El número encendió las alarmas: fueron 10 derrotas al hilo las que sufrió el plantel de Primera en la Segunda de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA). Pero la tormenta ya pasó para Las Cañas, y después del quiebre contra La Salle, llegaron tres alegrías al hilo con una victoria especial ante el clásico rival, Atlético Chascomús. Mario Sosa fue la bandera del equipo en el triunfo 22 a 11.

‘Maceta’ fue uno de los que más empujó para una alegría fundamental pensando en el gran objetivo que es la permanencia. Los dos tries de Alejandro Brocardo y el restante de Niyen Linewicz (más dos conversiones y un penal de Cristian Pena) terminaron de moldear el triunfo que sirve como espaldarazo.

Ahora, Las Cañas tendrá una parada brava ante Del Sur, que marcha puntero y viene de golear a La Salle 60 a 12. Será esta tarde a las 15.30. ¿Seguirán de racha los conducidos por Carlos Villalba?

–Siendo un referente, ¿cuánto vale levantarse de una mala racha?
–Muchísimo, considero que veníamos haciendo buenos partidos desde hace un tiempo, hay sólo dos o tres equipos que son ampliamente superiores, merecimos sin dudas concretar más victorias, pero el deporte es así.

–¿La pasaron mal durante la seguidilla adversa?
–Si bien todo el grupo quería ganar, era clave por un tema de la cabeza, confianza y la necesidad de sumar puntos en la tabla, tenemos muy buena relación entre todos y eso es algo muy bueno, todo el club nos bancó siempre y apoyaron al plantel en todo momento.

–Y de yapa vino el triunfazo contra Atlético Chascomús.
–Sí, se vivió de manera especial, como siempre, porque son clásicos y todos queremos asegurar esos partidos. Además, en esta oportunidad estuvo el condimento extra por la situación de ambos equipos, que son rivales directos en la permanencia. Lo ganamos y lo festejamos todos unidos: amigos, familiares y los más chiquitos. Sin dudas, va a ser el punto de partida para disputar todo lo que viene muy motivados. Se nos vienen todas finales.

–Ahora, ¿cuál es el objetivo?
–Tenemos que pelear todos los partidos, salir a proponer e imponer nuestro juego, sabiendo que podemos ganar o perder, pero siempre dejando todo por el club y el equipo. Como dice nuestro entrenador, hay que combinar esfuerzo con inteligencia. En los detalles está la diferencia y desde hace un tiempo nos volvimos más puntillosos en muchas cuestiones. Por nos da bronca que nos hayan escapado partidos donde demostramos ser superiores.

–¿Cómo ves a los más chicos del plantel?
–Bien, son pibes que no tuvieron toda la etapa de Juveniles completa y tuvieron que subir al plantel superior sí o sí por la edad. Es un cambio difícil, es otro ritmo de juego, otro contacto físico. Estamos  en una etapa en el club en la que no tenemos el recambio necesario, pero ellos están bancando la situación y con muchas ansias de mejorar. Son el futuro. Por suerte, todo se está acomodando, como siempre sostuve, todo es cuestión de tiempo.