Crimen en San Esteban: “Salieron a matarlo y mi hijo solo quería cantar”
Agustín Quiñones fue asesinado el 7 de diciembre en la entrada de una fiesta clandestina. Su madre pide justicia. La familia de la víctima inició su propio rastrillaje ante la inacción de la Policía. A Lucas Giacomini, principal acusado, lo habrían visto en Isidro Casanova.
Agustín Quiñones, de 18 años, fue asesinado el 7 de diciembre pasado en la entrada de la quinta ‘La Lorita’. Por el caso, solo detuvieron a Lucas Natanael Figliomeni (propietario del arma utilizada en el ataque). Pero el principal acusado, Lucas Giacomini (22), es buscado por los propios familiares y amigos de la víctima en La Matanza. Es más, aseguran que el autor del disparo salió a robar en los últimos fines de semana...
Ante la falta de información por parte de la Policía, los amigos de ‘Taka’, quienes ya cortaron la Ruta 3 pidiendo justicia, viajaron a Isidro Casanova para encontrar al culpable. Así lo hacen todos los días, pegando carteles y hablando con los vecinos. Es más, se comenta que Giacomini anda por la zona y hasta lo vieron en una barbería.
Damián, el tío de Quiñones, explicó lo que pasó durante esa madrugada de diciembre: “Fuimos a una fiesta, porque durante toda la noche pasaba mucha gente invitándonos. Acá, en el barrio, nos conocemos todos, entonces sabíamos de que había una joda muy grande. Pero cuando llegamos, no nos dejaban ingresar. Cobraban 10.000 pesos y estábamos sin plata”.
“Mi sobrino, que era cantante, les pidió si podía pasar y a cambio, entonaba algunas canciones. Pero se negaron y salieron a hablarnos mal. Uno preguntó quién era el cantante y ahí empezó lo peor: le pegaron a Agustín y después arrancaron a tirar tiros. Giacomini le pegó el disparo certero y mi sobrino apenas caminó como pudo, un par de metros”, agregó.
Agustín era el primero en agarrar un micrófono en las reuniones y soñaba con presentarse en los principales escenarios de la zona. En comunicación con El Ciudadano, su madre aseguró que “seguirán buscando al culpable”. Y dio a entender que la Policía bajó la guardia en su tarea.
En medio del corte de ruta por el pedido de justicia, ella, con todo el dolor encima, dijo ante las cámaras: “Salieron a matarlo, no le dieron posibilidad de defenderse, de nada. Mi hijo solo quería ir a cantar, había un duelo musical con alguien que estaba adentro. Le tiraron a matar y dejaron a una familia destruida”.
Peritos de la Policía Científica, al ser convocados por las autoridades de la Justicia, revisaron la escena y lograron determinar que presentaba un certero impacto de bala en la región del rostro, estimándose que el joven habría sido agredido mediante la utilización de una pistola 9 milímetros, ya que, al requisar el escenario del crimen, fueron incautadas vainas de un arma de dicho calibre.
Una vecina de Cañuelas, que salió a caminar encapuchada por seguridad, comentó: “Todos lo apañan acá, en Casanova. El fin de semana salió a robar, pero nadie lo busca. Voy a todas las comisarías de La Matanza y nadie sabe del hecho, se pasan la pelota entre todos y para colmo, el encargado de seguir el caso en Cañuelas está de vacaciones. Igual, muchas ganas de esclarecer el hecho no tienen, es una vergüenza que pase esto. El muchacho anda por Los Pinos y San Petersburgo”.
Además, la mujer, que apareció en varios medios, agregó: “Estamos con miedo porque esta gente anda armada. Nos dijeron que hay plomo para todos...”.
Hasta el momento, declararon más de veinte testigos, entre ellos la dueña de la quinta ‘La Lorita’, donde sucedió el crimen. La mujer, domiciliada en Villa Luzuriaga, se desentendió de los hechos, justamente por el temor.
Varios grupos organizados de los kilómetros, González Catán y San Justo visualizaron la cara del asesino. “En sus redes sociales dice que no le teme a nada, que ya perdió a su papá y mataron a sus amigos, por eso hace lo que quiere. A él le mataron un amigo chorro por andar robando, a mí me sacaron a mi primo”, comentó otro familiar.
En medio de las investigaciones, se puso sobre la mesa una problemática en toda la zona: el control de las piletas y los terrenos usurpados en las afueras de Cañuelas. “Cuando dicen que La Matanza avanza es cierto. Avanza sobre Cañuelas y trae lo peor: delincuencia, usurpadores y asesinos”.
Cara a cara con el abuelo
Desesperados, los amigos llegaron a la vivienda donde vivía Giacomini antes del crimen. Ahí, apareció Jorge, el abuelo, que decidió salir al cruce: “No lo veo hace más de un mes y no tengo nada que ver con lo que pasó. Acá no vive nadie conmigo; entiendo el dolor de la familia, pero nosotros no sabemos qué es lo que él hace”.
Y sobre el final, fue lapidario: “Yo soy un hombre de trabajo desde toda la vida y ahora estoy jubilado. Si mató a alguien, que pague lo que tenga que pagar”.
Te puede interesar
La doble vida de Julián Correa Ospina, el financista que hallaron muerto en Colombia y vivió una década en Cañuelas
Lo hallaron con un disparo en la cabeza en un hotel de Medellín. Había pasado 10 años en el barrio Sarmiento, donde intentó construir redes, negocios y liderazgo. Un preservativo usado y una huella dactilar son las claves de una investigación que mezcla misterio, ambición y violencia.
Crimen de Mirta Barcia: condenas abreviadas para dos acusados y juicio por jurados para el principal imputado
A casi cinco años del asesinato de Mirta Barcia, la causa judicial entra en su tramo final. Uno de los implicados fue condenado por encubrimiento agravado. Otro, partícipe del hecho, recibió 15 años de prisión tras admitir su responsabilidad. El principal acusado será juzgado por un jurado popular.
Triple robo en un mes: una docente que milita en La Cámpora denunció una seguidilla de delitos en su casa
Vive en el barrio Santa Rosa y sufrió pérdidas materiales, además de temor por su seguridad. En la denuncia pública que hizo, relató que dos de los hechos ocurrieron con apenas un día de diferencia y que ya tomó medidas para reforzar su vivienda.
Máximo Paz: dos detenidos en operativos policiales por robo y pedido de captura
Efectivos de la Estación de Policía Comunal Segunda realizaron dos procedimientos en pocas horas. Un joven de 20 años era buscado por la Justicia porteña y otro fue acusado de robo. Un sospechoso logró escapar.