El primer intendente de Cañuelas tras el retorno de la Democracia, Jorge Domínguez, falleció en la madrugada de ayer, a la edad de 78 años, en su casa ubicada sobre Ruta 3, entre Santa Rosa y Los Pozos. Tenía cuatro hijos. 

El ‘Potro’, como se lo conocía, condujo los destinos del distrito entre los años  1983-1987 y 1987-1991, sin haber tenido antes una militancia ni cargos partidarios.

Había nacido en esta ciudad el 4 de febrero de 1944 y desde hacía un tiempo se había alejado del casco urbano. La muerte lo sorprendió mientras estaba con su mujer, la chilena Edith Vega. Una falla cardíaca provocó su deceso. Parte de su familia prefirió una ceremonia en la casa velatoria local y luego cremar sus restos. 

Además de su lugar como jefe comunal, tenía como ocupación un estudio contable  y la colaboración en entidades intermedias.  

Mientras ejercía el segundo mandato como jefe comunal,  mató su amante  española, en plena calle. Tras el femicidio intentó quitarse la vida. Una eficaz defensa legal y unos jueces tolerantes derivaron en tres años de cárcel. Consideraron que actuó bajo emoción violenta.  

Las riendas de la administración municipal fueron tomadas por su secretario de Gobierno, Ezequiel Rizzi.
La violencia siguió, como la política. Por el año 1992 fue precandidato a intendente.  Perdió la interna con Convergencia Radical.  

Resulta que intentó matar a tiros por celos Jorge Sittner, un hombre allegado a su entorno, en septiembre de 1998. La víctima estaba en pareja con Vega, quien luego se convertiría en su pareja formal. Estuvo prófugo un año hasta que fue el juicio oral.

Y los antecedentes penales se estiraron. Ya no estaba visible y alejado de la política.
Por un problema vecinal con una arquitecta de nuestra ciudad, que incluyó amenazas y lesiones contra ella y su madre, recibió otra condena.