Con cruces, reproches y el abandono del bloque de La Libertad Avanza, el Concejo Deliberante aprobó las ordenanzas Fiscal y Tributaria
En otra asamblea marcada por la tensión política, se aprobaron los nuevo valores del módulo y se habilitó un esquema de actualización de las tasas municipales para 2026. El debate incluyó fuertes cuestionamientos de la oposición. Un sector se retiró del recinto.
La sesión extraordinaria del Concejo Deliberante convocada para definir las ordenanzas Fiscal y Tributaria, que fueron aprobadas, terminó convirtiéndose en uno de los debates más intensos del año político local. El tratamiento del esquema tributario que regirá en 2026, con impacto directo en el bolsillo de los vecinos, estuvo atravesado por reproches cruzados, interrupciones desde el público, cuestionamientos técnicos y una escena que se reitera: el retiro de un bloque opositor en pleno debate.
Las ordenanzas fueron sometidas a votación nominal. En el Concejo, Fuerza Patria votó afirmativamente; UCR, PRO y La Fuerza del Cambio–PRO lo hicieron por la negativa, con la ausencia de La Libertad Avanza. Entre los mayores contribuyentes, 19 votaron a favor y 8 en contra. Así, las ordenanzas Fiscal y Tributaria 2026 quedaron aprobadas en general y en particular.
Antes de que se formalizara la sesión, el presidente del Concejo, Maximiliano Mazzanti, se vio obligado a intervenir para recordar que el recinto es “un ámbito de respeto, abierto a todos, para llevarse de manera pacífica y conciliatoria”. El mensaje tuvo como telón de fondo lo ocurrido minutos antes durante la reunión parlamentaria previa, donde ya se había evidenciado un clima cargado por la presencia de numeroso público, mayor a la prevista por algunos ediles.
La asamblea conjunta de concejales y mayores contribuyentes, instancia necesaria para validar un paquete de ordenanzas que ya contaba con media sanción de una sesión extraordinaria anterior, quedó formalmente abierta luego de varias discusiones. Sin embargo, el debate volvió a abrirse con fuerza un rato después, sobre todo cuando se trató el nuevo valor del módulo, del cual se desprenderá el porcentaje final de aumento de las tasas municipales a partir del 1° de enero.
En el inicio, ninguno de los mayores contribuyentes solicitó expresarse. Previamente, funcionarios del Ejecutivo habían mantenido una reunión aclaratoria con ediles y representantes de los contribuyentes, encabezada por la contadora Romina Márquez Antunes y el responsable del área legal, Sebastián Demichelis, donde se explicaron aspectos técnicos del cálculo del coeficiente y del módulo.
Críticas y salidas del recinto
Desde la oposición, uno de los discursos más extensos y críticos fue el del concejal Roberto Sánchez (La Fuerza del Cambio–PRO), quien puso el foco en la naturaleza jurídica y económica de las tasas municipales. “Las tasas son contraprestaciones. Cuando no se cumplen, se convierten en un impuesto”, sostuvo. En ese sentido, cuestionó el método de cálculo de la tasa de Servicios Generales, actualmente vinculada a la superficie del terreno, y propuso un esquema mixto que contemple valuación fiscal, frente del inmueble y superficie, con el objetivo de lograr mayor equidad.
Sánchez también cargó contra la tasa de Seguridad e Higiene, a la que calificó de regresiva. Señaló que, si bien se fundamenta en tareas de control, seguridad e higiene, “en la práctica no hay controles adecuados” y el cobro se realiza de manera automática, sobre parámetros ajenos a la actividad real. Como ejemplo, citó que en 2025 la recaudación por este concepto ascendió a 2.713 millones de pesos, cuando se habían proyectado 1.920 millones, cifra que —aclaró— deberá analizarse en la rendición de cuentas.
El concejal apuntó luego contra la incorporación de dos nuevos tributos en la ordenanza tributaria: la contribución inmobiliaria y la tasa vial municipal. Sobre la primera, advirtió que se apoya en una valorización inmobiliaria que es “una decisión administrativa” y no responde a mejoras concretas ni a un beneficio cierto para cada inmueble. “Estamos ante un tributo impreciso”, afirmó. En cuanto a la tasa vial aplicada a los combustibles, manifestó su desacuerdo por la ausencia de una contraprestación directa y por su impacto en el consumidor final, al tratarse de un gravamen del 1 al 2 por ciento que se suma a impuestos nacionales ya existentes.
En la misma línea crítica se expresó la concejala Claudia Pelereteguy (UCR), quien reiteró que falta información clara para los vecinos. Señaló que, si bien existe un coeficiente aprobado, no se conoce el valor real del módulo que se aplicará desde enero. Respecto de las nuevas tasas, sostuvo que la inmobiliaria carece de reglamentación y parámetros precisos, mientras que la tasa vial resulta inconstitucional, al superponerse con otros tributos municipales ya vigentes para el mismo fin.
Pelereteguy advirtió además que la tasa sobre los combustibles se cobra sin discriminar niveles de ingreso y se presume incluida en el precio final, lo que impide al vecino identificarla con claridad. “Es un mecanismo carente de transparencia y un nuevo peso sobre los hombros de quienes ya afrontan altos costos de vida”, sostuvo, dirigiéndose directamente a los mayores contribuyentes, en una intervención que fue acompañada por aplausos.
El clima se tensó aún más cuando tomó la palabra Bautista Augusto (La Libertad Avanza). El edil cuestionó la calidad de los servicios municipales y afirmó que muchas tasas se pagan “por algo que no existe o es deficiente”. En línea con el discurso del presidente Javier Milei, habló de un Estado “más chico y eficiente” y criticó la presión impositiva, que calificó de elevada y distorsiva desde hace años. Tras denunciar “impuestos en cascada” y aumentos superiores al 260 por ciento, anunció que su bloque no sería cómplice de lo que definió como un tarifazo desmedido y se retiró del recinto, previo dejar unas cajas a modo de regalo navideñas para la intendenta municipal. Antes habían pegado carteles en las bancas haciendo señalamientos a la políticas fiscales locales.
La salida de los libertarios provocó la reacción inmediata de Mazzanti, quien les recordó que no podían retirarse sin pedir permiso y dejó constancia del hecho en actas, mientras desde el público se escuchaban gritos e interrupciones.
La tensión volvió a hacerse visible durante el desarrollo de la sesión, cuando el presidente de COCATRA, Roberto Guarnieri, intentó solicitar el uso de la palabra desde el público, algo que no está permitido por el reglamento del cuerpo. Mazzanti lo reprendió públicamente, recordando las normas de funcionamiento del Concejo, tras lo cual Guarnieri se retiró del recinto.
Un Coliseo romano
La respuesta del oficialismo llegó de la mano de Sandra Cardozo (Fuerza Patria), quien acusó a la oposición de evitar la discusión de fondo. “Esto no es un coliseo romano”, advirtió, y defendió la necesidad de ordenar las finanzas municipales en un contexto de fuerte ajuste nacional. Enumeró aumentos de hasta el 900 por ciento en servicios básicos y sostuvo que, sin recursos, el municipio estaría condenado al fracaso. También destacó exenciones para jubilados, pensionados, personas con discapacidad, instituciones intermedias y comercios nuevos. Sus palabras fueron aplaudidas por parte del público.
El oficialismo se mostró molesto con el retiro de los libertarios del recinto, previo a escuchar críticas sin argumentos técnicos.
Entre los mayores contribuyentes, Alberto Porciel, exconcejal oficialista, reconoció que cobrar tasas es “antipático”, pero recordó situaciones críticas del pasado cuando el municipio carecía de recursos básicos. “Es un momento de subsistencia”, afirmó, y pidió acompañar el proyecto, aunque luego "se puede perfeccionar".
Hubo también voces disidentes. Javier Granato, representante del sector industrial, fue uno de los pocos mayores contribuyentes que votó en contra del aumento. Si bien respaldó la necesidad de mejoras, sostuvo que el camino no son los incrementos sino la eficiencia, y cuestionó el estado de rutas, patrulleros y ambulancias. Otros mayores contribuyentes reclamaron conocer con mayor precisión en qué se gastan los fondos y denunciaron desigualdades en la prestación de servicios.
El cierre del debate estuvo a cargo del concejal Fernando Abdo (Fuerza Patria), quien expresó su “vergüenza” por el retiro del bloque libertario y defendió la transparencia del cálculo del módulo, al señalar que surge de variables concretas como salarios, insumos hospitalarios y combustible.
Finalmente, la sesión después de más de dos horas, con un mensaje final de Mazzanti destacando el rol institucional de la asamblea.
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