Milo Fernández Araujo: “Cañuelas es un gran semillero de polistas”

Deportes 25 de abril de 2022 Por El Ciudadano
Fue coach durante la etapa más exitosa de La Dolfina y hoy está al frente de la Selección Argentina que ganó el título en la Catedral de Palermo. El boom del deporte entre las mujeres y sus anécdotas con Cambiaso. Mano a mano con El Ciudadano.
polo milo fernandez araujo 20
Mano a mano con El Ciudadano. Fernández Araujo destacó la capacidad de sus chicas y habló sobre los tiempos compartidos en La Dolfina.

Milo Fernández Araujo fue el arquitecto de La Dolfina más exitosa que se recuerde. Al frente del equipo liderado por Adolfo Cambiaso, ganó tres triples coronas consecutivas (2013, 2014 y 2015) y 39 victorias consecutivas hasta la final del Abierto de Hurligham en 2016.

Hasta 2018 dirigió a los cracks que le dieron impulso al equipo fundado por Adolfito y Bartolomé Castagnola. Y ahora, a los 56 años, este madrileño que de chico se instaló en la Argentina y soñaba con ser piloto de automovilismo, se corporizó en el entrenador de la Selección Argentina que ganó el primer Mundial de Polo. Fue un evento histórico.

Con 14 prácticas en 45 días, Milo pergeñó un equipo que ya es leyenda. La cancha 2 de Palermo fue epicentro de la consagración. Las chicas argentinas vencieron a Estados Unidos (6 a 2) ante más de 6 mil espectadores en la Catedral. Y El Ciudadano habló exclusiva con el padre de la criatura.

–Argentina es sinónimo de polo. En ese sentido, ¿el equipo sentía cierta presión en la previa del Mundial?
–El equipo, a pesar de ser sumamente joven, no sintió ningún tipo de presión. La idea era llegar lo más lejos posible, pero siempre les remarcamos a las chicas que disfrutaran lo que estaban viviendo.

–¿El debut fue el partido más difícil por el contexto?
–Sí, porque veníamos con un determinado funcionamiento y teníamos que ver si lo podíamos dejar plasmado en la competencia. Ese mismo día con Irlanda (N. de R.: Argentina ganó 7 a 3), comprobé que podíamos andar mejor y por eso, para el segundo partido, cambiamos algunas posiciones y todo fue más natural.

–¿Cómo vivió la final?
–No es común ver partidos abiertos y emocionantes a este nivel. Estados Unidos salió favorita en el sorteo de caballos, pero las chicas respetaron el sistema de juego esperado y tuvieron mucha actitud para jugar. Fue una gran final.

–¿Este Mundial viene a continuar el camino que abrió el Abierto Argentino de Polo Femenino?
–Exacto. El Abierto fue un primer paso, un principio; fue y es algo espectacular para el polo femenino, que está creciendo. En esa misma línea, el Mundial es como la prolongación de aquello, amplía el espectro de competencias.

–Sin lugar a dudas, ambos eventos sirven para instalar y darle vidriera al polo femenino.
–Seguramente van a contagiar a muchas chicas que están dando sus primeros pasos en el polo. Como sucede en otros deportes, cuando hay un mundial mucha gente quiere hacer lo mismo que los protagonistas y allí radica la importancia de este torneo a futuro.

–¿Y qué imagina, justamente, a largo plazo?
–El polo femenino hoy tiene que pulir mucho. El semillero de chicas jóvenes es algo que hay que estar mirando permanentemente, creo que es el mejor del mundo.

La charla deriva en su pasado en La Dolfina. “Fue una etapa de oro y la más gloriosa del polo argentino, no solo de La Dolfina. Fue una década en la que se vieron cuatro cracks juntos haciendo historia”, dice con una sonrisa.

–¿Cómo se le llega al mejor jugador del mundo?
–Siendo uno mismo. Siempre le fui honesto y le dije lo que pienso. Adolfo es una persona que escucha y tiene su propio punto de vista. Todos opinábamos, dábamos ideas y entre los cinco sacábamos conclusiones.

Con honestidad y verdad las codas salen solas, no hay mucho más que inventar.

–¿Los asados y reuniones informales en las caballerizas de La Dolfina, en Alejandro Petión, servían para descontracturar la relación entre coach y dirigidos?
–En realidad nunca hubo una “contractura” (risas), siempre fueron mis amigos y yo fui el coach porque había que ponerle un título a esa función, pero mi amistad con ellos existía antes de que asumiera ese rol. Los asados siempre fueron para nutrir al equipo y unirlo hablando de cualquier tema fuera del ámbito de la competencia.

–Si tuviera que definir a la escena polística cañuelense actual, ¿con qué palabras lo haría?
–Es una de las cunas  de muy buenos jugadores, al igual que Trenque Lauquen y Coronel Suárez. Cañuelas hoy es un gran semillero de polistas.

Fernández Araujo tendrá continuidad en este proyecto y ya imagina nuevos desafíos: “La Copa de las Naciones se jugaría a fines de noviembre, por ahora no tenemos novedades, pero vamos a disfrutar esto”.

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