“Nicolás siempre mantuvo el vínculo”, disparó Ángel Romero, el abuelo del hijo de Nicolás Cuarenta en las páginas de El Ciudadano. El ex suegro del piloto cañuelense salió a bancar a su hija, sentenciada a 9 meses de prisión condicional por el delito de impedimento de contacto entre un menor y su padre. Y el bicampeón de Kart quiso derecho a réplica en un caso que sigue causando revuelo: “El chico sigue en Miramar cuando los padres están en Cañuelas. Me quitaron el rol de papá”.

–¿Qué tenés para decir de las acusaciones de tu ex suegro?

–Y... es una persona que estuvo internada en La Plata por problemas mentales, tiene a mi hijo como un trofeo. Y yo, que soy su único padre y la madre, ¡estoy en Cañuelas! Por ende, mi chico tiene que vivir acá. La patria potestad es de los padres, no de los abuelos.

–Él dice que el inconveniente comenzó porque tu ex pareja no quiso reconstruir la relación…

–No, el problema comenzó cuando mi hijo tenía meses de vida y se lo adueñaron. Decidí cortar la relación y ahí empezaron los problemas, porque nunca cumplieron con el convenio pactado en el juzgado de Cañuelas y Lobos.

–¿Hace cuánto que no ves a tu hijo?

–En 6 años, lo vi menos de diez veces. La última vez fue hace 2 años, luego de ir millones de veces hasta la Costa. Accedieron porque ya había llegado la causa, no les quedó otra.

–¿Qué repercusión tuvo el fallo judicial?

–Es el primero en el país en determinar la prisión de la madre por impedimento de contacto entre su hijo y el padre. Sirvieron tantos testigos y denuncias. El caso va a marcar un precedente.

–¿Esperabas esa resolución de los jueces?

–Sí, pero mi hijo sigue lejos y hay una citación para que el menor concurra al psicólogo, pero nadie lo lleva. Y como yo no me puedo presentar, hice la denuncia correspondiente. Es una lástima, lo manipularon en contra de mi persona. Me queda esperar a que sea más grande y decida verme, mi chico es inocente. Sus abuelos se adueñaron de alguien que no es su hijo.

–¿Qué esperás para el futuro de tu hijo?

–Espero que encienda por qué estuvimos separados tanto tiempo. Quiero recuperar todo el tiempo perdido, poder hacerlo feliz y acompañarlo en todo lo que se proponga hacer.

–¿Cómo surgió la idea del mural?

–Salió de la idea de tenerlo a la vista en el patio de mi casa, también lo tengo tatuado. Quiero cumplir el rol de papá que me quitaron, el dolor que siento es incontenible. Además, la pasamos todos mal, su abuela, tíos y primos, no lo ven hace más de 5 años y lo extrañan muchísimo.