algo de Mario Morhain pero no sé si todavía subsiste”, especificó con respecto a la localidad maximopaceña.
Los libros relacionados con la historia propiamente dicha parecen una acumulación insuficiente comparada a la riqueza de años del partido; en este sentido, Rizzi explicó que no existe un texto que abarque el recorrido histórico desde 1950 en adelante; por lo que es una materia pendiente de la comunidad.
Desde la literatura
Ante la escasez de libros de historia, el director postuló que también se puede conocer más de Cañuelas mediante obras literarias que no contemplan la rigurosidad del estudio histórico pero que aportan relatos orales y vivencias desde la literatura.
En este aspecto se enfocó en algunos escritos de María Lydia Torti. “Valoro mucho otras expresiones como la literatura, María Lydia Torti es la primera en hacerlo. Vamos a llamarlo historia oral y lo que termina haciendo es literatura. En ‘Antiguas crónicas cañuelenses’ –libro de Torti– inaugura otro tipo de relato, otra forma de conocer la historia que no tiene que ver con los documentos. En éste puede contar la historia de una institución como la biblioteca, de la Sociedad Italiana, de un personaje o de un político. Una continuidad de este libro fue ‘Costumbres cañuelenses’ donde hay muchas cosas. Estos libros tapan muchos ‘baches’”.
Desde la literatura cañuelense, el bibliotecario también hizo hincapié en libros de Carlos Vega, sumado a un escrito breve del mismo autor referido a la historia de Cañuelas. Además remarcó que “hay que prestarle atención” a un trabajo del vecino Pablo Garavaglia. Cabe señalar que estos materiales son más difíciles de conseguir.
Por último, Rizzi comentó la existencia de una obra literaria de 1910 que se puede incluir dentro de la narrativa gauchesca pero que no se redactó en el distrito. La misma se llama ‘El gaucho de Cañuelas’ y que se le atribuye a un autor llamado Ramón Aguirre, es una especie de relato oral contado en verso.
Lic. Marcelo Romero – marcelo@elciudadano.com.ar
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