Pide que la ayuden con su peligroso hermano

Interés general 26 de julio de 2022 Por Leandro Barni
Débora, una vecina del barrio San José, está angustiada y aterrada por las agresiones de su problemático familiar, E.A., de 28 años. Teme por su seguridad y la del resto de la sociedad. Lo denunció en el Juzgado de Paz de Cañuelas.
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E.A. es abrazado por sus hermanas. Lo quieren ayudar y no se deja. Una de ellas pide apoyo judicial.

Una mujer de Cañuelas hizo pública la angustiante situación en la que se encuentra, víctima de amenazas de muerte y agresiones por parte de su hermano. No solo ella; también, su marido y otra hermana fueron amedrentados. En diálogo con El Ciudadano, contó que su problemático pariente, cuyas iniciales son E.A., hoy de 28 años, viene acumulando todo tipo de presentaciones judiciales desde que era un adolescente.

“Como menor de edad acumuló hechos de violencia y tiene antecedentes penales. A sus 17 años le pasó por encima a un chico con su moto. Lo dejó un mes en coma. Quemó una pieza de su casa mientras su pareja estaba con un nene y la hija de ambos. A un amigo le pegó con un fierro en la cabeza. También, tiroteó una casa en el barrio Guzzetti. Los fines de semana se peleaba con cualquiera. Y a una de mis hermanas, la roció con gasoil. Es una escalada de hechos y quiero que nadie más tenga problemas, por eso me acerqué al Juzgado de Paz de Cañuelas, mientras otra hermana intenta ayudarlo con la medicación. Es peligroso para él y cualquier persona”, remarcó Débora, de 41 años, la denunciante.

Ella vive en el barrio San José, con su marido Nicolás D.L.S. Enfrente, está la casa del hijo del matrimonio. Pero se trata de la misma barriada donde habita E.A., lo que le genera aún más inseguridad teniendo en cuenta los enfrentamientos denunciados por la mujer.

En la actualidad, su hermano cuenta con una  orden de restricción de acercamiento. Ella tiene en su poder un botón antipánico. “También se emborracha y, cuando estuvo en nuestra casa, se apoderó de algunas cosas, además de golpear la puerta y pegarme. Estuvo varias veces internado por su consumo de drogas, pero siempre lo hace para huir de la Policía o cuando le salen pedidos de captura. Lo detienen, pero nunca es por un tiempo prudencial”, agrega el esposo.

En ese ir y venir del Juzgado, la mujer solicitó que su hermano “sea evaluado desde lo médico y se descarte algún trastorno psiquiátrico”. Débora agregó: “Hay una orden judicial para que sea evaluado por un psicólogo, psiquiátrica y médico. Con tantos antecedentes, él sigue molestando también a su ex pareja. Así como me cuenta sus supuestas hazañas (sic), me dice que no puede dominar su mente”.

La mujer dice que tiene otro cinco hermanos. “Me hice cargo de ellos al fallecer mi madre, con 53 años, que era esquizofrénica. Mi padre se fue hace 20 años del país”, revela. “No quiero más personas agredidas.

Tengo un hijo grande que también lo sufrió. Se  metió con chicos. Necesito que la sociedad esté a salvo.

Deben evaluarlo, descartar si tiene algo, pero como familia se escapa de nuestro control. No podemos más”, finaliza conmovida.

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