Desde hace un tiempo pocas noticias se han tenido de Nicolás Eli y eso radica en un simple hecho: no está compitiendo.

“¿Acaso Eli se lesionó o dejó el tenis?”, son preguntas que rápidamente se le pueden cruzar por la cabeza a cualquiera de sus seguidores. Aunque la respuesta nada tiene que ver con aquellas posibilidades.

Sin ir más lejos, el juvenil tenista, de destacado andar en el mundo de la raqueta tanto en infantiles como en juniors, sigue creciendo en lo que hace a su edad –ya tiene 17 años– y también, en cuanto a sus objetivos.

“Estoy entrenando a full y poniéndome en óptimas condiciones físicas porque el objetivo es jugar a nivel profesional, por lo que en la segunda mitad del año competiré mucho más”, sostuvo Eli, mano a mano con El Ciudadano.

“Estoy entrenando con Franco Davín, alternando entre Miami y Buenos Aires, siempre bajo su supervisión. Perdí mucho tiempo y lo estoy tratando de recuperar con trabajo, constancia y con el apoyo de mi entrenador”, enfatiza.

Eli ha regresado recientemente al país luego de su segunda incursión en Estados Unidos, donde se entrena, como dijo, bajo la órbita de Davín, ex coach de Gastón Gaudio y Juan Manuel Del Potro, entre otros.

“Franco ajustó muchas cosas y hasta modificó otras como la raqueta, por ejemplo, además de la forma de pararme dentro de la cancha y todo eso lo estamos aplicando en este tiempo”, sostiene el cañuelense nacido el 3 de marzo de 2005, hijo de Roberto y Gisela.

–Decís que perdiste demasiado tiempo. ¿A qué te referís, específicamente?
–El tenis no es solo pegarle a la pelotita, tiene muchos otros aspectos muy ligados como la alimentación y la hidratación, los cuales no estaban del todo incorporados. En esta etapa, los entrenamientos y la competencia comenzaron a ser mucho más exigentes y empecé a padecer calambres que me restaron confianza. Todos pensaban que eso estaba relacionado con un lado psicológico, pero yo tengo claro que quiero ser tenista profesional.

–¿Cuánto hace que estás en este nuevo proceso de entrenamiento?
–En febrero tuve una charla con Franco (Davín) en la que se ofreció para ser mi entrenador y hacerse cargo de toda mi carrera. Me escuchó y empezamos a trabajar con médicos, nutricionistas y psicólogos. Me sacó un montón de miedos que tenía dentro de la cancha. Arrancamos desde cero, ahora hay un montón de metas y desafíos que quiero lograr y de a poco voy volviendo. Me siento motivado, escuchado y acompañado. En lo físico me entreno en Miami y, cuando estoy en el país, en Parque Norte.

–Este actual proceso de entrenamiento, ¿en qué difiere de lo que venías haciendo?
–Hubo muchísimos cambios tanto adentro como afuera de la cancha. En este equipo se habla de todo y Franco está convencido de que puedo ser muy bueno en lo profesional. Tengo que estar ordenado y cómodo dentro y fuera de la cancha. En lo tenístico crecimos mucho. Cambiamos muchas técnicas y sumamos otras que me están ayudando a jugar cada día mejor y hemos avanzado mucho a nivel físico: recuperación muscular y alimentación, además de rutinas diarias para aguantar cada entrenamiento y cada competencia.

–Davín está a cargo de todo el trabajo que estás realizando, ¿cuál es su función?
–El es el entrenador oficial y como tal habla y coordina con todo el equipo. Pone objetivos en cada sector y luego se interioriza sobre cómo me voy sintiendo con cada uno de esos cambios. Está en cada detalle.

–¿Qué cosas de tu tenis cambió Davín?
–Lo primero que se cambió fue la raqueta y fue un cambio importante. De hecho, la que venía usando me quitaba mucho físico y me impedía mantenerme en forma tanto en los entrenamientos como en la competencia. Esa modificación hizo que tuviera que adaptarme al mango, variando, además, todos los golpes, pero mejoré muchísimo y potencié mucho mi juego. La postura fue otro punto a cambiar y, naturalmente, lo que ya mencioné respecto a los miedos y calambres. Ya no los tengo.

–¿Te está costando mucho trabajo adaptarte a todos esos cambios?
–Los tengo más incorporados y ya forman parte de mi tenis, pero hubo mucho laburo de semanas y semanas. No obstante, seguimos laburando en un montón de cosas. 

–¿Se han planificado otros viajes a esta misma ciudad para seguir entrenando con Davín en persona?
–La modalidad de trabajo incluye semanas de entrenamiento en Miami y en Argentina, pero el entrenamiento nunca para. Quienes laburan conmigo acá, en Argentina, están en continuo contacto con Franco, por lo que él está al tanto de todo. Este formato me da la posibilidad de no estar separado por mucho tiempo de mis afectos.

–¿Cómo hacés frente a todos los costos ocasionados por estos viajes e incluso por el asesoramiento del propio Davín?
–Franco me está ayudando.

–¿Cómo se dio la idea de pasar al profesionalismo?
–Siempre estuvo en mi cabeza esa idea, pero se materializó en un momento en el que estaba solo y sin equipo aunque con mucha gente que me quería ayudar. Eso fue clave.

–Venís de una etapa en la que lograste rutilantes títulos aunque dentro del profesionalismo es probable que, inicialmente, el panorama sea más complicado. ¿Cómo te preparás mentalmente para asimilar este nuevo desafío?
–Entrenando mucho y con mucha disciplina. Tengo que armarme, además, de mucha paciencia y estar sumamente ordenado y concentrado en el objetivo que me propuse.

–¿Ya hay una fecha establecida para sumarte al circuito profesional?
–Sí. Franco tiene ya en su agenda deportiva un par de alternativas en lo que hace a los torneos ‘Future’ a jugarse en Miami.

–¿Tenés también un listado de torneos a participar?
–Sí, son torneos profesionales Future M15 y M25, que se van a utilizar para agarrar ritmo de partido y volver a sentir esa energía típica de la competencia dado que hace mucho tiempo que no juego. La idea es ir subiendo en el ránking y empezar a jugar los torneos que siempre quise.

–¿Algún referente con el que te gustaría cruzarte dentro de una cancha?
–Son varios... Pero me gustaría jugar con Carlos Alcaraz, el tenista que está haciendo más ruido en la actualidad.