Los vecinos del barrio La Verónica no salen de la conmoción tras el asesinato de Susana Graciela Castillo, de 44 años y madre de 15 hijos, ultimada a golpes en una casa de San Juan y Tristán Suárez. Por el hecho está detenido su novio, Sergio Romero, un hombre de 49 años de profesión albañil, sindicado como el principal sospechoso del brutal crimen.

El hecho sucedió el pasado domingo, presuntamente en horas de la mañana. Según pudo reconstruir El Ciudadano, Susana y Sergio habrían salido a bailar el sábado por la noche a una fiesta organizada en el barrio Los Aromos, y luego volvieron a la casa del presunto femicida, donde se quedaron a dormir. 

Al día siguiente, los hijos menores de edad de Susana salieron a jugar a la placita del barrio. Los investigadores presumen que ese habría sido el momento en el cual el albañil aprovechó para cometer el hecho.

Pasado el mediodía, uno de los hijos de la víctima llegó a la vivienda y se encontró con lo peor: su madre estaba tirada en la habitación, ensangrentada y con signos de haber sido asesinada a golpes. Fuentes del caso informaron que la mujer presentaba un importante orificio en el pómulo y que fue ultimada con una maza de 5 kilos. El arma homicida fue hallada por los peritos en el lugar del hecho, el mismo día que ocurrió el femicidio.

Tras cometer el crimen, Romero agarró su mochila y salió de la propiedad a bordo de una bicicleta, su medio de transporte habitual. Luego, fue hasta la casa de su hermano, se cambió la ropa e intentó fugarse de la ciudad en el mismo rodado. Se sabe que el hombre tenía dinero de un trabajo de albañilería que había cobrado días antes, por lo que se presuponía que podría haber viajado a otra provincia.

Luego de tres días de intensa búsqueda, las informaciones brindadas por las autoridades sostuvieron que las Cámaras del Centro de Monitoreo Municipal de Cañuelas fueron la clave para dar con el presunto femicida, quien fue interceptado en el cruce de las rutas 3 y 6, junto a su bicicleta y los restos de una fogata con la que se habría calentado durante las frías noches. 

El implicado fue trasladado a la Comisaría Primera de Cañuelas, donde permanece detenido. En tanto, el imputado por “homicidio agravado por mediar violencia de género”, se negó a declarar este jueves ante el fiscal que interviene en la causa, Javier Berlingieri, titular de la UFI N° 1.
 Susana Graciela Castillo tenía 44 años y era madre de 15 hijos. 

Un final anunciado

En diálogo con El Ciudadano, Silvia, hermana de la víctima, dio detalles de la relación que tenían Castillo y Romero, y reveló que sobre el hombre recaen varias denuncias por violencia de género.

“Susana y Sergio se conocieron hace aproximadamente cinco años. No tenían una relación estable como pareja y tampoco convivían. Pero iban y venían, ya que tenían una hija en común que tiene 3 años”, manifestó. “Nosotros sabíamos que él era violento y que siempre le pegaba a mi hermana. Incluso, tenía una perimetral porque una vez le dio un ‘tenazazo’ que casi la mata”, agregó. 

En ese episodio, Silvia contó que uno de sus hijos intervino para defender a su madre. La situación fue denunciada ante la Comisaría de la Mujer, pero el hombre le juraba que “iba a cambiar” y le suplicaba perdón luego de cada acto violento que tenía sobre ella.

“Le pegó reiteradas veces. Nosotros le pedíamos que no siga con él, pero Sergio le decía que la quería, que iba a cambiar, que lo disculpara, y ella lo perdonaba. Pero siempre fue celoso. Hubo un tiempo en el que estuvieron separados tres meses, cuando ella no le hablaba, y después volvieron”, contó la hermana de la víctima.

A su vez, Silvia reveló que la pareja intentó convivir, pero él le “propinó una paliza” que hizo que Susana tomara la decisión de vivir sola con sus hijos. Su novio, de todos modos, la iba a visitar seguido.

Por otro lado, Sebastián, uno de los hijos de la víctima, denunció que el sospechoso tenía antecedentes por violencia de género también contra una ex pareja, que “era un prófugo de la Justicia” y que no sabe “qué hacía suelto”. “Este hombre tenía una condena de 25 años y no sé qué hacía suelto. Él tendría que estar preso hace muchos años. Al muchacho no le importa nada”, indicó el joven en un estado de indignación.

También reveló que, momentos antes de la detención de Romero, el sujeto se había refugiado en la casa de su hermano, en el barrio Peluffo. “Le fue a pedir plata para irse de viaje a Paraguay. El hermano le dijo que iba a llamar a la Policía y él amenazó con suicidarse. Cuando llegó la Policía, dijeron que ya no estaba ahí”, relató.