María López tiene 67 años y vive en el barrio Peluffo. En la semana, dejó el anonimato luego de su presentación en ‘Los 8 escalones’, el ciclo conducido por Guido Gaczka que se emite por El Trece. La vecina del corredor de la Ruta 3 habló con El Ciudadano y dejó bien parada a la ciudad de Cañuelas: se llevó el premio de un millón de pesos y y ya decidió en qué va a invertir el dinero: quiere escalar los 6.962 metros del cerro Aconcagua, cruzar el océano Atlántico y buscar a su hermana.

En el medio de la alegría, que pudo ser aún mayor, ya que intentó doblar la apuesta, María compartió su presente y también decidió mirar para atrás. Es que esta ama de casa, recibida de chef y con experiencia en varias cocinas importantes de la ciudad, compartió su dura infancia, que transcurrió entre maltratos y abusos dentro del seno familiar. Fue privada de su libertad desde los 5 años y estuvo indocumentada durante un largo tiempo. Y como si fuera poco, vivió separada de su propia hermana. 

Su principal desafío fue transitar su vida a fuerza de voluntad, a pesar del horror que soportó de chica. Estudió en la escuela Estrada y cursó el profesorado de Enseñanza Primaria. Recorrió varios destinos como mochilera y llegó al Machu Picchu, en Perú. Lejos de conformarse, luego de ganar el millón de pesos, asegura que subirá a la cima del Aconcagua. Fue lo primero que se le vino a la cabeza a ‘Marily’, como la conocen en todo el barrio.  

-¿Qué le decían los vecinos de Cañuelas? 
-¡Estaban revolucionados! Se comunicaban unos con otros para mirar el programa y me mandaban mensajes animándome y deseándome suerte. Y ni que hablar en las redes sociales, me llenaron de saludos y buenas vibras. 

-¿Cuándo decidió anotarse? 
-Siempre miraba el programa, un día me decidí a probar suerte y vi que estaban inscribiendo por la página web de ‘El Trece’. 

-Si existiera la chance de ir a otro programa, ¿a cuál iría? 
-A ‘Pasapalabra’. Estoy estudiando todo lo que pasa por mis manos, así que ya estoy preparada. 

-¿Qué va a tener en cuenta para prepararse? 
-Voy a mirar muchos documentales, se aprende mucho con la gran variedad de programas que hay para elegir. Conozco mucho sobre interés general y me encantan los crucigramas. Sólo espero que no me toquen muchas preguntas sobre tecnología o temas actuales, je. 

-¿Hubo un estudio de las preguntas para ‘Los 8 escalones’? 
-No, porque las preguntas las hicieron en el momento, tal como se ve. Lo único que vimos con anticipación fueron los escalones y los nombres de los invitados, que son los especialistas en cada tema y habitualmente se encargan de hacer algunas preguntas. Cuando participé estaban Carmen Barbieri, Walter Nelson, Jimena Monteverde y Soledad Solaro. 

-¿Se quedó con bronca por no haber llegado a la instancia final? 
-Para nada, disfruté mucho de la experiencia de haber estado en la TV abierta. 

Chef. Se recibió a los 60 y trabajó en restaurantes locales.

-¿Cómo sigue su vida? 
-Mi vida sigue tranquila, disfrutando de mi hijo, mi nuera y mis nietos. No cambiaré mi rutina, estoy muy feliz de la experiencia y obviamente por haber ganado. Ah, y junto a mis mascotas, perros y gatos recogidos de la calle, son mi compañía, ya que vivo sola. 

-¿Sigue en pie el sueño de escalar el Aconcagua? 
-Por supuesto, me encanta estar en comunión con la naturaleza. Así que ya estoy buscando algún gimnasio que quede cerca para ponerme en forma. También, me gustaría mochilear (sic) por Europa, Africa y Asia. Me gustaría cruzar el Atlántico en barco trabajando como cocinera, ya que me recibí de chef a los 60 años en el Instituto Gastronómico Cañuelas y estuve en varios restaurantes. 

-¿Cuál es su especialidad? 
-Cocino de todo, salado y dulce, pero me especializo en los postres porque soy muy dulcera, ja. 

-Y en la vida, ¿qué deseo tiene? 
-Me gustaría poder encontrar a mi hermana. Tiene 69 años, me dijeron que la crió un matrimonio que la anotó como propia. Sólo sé que eran en la zona de Lanús y vivían al lado de un kiosko que tenía mi madre. Mi hermana nació en el hospital de Lomas de Zamora, lo único que conservo es su partida de nacimiento, allí figura como Mirta Sagra, pero después le cambiaron su nombre, como a mí. 

-¿Sufrió el cambio de identidad? 
-Claro, yo me llamaba María Graciela Sagra, pero quemaron mi documentación y estuve durante 10 años sin papeles. Luego, me anotaron como María Graciela López para tapar una cuestión de abuso desde los 5 años. 

-¿Tuvo una vida dura? 
-Sí, por eso siento una gran emoción por este millón. Hice la Primaria a los 21 años porque la pareja de mi madre no me dejaba salir de la casa. Ni mi mamá ni yo podíamos salir al almacén de la esquina, era un martirio. Además, sufrí abuso por parte de mi padrastro y me fui de casa a los 20 años con un hombre mayor que estaba en silla de ruedas. Luego, él murió y yo quedé viuda a los 35 años con un hijo de 4 años.

-¿Pidió ayuda en algún momento? 
-Es que era muy difícil, ya que todas las cosas feas que me ocurrían fueron consentidas por mi propia madre y vivíamos encerradas. Mucho tiempo después, los profesionales del CPA (Centro de Prevención de Adicciones de la Provincia de Buenos Aires) que me tuvieron a cargo de grande supieron de toda mi situación, al igual que algunos vecinos. 

-¿De qué manera  iniciará la búsqueda de Mirta? 
-Por todos los medios, recolectaré información de todos los rincones a partir de la partida de nacimiento que tengo para poder conocerla. Espero que haya servido mi participación en el programa. Si alguna persona sabe sobre su paradero, mi Facebook es Marien Sagra, así figuro también en Instagram. Espero poder encontrarla y darle un fuerte abrazo.