Yudai Sasaki, un japonés suelto en Cañuelas

El volante de 22 años ya se entrena con la Primera. De ser el número uno en las canchas chicas de su país, espera una chance con la camiseta del ‘Rojo’. Cuenta sus días en la pensión y la adaptación a la Argentina.

Deportes 04/07/2023 Jonatan Pedernera
sasaki
Pulgar arriba. Sasaki llegó por intermedio de un convenio. Juega los dardos, a los bolos y maneja en rutas. Es fan del snowboard.

Arribó al club el año pasado, por intermedio de un convenio, con la idea de foguearse. Y si bien la adaptación no fue sencilla, se acomodó rápidamente a la ciudad y ocupa una de las piezas de la pensión. Ahí, en el Viejo Cajón, la antigua cancha del ‘Tambero’, el japonés Yudai Sasaki aguarda por su turno en la cancha grande.

Claro, es que el mediocampista llegó con buenas referencias en el baby fútbol. En los primeros meses, moldeó su postura a la cancha de once y se puso a tono en el aspecto físico. Vivió el Mundial desde su pieza en la calle 25 de mayo y gritó los goles de Lionel Messi en Qatar como si fuera un argentino más.

Los antecedentes en el fútbol argentino han dejado una huella. El caso más resonante fue el de Naohiro Takahara, que jugó en Boca durante 2001. El delantero, que llegó por pedido del entonces presidente Mauricio Macri, terminó de enlazar relaciones con Oriente y se dio el gusto de gritar un gol en La Bombonera contra Lanús. Hubo otros dos nipones: Yusuke Kato en Huracán y Kou Gotou, quien tuvo algunos partidos en Almirante Brown.

Y Cañuelas también tuvo su historia con los extranjeros. Sin dudas, el primero que se viene a la memoria es el congoleño Occupé Bayenga. El delantero se destacó junto a su primo Mike Mokialá y estuvo en la vista de varios equipos de la Primera Nacional. Finalmente, tras jugar en el ‘Rojo’ en la ‘D’, fue transferido al Copiapó de Chile. En la época de Marcelo Rufini como entrenador, hubo un brasileño, Babá, que pasó sin pena ni gloria. Más acá, en 2014, el paraguayo Celso Báez escribió una de las páginas más recordadas con el ascenso a la ‘C’ en la cancha de Chacarita Juniors.

Sasaki, que ya camina en ojotas por la zona de la cancha como un cañuelense más, intentará escribir su propia historia. Claro, es que según pudo averiguar El Ciudadano, en los próximos días llegarán más japoneses a las inferiores del club en el marco de un programa de aprendizaje.

–¿Cómo llegaste al país y al club Cañuelas?
–Vine gracias al contacto entre un agente japonés y un representante en Argentina, ellos hicieron el puente con el club para poder foguearme en el país.

–¿Qué te llama la atención de la ciudad?
–La verdad, es muy bonita y la gente es amable. Me llama la atención la tranquilidad con la que se vive. Estoy muy a gusto y me siento cómodo viviendo acá.

–¿Cómo te arreglás con el idioma?
–Y... Es muy difícil, uso libros y YouTube para escribir notas y hablar en voz alta. Por suerte, mi teléfono móvil puede traducir para que mis amigos puedan hablarme sin problemas. Todo lo que no entiendo, lo anoto y lo vuelvo a estudiar. Así paso mis días. Por las tardes, tomo clases en vivo a la hora de la siesta.

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¿Y con la comida cómo hacés?
–Con eso sí que no hubo problemas, porque me encantan las empanadas y el asado argentino: es exquisito. Este país es muy completo en las mesas, hay mucha variedad en los alimentos.

–¿Hinchaste por la Selección Argentina y Lionel Messi en el Mundial?
–Sí, por supuesto. Es mi país favorito y soy un fanático más. Me toca estar en el país campeón del mundo, no es poca cosa.

–¿Quién es tu jugador preferido?
–De la Selección me encantan todos, pero uno de los que siempre me gustó fue Sergio Agüero. También me identifico con el estilo del croata Luka Modric.

–¿A qué te dedicabas en Japón?
–Era jugador de fútbol sala, así sumé mucha experiencia. En mi país soy considerado el número uno en ese estilo.

–¿Sos de pisarla y hacer jueguitos?
–Sí, me encanta ese estilo. Miro muchos videos.

–Entonces, sos un jugador de potrero…
–Sí, muchos me dijeron eso, pero no entiendo qué significa, je. También me hablaron de los torneos por plata en los barrios, pero en mi país no se acostumbra a eso.

–¿Tenés otro pasatiempo aparte del fútbol?
–Sí, me encanta jugar a los dardos, a los bolos y manejar en las rutas. Extraño recorrer los caminos en el auto y disfrutar de los paisajes. Soy de la ciudad de Chitose en Hokkaido, la cima de Japón, al norte del país. También disfruto mucho de esquiar, es algo que hago desde muy chico y me destaco en esa actividad: me encanta el snowboard.

–¿Tenés algún sueño en el fútbol?
–Sí, me encantaría debutar en la Primera. Trato de no pensar en la distancia para enfocarme en el deporte.  Llegué con 21 años a esta institución con muchas ganas de triunfar y espero que pronto pueda disputar mis primeros minutos.

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