“A mi edad, entrar y ganar un reality show, tener miedo a lo desconocido y vivir una experiencia inolvidable, es un placer”. El que habla  con El Ciudadano, después de dejar en la lona al boxeador Martín Coggi, hijo de ‘Látigo’, es Sebastián Cobelli. El ‘Gordo’, como se lo conocía en la jerga de la pelota a fines de los ‘90, brilló en el ‘Hotel de los Famosos 2’, el programa que se grabó en el predio de ‘Aires de Polo’ de Cañuelas y terminó como ganador del ciclo conducido por Leandro Leunis y ‘Pampita’ Ardohain luego de conseguir los mejores rendimientos en las pruebas finales.

¿Hay algo más importante que ganar un reality y terminar con un bolso con 15 millones de pesos? Sí, que en el medio de la estadía, sin ver ni escuchar lo que sucedía en el mundo exterior, Argentina levante la Copa del Mundo y que Lionel Messi diga en un documental que iba a la platea a verte y a gritar tus goles. Claro, hablamos de Cobelli, aquel ‘9’ recordado en el Newell’s de Damián Manso y que tenía una pulguita-hincha que iba a dar que hablar. “Con mi hermano íbamos siempre a la cancha, en general en los partidos más tranquilos. Después, iba con los compañeros de fútbol. Viví la época de Cejas, Manso, Real y Cobelli”, contó el mejor del mundo en el programa de Jorge Valdano.

El ‘Gordo’, de 45 años, festejó junto a sus hijos –Rocco y Brisa– y su mujer Fernanda Vives, y cumplió con todos los compromisos televisivos en un tour maratónico. Es más, en los programas de chimentos se dice que ya lo tienen apuntado en varios ciclos para este año. 

En todos los espacios más vistos de la TV argentina, repasó la final ajustadísima, como en sus años como delantero en ‘La Lepra’. Después de su paso por Rosario, jugó en Belgrano, Huracán, Talleres, Temperley, Acassuso, Sportivo Italiano y Deportivo Armenio. En el extranjero, pasó por Italia, Francia, China, Grecia, Colombia, Chile y Perú. También estuvo en Juventud Unida de San Luis y en la Liga de Escobar. 

Ya recibido como técnico, no descarta sumarse a un equipo de trabajo para hacer sus primeras armas y si lo necesitan, se pone la ‘9’ de Cañuelas: “Me interesa”.

–La final fue bien deportiva, no se te podía escapar.
–Sí, en general, la final fue un reflejo de todo el ciclo. Se dio una competencia deportiva, de convivencia y de trabajo. Otros grandes competidores fueron Emiliano Rella y Federico Barón. Hay una realidad: nosotros, los deportistas,  sabemos lo que es remontar un resultado. Martín Coggi sabe muy bien  lo que es que lo caguen a piñas y levantar una pelea, y yo he ido perdiendo partidos 3 a 0 y terminé ganando. Creo que todo eso jugó a favor nuestro para llegar a la definición y marcar la diferencia. 

–Por suerte hubo buena onda con Martín y no se tuvo que calzar los guantes.
–Sí, menos mal, je. Se fue dando todo progresivamente. Nos fuimos agrupando entre cuatro o cinco, primero por los comentarios homofóbicos del ex actor Fernando Carrillo y se armó una linda banda. Con Martín tenemos una gran relación.

 –¿Qué balance hacés de tus meses adentro del hotel?
–Por momentos se hizo duro, ya que teníamos dos horas de visita los domingos. Después, la convivencia no es fácil. En mi familia funcionamos como un equipo y sabíamos a lo que nos afrontábamos. Le dije a mi mujer si quería que abandonara y me dijo que no, que tenía que hacer frente a lo que había pasado. Y se notó ese apoyo en la definición, ya que estaban ahí alentando. 

–¿Cómo impactó el incidente de Flor Moyano?
–Fue algo que nos tomó de sorpresa. Nunca nos dijeron que la habían violado, nos enteramos por el ‘Chino’ Leunis, pero se hablaba de que un compañero se sentía incómodo y se retiraba, nada más. Pensábamos que era por un tema de violencia de género, pero nunca se supo bien ahí adentro. En el festejo de mi cumple en Mar del Plata fueron todos, incluso Juan Martino, y a raíz de eso ella puso una foto en las redes sociales y a los días presentó la denuncia. Sinceramente, fue todo muy extraño desde el Hotel. Una noche la vi ponerse muy mal y estuvo contenida por otras mujeres. Todo esto que cuento lo declaré en la Justicia cuando me llamaron a citar en la fiscalía de Cañuelas.

–¿Viviste el Mundial desde adentro?    
–Sí, lo viví encerrado, incomunicado. Nos enterábamos muy por arriba, se hacía muy difícil, pero escuchábamos los goles por la gente ahí en el barrio. De esa manera nos guiábamos, porque no teníamos nada, ni celulares, ni relojes, nada de nada.

–¿Qué sentiste cuando Leo contó en el documental que iba a verte como hincha?
–Fue muy loco, cuando salí del Hotel me llegó un mensaje de Esteban ‘Pollo’ Herrera, el ex jugador de Boca, diciéndome que Messi me había nombrado en una nota en Europa. Fue un orgullo que el mejor del mundo, que es un ejemplo en muchas cosas, haya hablado de mí y de ese equipo. Y todo tomó más notoriedad con mis hijos, que me empezaron a ver de otra manera. Rocco, cuando vio que Leo nombró al padre, se puso como loco y empezó a prestarme más atención. Por ejemplo, cuando lo llevo a la cancha. Es tremendo que un tipo así se acuerde de la época en la que iba a la tribuna.

–¿Qué le dirías?
–Y... como dije, a veces uno no tiene consciencia de las cosas que dice, imagínate él, que todo lo que toca o habla lo convierte en oro. Pensá que yo estaba grabando el programa cuando salió eso publicado. Sólo puedo agradecerle por la simpleza, por la humildad y por todas las alegrías que nos da adentro y afuera de la cancha.

–¿Probaste el dulce de leche de Cañuelas?
–Durante la estadía comimos un dulce, porque me hablaron de todos lados de lo que se produce ahí, y es riquísimo. Así que si vuelvo para esos lados ya sé que tengo que repetir. 

–En el club faltan goles. ¿Te podrías la 9 si te lo piden?
–¡Por supuesto! Me interesa jugar, me interesa dirigir. Estaría muy bueno…

–¿Te ves ligado al fútbol?
–Después del retiro hice el curso de entrenador, estoy recibido como profe de infantiles y profesionales. La vida del técnico es muy complicada. Por ejemplo, en mi caso, tengo hijos chicos y si te rajan, al mes quedás anclado con toda tu familia en una ciudad. Quizás en este momento, lo pensaría dos veces antes de aceptar una oferta en ese cargo. 

–Si te llaman de Newell’s o algún otro club para sumarte al cuerpo técnico, ¿qué vas a contestar?
–Sí, me encantaría, pero me gustaría ganar experiencia como segundo entrenador en un equipo de trabajo exitoso. Sinceramente, no tengo aires de protagonista y estaría bueno sumarme a algún cuerpo técnico copado.

–¿Tenés pensado que vas a hacer con el dinero?
–Sí, voy a hacer un viaje a Disney con mi familia y después vamos a pasar un par de semanas a Playa del Carmen, en México. Vamos todos los años, es nuestro lugar en el mundo y los chicos ya tienen sus propios amigos ahí. Así que parte del dinero se va a ir ahí, junto a mi gran equipo, que es mi familia.