La tradicional ONG Círculo Católico Obrero, que en los últimos años venía ofreciendo alguna asistencia a personas con necesidades y por otro lado entretenimiento a familias o deportistas, además de iniciar en el camino de la fe católica, está al borde de desaparecer. Así lo advirtió Dionisio Escudero, un histórico referente de la entidad que lleva décadas allí, al ver que los recursos ya no les alcanzan para afrontar el pago del servicio de luz de Edesur.
Esta organización civil hace 48 años que fue creada en nuestro distrito. Actualmente, la entidad tiene unos 40 socios, pero se encuentra sin hacer actividades. Fue sede en su momento de los Torneos Abuelos Bonaerenses, de un merendero, de un ropero comunitario, de clases de catecismo.
“Estamos sin actividades y sin recursos. Antes podíamos organizar un almuerzo y con eso se generaba un ingreso que nos permitía pagar la luz”, aseguró Escudero, de 85 años. “Nos llega una boleta mensual de 1.400 pesos, pero con el consumo cero”, aseguró.
Entre la pandemia y un robo a fines de diciembre de 2019 dejaron en una mala situación a la institución, ubicada en Matheu 446. 
Sobre el ilícito, Escudero recordó en la redacción de El Ciudadano que “nunca pudimos dar con el autor del robo, que tuvieron que ser varios para cargar las cosas. Calculo que fue con una camioneta. Pero además nunca me dejaron ver las cámaras de seguridad que estaban en el COM”.
Asimismo, contó que “jamás dijeron algo de las dos cámaras que hay en el lugar, frente a la Escuela 3 y sobre Basivalbaso. Nos rompieron dos puertas e ingresaron a los salones. Dejaron intacta la puerta de calle. Evidentemente en un auto o camioneta cargaron todo. Y lo que molesta también es que después de las gestiones de rigor, en la Municipalidad y el COM, no se supo nada del robo. Tampoco los vecinos vieron algo”. 
Además de no poder reemplazar los elementos robados tampoco pudieron cambiar las aberturas por unas nuevas.
“Hay robos en los cuales se capta a alguien con el uso de las cámaras. Ahora con lo que nos pasó a nosotros parece que no se pueden revisar las cámaras”, lamentó el dirigente del Círculo, y luego aseveró que “la fiscalía tampoco me dio bolilla”, en referencia al hecho delictivo.
“Nos dejaron sin heladera, sin once sillas nuevas, ni las dos garrafas. No tenemos plata que nos venga de algún lado”. Al respecto contó que el único ingreso son los 40 socios, que abonan una cuota societaria trimestral de 150 pesos. 
Y para graficar la situación económica dijo que “con el tesorero y el presidente del Círculo cortamos el pasto”.

Leandro Barni – [email protected]