Una travesura terminó con once chicos intoxicados

Interés general 05 de julio de 2022 Por Leandro Barni
Un escolar habría arrojado una birome a una estufa. Los alumnos fueron trasladados al hospital Marzetti. El mismo día, recibieron el alta médica. Repercusiones.
Escuela 6
La escuela de Máximo Paz ya había realizado, a inicios del ciclo lectivo, la prueba de hermeticidad de su red de gas.

Luego de una situación de emergencia con alumnos de una escuela primaria de Máximo Paz, que se sintieron mal a causa de la quemadura de un calefactor, los chicos fueron dados de alta y las clases retornaron con normalidad.

Un total de 11 niños de sexto grado de la EP 6 ‘Vicente Pereda’, de Máximo Paz, fueron asistidos en el hospital Angel Marzetti la semana pasada, supuestamente porque una estufa quemó algún objeto que habría sido arrojado por algún escolar.

Al cierre de la edición del día 25, se había activado un dispositivo para asistir a escolares en cuatro ambulancias al establecimiento mencionado y llevarlos a la salita sanitaria. Luego llegó otra etapa para colaborar en la emergencia y, en media hora, los menores llegaron al hospital local.

“Fueron dados de alta el mismo día y los estudios médicos (que recibieron los niños) no arrojaron que fuera una intoxicación”, dijo a El Ciudadano la jefa distrital, Silvia Dickie.

Así lo aseguró la inspectora de Educación de Cañuelas, luego que el establecimiento escolar diera cuenta de la situación por presunta intoxicación.

El hecho habría ocurrido porque tiraron alguna birome u otro objeto plástico en una de las estufas encendidas.

Tras un chequeo de rigor, que incluyó laboratorio completo, los menores fueron dados de alta ese mismo día. Algunos habían manifestados dolores de cabeza y estomacales. En todos los casos pasaron por un estudio de carboxihemoglobina que se realizó en el hospital de la Cuenca Alta. Como el resultado fue negativo, se supo que no había sido por la presencia del temido monóxido de carbono.

En ese contexto, el secretario de Salud de la Comuna, Daniel Arfus, respondió que “todos (los escolares) están en sus domicilios; no es que unos estaban más graves que otros, sino más sintomáticos, pero gracias a Dios todo bien y no fue por monóxido. Si bien el humo de plástico también es tóxico, pero es menos nocivo”.

A renglón seguido, Arfus detalló: “No fue monóxido. Hicieron un cuadro de intoxicación con una sintomatología similar a la intoxicación por monóxido, vómito, nauseas, dolor abdominal y cefalea. Por eso se pensó en principio, en ese diagnóstico, se le hicieron los estudios pertinentes y no arrojaron que haya sido monóxido”.

Primero, los niños fueron llevados a la unidad sanitaria de Máximo Paz y como algunos seguían con síntomas, resolvieron su traslado para el hospital municipal Marzetti.

Sobre el origen del suceso, el facultativo dijo que “fue por el humo de un plástico que tiraron los chicos en una estufa. Eso había relatado una docente”. En ese sentido, la inspectora Dickie no hizo ninguna mención.

Todo indica que se trató de una travesura. Un chico tiró una birome –lo más probable- y enseguida empezó a ser consumida por el fuego del calefactor. De inmediato, generó un olor a plástico quemado. Una docente fue advertida de la situación y resolvió apagar el artefacto. Sin embargo, el ambiente quedó impregnado del olor incómodo.

Tras el hecho, se recordó que la escuela tenía efectuada la prueba de hermeticidad de la red de gas realizada antes de inicio del ciclo lectivo escolar y sobre la cual el Consejo Escolar tiene injerencia. De esta manera, se descartaba algún signo de alarma por monóxido de carbono o algún otro peligro con el servicio de calefacción. Y cuando ocurrió el incidente procedieron a cerrar todas las estufas, al mismo tiempo que ventilar los ambientes. A pesar de ello el olor siguió por un rato.

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