PROF. Anabella Lucione 

La fuerza de nuestras palabras no es algo que tenemos presente a la hora de expresarnos. A través de ellas podemos ayudar a nuestro propio ser o colaborar con los demás, hacernos daño o lastimar al prójimo. Por eso son tan poderosas y muchas veces no medimos las consecuencias de su efecto.
Desde este rincón, entonces, vamos a intentar mejorar nuestra manera de tratarnos, de amarnos a nosotros mismos. Incluso, cuando hablamos de nosotros con otras personas. Sin ir más lejos, la expresión más común es “soy un tonto”, “soy un distraído”, “soy esto”, “soy lo otro”, todo en un concepto verbal negativo que arrastramos de generaciones anteriores.
Para mejorar nuestra  vida vamos a incorporar el “YO SOY” con afirmaciones positivas para nuestra forma de vivir, nuestras relaciones, nuestro trabajo y nuestra salud.
Lo primero que tenemos que saber es que “YO SOY” es la presencia de Dios –o la fuerza del Universo en la que crean–- en cada ser humano, por lo cual sabemos que podemos crear todo con y desde la palabra. “YO SOY” y una afirmación positiva pueden cambiar tu vida día a día.
“YO SOY” es una afirmación y la expresión positiva de aquello que queremos, que necesitamos, sabiendo y sintiendo en cada una de ellas que así lo determinamos, ya lo somos o tenemos es clave. Toda imperfección es la expresión de la ignorancia del ser humano, los errores del pasado, esos que formaron a hombres y mujeres actuales, con la disonancia e inarmonía del mundo presente.
Como dice el Doctor Jorge Adoum en su libro “Yo Soy”, “seguir con los mismos errores es aceptar la limitación, la imperfección. La libertad y la liberación está en: “YO SOY LA PRESENCIA DIVINA EN PERFECTA EXPRESIÓN”.
Entonces, cuando nos expresamos, podemos crear a través del “Yo Soy” la perfecta salud (sin descuidar, por supuesto, consultar a los médicos).
“YO SOY” la unión de mi amada familia en armonía y rodeada de amor. “YO SOY” la abundancia ilimitada, entrando a mi vida y llenándola de maravillosas decisiones.
¿Cómo podemos practicar el “YO SOY”, sumándolo a nuestras respiraciones?
Como mencionamos en la anterior entrega, enfocando nuestra mente y, a modo de rezo, entre las respiraciones iremos repitiendo:
“YO SOY LA SALUD PERFECTA, ARMONIZANDO CADA PARTE DE MI CUERPO”.

“YO SOY LA EXPRESIÓN DIVINA DEL AMOR Y LA COMPASION POR LA AMADA TIERRA QUE NOS SUSTENTA”.

“YO SOY EL MEDIO DEL SUSTENTO DE MI FAMILIA. YO SOY LA ARMONIA QUE HACE MEJOR CADA LUGAR EN EL QUE PARTICIPO”.

“YO SOY PAZ. YO SOY AMOR. YO SOY LA COMPASIÓN QUE ABRAZA A QUIEN LO NECESITA”.

Podemos crear infinidad de afirmaciones, y mientras más las recitamos, más se impregnan en nuestro inconsciente. Así es como día a día podemos cambiar los hábitos, esos que creamos desde que aprendemos a hablar y corregir toda imperfección, creada por nosotros.

 Les dejo una oración tomada del libro “Los pilares de la Metafísica” de Rubén Cerdeño titulada “YO SOY POSTIVO”.

“YO SOY POSITIVO”

Pienso positivo, siento positivo,
Actuo positivo, hablo positivo.
No existe cosa negativa
que pueda dañarme. 
“Yo soy en mi refugio
escudo y fortaleza”.
Le digo a todo lo negativo: 
“Tú no tienes poder”.
“Yo soy positivo”.
“Yo soy el bien”.
Pienso en bien, siento el bien,
Actuo el bien, hablo el bien
Yo no creo en el mal.
Yo solamente creo en el bien.
Algo bueno me tiene que suceder.

Le digo a lo malo: 
“Tu no tienes poder”. 
“Yo soy el bien”.

Poner en práctica estas afirmaciones nos pueden cambiar la manera de ver la vida. Es un ejercicio diario que nos hará sentir mejor anímica y espiritualmente, seres plenos.

Para poder leerlos y responder preguntas o recibir sugerencias sobre los temas que les gustaría que investiguemos, abrimos una vía de comunicación: [email protected]

(*) Maestra de Reiki Usui, Karuna y Kundalini. Gemoterapeuta y armonizadora. Especialista en magnetoterapia. Terapeuta péndulo hebreo.