El tenis no es para cualquiera. Para imponerse, hay que sortear varios obstáculos y uno de ellos es la distancia. Para Lucio Ratti es apenas un pormenor, ya que desde chico se acostumbró a recorrer los 40 kilómetros que separan a Lobos, donde nació, y Cañuelas para empezar darle forma a su sueño en el deporte. Con los años, empezó a agregar sesiones de tareas en Capital Federal para sumar al trajín diario. 

Y tanto esfuerzo valió la pena. Tras destacarse en varias competencias juveniles en todo el país, participó por primera vez en un cuadro principal de la ATP gracias a una invitación especial de la Asociación Argentina de Tenis. En su debut perdió 6-2 y 6-0 ante Matías Descotte, un rival diez años mayor. De todas formas, el lobense quedó bien parado, en el puesto 1.080 de dicho ranking.

Si bien la derrota fue categórica, el joven disfrutó el hecho de haber participado de una contienda histórica, ya que fue el primer campeonato de esta magnitud en la provincia y hubo una gran movida mediática. Además, Ratti estuvo a punto de quedarse con los games más importantes en el segundo set, pero no lo aprovechó y el rival manejó el ritmo.

Con actuaciones destacadas desde muy chico, se terminó de consolidar después de la cuarentena. A tal punto que es uno de los argentinos con mayor proyección en el circuito internacional. Ya cuelga uno de sus pergaminos más importantes a pesar de su corta edad: después del récord de Tiago Tirante, es el jugador más joven del país en alcanzar una final profesional.

Llegó a la definición del campeonato Future de Carlos Paz y alcanzó semis en Río Cuarto, Alaminos en Chipre y Prijedor en Bosnia. Como juvenil, fue campeón nacional Sub 18 y cosechó triunfos en Croacia, México y Ecuador. También, sorprendió a todos en las contiendas internacionales que se jugaron en Mendoza y Córdoba.

Su preparador físico, Andrés Chalcoff, lo define como un jugador muy completo y con un estilo muy agresivo. Las jornadas intensas de 6 horas de trabajo incluyen viajes a Capital con la idea de ganar experiencia. De esa manera, llegó a ser sparring de Diego Schwartzman, Sebastián Báez, Horacio Zeballos y Francisco Cerúndolo, nada más y nada menos.

–¿Cómo viviste la experiencia de haber participado en los trabajos de preparación del ‘Peque’?
–Fue algo increíble y muy positivo para mi carrera, marcó un punto de inflexión. Venía de hacer una buena semana en Carlos Paz y me coroné con la confirmación para trabajar con él, se dio todo junto. Viví una práctica desde adentro y terminé jugando a la par. 

–¿Qué te llamó la atención de él?
–Su manera de jugar, se mantenía igual, erraba poco y estaba siempre arriba de la pelota. Además, le metió un ritmo tremendo, no me dejó respirar, je.

–¿Cómo viviste el primer Challenger que se hizo en Santa Fe?
–Ingresé a la Qualy por el ránking y la Asociación Argentina de Tenis me terminó invitando al cuadro principal. Si bien no jugué de la mejor manera, el haber vivido un torneo de esa magnitud fue muy bueno. Además, me tocó estar en el día a día, compartiendo experiencia con muchos grandes en el hotel. Fue muy importante, ya que se realizó por primera vez en esa ciudad y hubo una gran expectativa.

–¿Tenés algún jugador como referencia en el circuito?
–Siempre me gustó Rafael Nadal. No me identifico con su juego, pero los admiré siempre. Después, Carlos Alcaraz es un deportista a seguir, ya que es agresivo y siempre tiene la iniciativa para ganar. Me gusta cómo corre toda la cancha y va a la última bola como si fuera la primera. Es un ejemplo de superación y trabajo, ya que la luchó desde muy chico y se destacó en sus inicios. 

–¿Cuáles son tus principales virtudes?
–Mis golpes de fondo. Trato de basar mi juego en mi derecha, que es con la mano que hago más daño, por eso trato de trabajarla constantemente. Es un golpe que me genera seguridad y al estar confiado me vuelvo más agresivo en el juego.

–¿Y tus puntos débiles?
–Creo que debería mejorar el saque, es algo que todavía me falta perfeccionar para tener más consistencia. También me gustaría avanzar en mi juego en la red para acostumbrarme a atacar y terminar el punto ahí mismo.

–¿Cómo trabajás en el aspecto mental?
–Tengo una psicóloga deportiva, hacemos muchos ejercicios para mejorar mi capacidad y manejarme de la mejor manera adentro y fuera de la cancha. Con ‘Andy’, mi entrenador, también charlamos mucho. Cada uno aporta su parte y son muy importantes en este deporte que es especial, donde juega mucho la cabeza. El tenis es una disciplina solitaria, entonces cuando la mano no viene bien, es muy importante apoyarse en los que están permanentemente.

–¿Tenés interés por alguna otra cosa?
–Me gusta mucho el pádel, salir a pasear con mi novia, juntarme con mis amigos y aflojar tensiones con la pesca. Vivo en el centro de Lobos, pero tengo la laguna a 15 minutos.

–¿Por qué se te dio del tenis desde chico?
–Arranqué a los cinco años, mi papá era profesor y me transmitió el interés. Siempre jugué con gente más grande, me fue bien y me di cuenta que era lo que realmente me gustaba.

–¿Está encima tu viejo?
–La verdad, nunca se metió y dejó que mi entrenador me diga lo que me tenga decir. Alguna que otra vez me da consejos en la intimidad, pero no se involucra en el trabajo fino, sabe que no le corresponde y es muy ubicado.

–¿Cuál es tu principal objetivo en tu carrera?
–Me gustaría estar entre los primeros 50 del circuito y mantenerme durante mucho tiempo. Tengo que seguir mejorando y aprendiendo para tratar de ir subiendo de posición y de nivel. Voy paso a paso, soy chico y espero responder de la mejor manera en todas las contiendas, es muy difícil mantener una media cuando se juega a un gran nivel.

–Tenés una agenda cargada, ¿cómo siguen los siguientes meses?
–Me informaron sobre varios campeonatos que se van a realizar en Brasil y está la chance de regresar a Europa, lo estamos evaluando. Mientras tanto, voy a aprovechar a ponerme a punto y tratar de pulir mis golpes durante todo julio. También, voy a darle mucha importancia al aspecto físico ya que es fundamental tener una buena base de cara a los próximos campeonatos.