Crisis en el Hospital Cuenca Alta ‘Néstor Kirchner’: más éxodo de profesionales y menos salarios

El Hospital de Alta Complejidad Cuenca Alta Néstor Kirchner (HCANK), ubicado en Cañuelas, enfrenta una situación crítica. La fuga de profesionales al ámbito privado se ha intensificado en las últimas semanas y, si las autoridades no presentan una propuesta de recomposición salarial, se anticipa que esta tendencia podría agravarse.

“O mejora el salario o se profundiza el éxodo de profesionales y, con ello, las medidas de protesta”, advierten desde el centro de salud, una de las instituciones que forma parte del Sistema de Atención Médica Integral de la Comunidad (SAMIC). 

El HCANK, con un financiamiento mayoritariamente nacional (80%) y un 20% proveniente del presupuesto provincial, opera bajo un modelo establecido durante la dictadura del general Onganía en 1966. A pesar de los esfuerzos en la gestión anterior para pasar a muchos profesionales a planta permanente, un significativo número aún trabaja en condiciones precarias, como monotributistas con contratos 1.109, una figura legal instaurada por el macrismo. 

Al respecto, esta semana, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en declaraciones a una radio porteña, dijo que “la gestión de los hospitales públicos, debería estar en manos de las provincias” y no de la Nación ya que consideró que la salud es “responsabilidad” de cada jurisdicción del país.  

Asimismo, la precariedad laboral genera un ambiente de temor entre los trabajadores: “Nos pueden despedir por mail sin pagarnos un peso”, afirman. Esta inestabilidad complica la formación de una organización sindical que defienda sus derechos.

Sin embargo, algunas fuentes del centro de salud cañuelense han señalado que ya están en marcha los trámites para constituir una asociación de trabajadores, y se han reunido con representantes de la CICOP (la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires), mientras que otros están afiliados a ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), asumiendo un conflicto porque el hospital no realiza el descuento de la cuota sindical correspondiente. 

“Hay demoras, pero sobre todo hay trabas para que los sindicatos puedan afiliar trabajadores y que sea con sus debidos códigos de descuentos. Esta actitud afirma que hay una gestión en el Cuenca que demora o no quiere la sindicalización de los trabajadores, lo cual es un derecho de los empleados de la salud y que tiene un gran impacto en la sociedad. Lamentablemente, no hay un diálogo con las autoridades que evitan a los sindicatos”, afirman los gremialistas de la región en "off".  

El apoyo local también ha sido significativo, especialmente de las "62 organizaciones peronistas", que recientemente normalizaron su situación bajo la dirección de Fabián Ochoa. Este último ha solicitado un papel más activo de la CGT en la defensa de los derechos laborales en conflicto, como sucede en el HCANK. 

El pasado martes, los trabajadores habían convocado a un "abrazo simbólico al hospital", pero de manera inesperada, comenzaron a circular mensajes en WhatsApp que anunciaban la suspensión del evento. “Quisieron vaciar la protesta porque los incomodaba. Ante esa situación, decidimos postergarla”, comentan los trabajadores, quienes habían decidido llevar a cabo la acción tras una asamblea masiva en la que se abordó la falta de respuestas a sus reclamos salariales. No obstante, no se descarta que ahora lleven adelante alguna protesta sorpresiva.  

En el directorio del hospital, donde conviven representantes del gobierno nacional, provincial y municipal, los funcionarios federales tienen la voz más fuerte, ya que son los encargados de aportar la mayor parte de los recursos. La presión es intensa: si no se mejoran los salarios, que según los profesionales han disminuido hasta un 60% en lo que va de 2024, el conflicto va a recrudecer. 

“Por ahora, nos arreglamos. Pero si siguen las renuncias, la situación se va a complicar aún más. Este último mes se fueron dos profesionales de gastroenterología”, cuentan los trabajadores. La crisis no solo afecta a los profesionales, sino que también pondría en riesgo la calidad de atención a los pacientes.  

Además de la urgente necesidad de un aumento salarial, los trabajadores exigen el reconocimiento de la antigüedad desde el inicio de funciones, en lugar que sea desde el pase a planta permanente. También reclaman un porcentaje adicional por alta complejidad y la implementación del “vacante por vacante”, es decir, la necesidad de que por cada profesional que se va, ingrese otro, algo que resulta casi imposible de lograr dado el actual desbalance salarial entre el sector público y privado.