Los pasos de Ceferino Namuncurá hacen de Uribelarrea una ruta cargada de fe

Interés general 11 de diciembre de 2021 Por El Ciudadano
Entre 1898 y 1902, el joven salesiano de origen mapuche estuvo en el pueblo cañuelense. Luego, siguió camino al Sur. La historia del beato que, un siglo después, marca el pulso del circuito regilioso que vincula las distintas localidades en las que permaneció durante su adolescencia.
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A pesar de su corta vida, el beato Namuncurá marcó rutas y lugares, como en Uribelarrea, en el colegio salesiano Don Bos

Leandro Barni

Así como Luján es conocida como la Capital Nacional de la Fe, el Litoral es devoto de la Virgen de Itatí. San Nicolás concentra la fe popular y Tandil es la Meca del turismo durante Semana Santa. Cañuelas también tiene lo suyo. Más precisamente, Uribelarrea, que se prepara para convertirse en un futuro centro religioso o, más precisamente, en una ruta que le ofrezca al viajero la posibilidad de alojarse para descansar y, al mismo tiempo, participar en retiros o entregarse a un rato de reflexión.
Por eso ha surgió la puesta en valor turística de un nuevo producto multidestino al que llamarán Ruta Cefiriniana entre Almagro (CABA), Uribelarrea (Cañuelas), Fortín Mercedes (Pedro Luro, Villarino), la comarca Viedma-Carmen de Patagones (Río Negro, provincia de Buenos Aires), Chimpay (Río Negro) y Junín de los Andes (Neuquén).
Hace un año, el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires, declaró de ‘interés provincial’ la creación del nuevo producto turístico multidestino que reúne a las distintas localidades en la que circuló Ceferino Namuncurá.
Para las autoridades provinciales, la figura de Ceferino se ha afianzado como referencia de devoción con el paso del tiempo, tanto en las comunidades por las que circuló como en cada sitio en el que dejó una huella espiritual durante su vida.
Y a nivel local, la iniciativa tiene declaración de interés municipal.

Sus pasos
Resulta que el Colegio salesiano Don Bosco, en Uribelarrea, albergó en tres ocasiones a Ceferino, entre 1898 y 1902, para recuperarse físicamente de la tuberculosis y recibir educación. El establecimiento tiene un monumento al beato en los jardines del colegio, que fue inaugurado en 1952.
En el libro “El Santito de la Toldería (Editorial Poblet, 1947), de Manuel Galvez, se relata: “Al terminar sus estudios primarios en el colegio Pio IX de Almagro, Ceferino expresa el vehemente y decidido deseo de ser sacerdote para anunciar el Evangelio a sus paisanos (…) Lamentablemente, junto con tan altas ambiciones, la salud del adolescente mapuche iba desmejorando. Inútil resultó que lo llevaran un tiempo –cuenta Néstor Noriega, en Semblanza de Ceferino Namuncurá (Ediciones Didascalia, 2007)- a la escuela de agricultura que los salesianos tienen en Uribelarrea para que el aire puro lo tonificara. Por eso, en 1903, monseñor Juan Carlos Cagliero decide llevarlo nuevamente al sur, a Viedma”.
Y para reforzar su presencia, también en la faz artística, se estrenó en 1971, la película “El milagro de Ceferino Namuncurá”, la cual tiene varios vecinos como extras y hasta el padre Domingo Chiófalo.
Asimismo, se destacan locaciones del pueblo uribeño, como el establecimiento apícola El Chelibo, los corrales del colegio Don Bosco, el bar El Argentino, la plaza Centenario, la estación del ferrocarril y el antiguo cementerio.
Para esta movida con el beato, que representa una oportunidad para el desarrollo de actividades turísticas, sus promotores advierten que “los sitios que atesoran el valor de haber sido testigos de su andar por la vida no han procurado hasta el momento sino y sólo desde su única individiualidad y significancia, trascender y ocupar un lugar preponderante en el mapa trazado por la práctica de la fe ceferiniana”.
Uribelarrea ya es una ruta de fe.

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