Concejo Deliberante: el Garrahan se metió en una maratónica sesión, otra vez marcada por fuertes cruces entre los legisladores

La cuarta sesión ordinaria del Concejo Deliberante de Cañuelas no fue una más. La noche del jueves estuvo marcada por cruces verbales, carteles con mensajes políticos y denuncias de censura y violencia mediática. En un recinto con algo más de público del habitual, y con el termómetro político al rojo vivo, la deliberación se convirtió en una muestra clara del clima áspero que se empieza a respirar en el ámbito legislativo local y previo a una elección legislativa. Se colaron muchos temas del gobierno nacional y poco para resolver desde y para nuestro distrito que llevaron 5 horas. Finalizaron a la 1.47 y habían empezado a las 19.45. 

Todo comenzó cuando el concejal Bautista Augusto, de La Libertad Avanza, tomó la palabra durante la cuestión de privilegio. Con un tono encendido, denunció lo que consideró "gastos injustificados, sin explicaciones", además de "pautas otorgadas sin criterio y alquileres de maquinaria sin justificación". Pero su intervención fue abruptamente interrumpida por el concejal con mandato cumplido Pablo Arias, lo que llevó al presidente del cuerpo, Maximiliano Mazzanti, a intervenir. “Ese es un tema que se habló y debe tratarse en otro orden, con correlatividad, no con algo ya aprobado y de tono institucional”, aclaró. Ante esto, el joven edil libertario se vio forzado a silenciarse.

Desde el fondo del salón, no faltaron las expresiones de repudio. Un par de pancartas apuntaron directamente a Augusto con leyendas como: “La memoria, verdad y justicia no se mancha”, firmadas por las centrales sindicales CTA Cañuelas/Lobos, CTA Autónoma y la CGT regional.

Más tarde, tomó la palabra la concejala Natalia Blasco (La Fuerza del Cambio-PRO), quien visiblemente molesta se refirió a las críticas que recibió tras su discurso en una sesión anterior. Denunció que el director de un multimedio local que la había tildado de “fracasada en lo profesional y político”, y que había insinuado que su espacio radial sólo existía por prestar la antena de transmisión de la FM. “No puede haber extorsión. Este tipo de expresiones pretende ejercer disciplinamiento. Rechazo estos ataques y me solidarizo con quienes también los han sufrido”, expresó. Curiosamente, Blasco no reiteró la denuncia de censura que había difundido esta semana por un comunicado, tras la extraordinaria por la Rendición de Cuentas de la semana pasada.

En el espacio de la Banca Abierta, la activista Lucía Soria hizo uso de la palabra para visibilizar el trabajo de la red de promotoras territoriales de género y diversidad de Máximo Paz. Aprovechó además para reclamar la preservación del terreno donde fueron asesinadas Andrea Lungo y Flavia Aguirre, lugar que funciona como sitio de memoria comunitario.

Los mensajes políticos también se colaron en las propias bancas. Mientras que desde el bloque de Unión por la Patria colgaban carteles con una frase de Juan Domingo Perón: “No tenemos límite en los gastos para la salud pública”, el sector libertario replicó con una consigna enérgica: “Todos queremos al Garrahan. Los ñoquis afuera”.

Antes del debate de los proyectos, Mazzanti informó la decisión de no autorizar la instalación de una placa del gremio ATE en el sector del recinto Manuel Belgrano, decisión que también generó algunos murmullos entre los presentes.

La larga noche

El concejal Alejandro Cid Menna, de Unión por la Patria, llevó al recinto su malestar por los dichos del titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), cuestionando el trato del funcionario hacia un familiar con discapacidad. Pero el foco de su intervención fue más allá de lo personal: expresó su preocupación por el desfinanciamiento del organismo y la falta de pagos a la institución IPNA de Alejandro Petión. "Hay otros centros en Cañuelas que también trabajan con discapacidad y deben estar atravesando situaciones críticas", advirtió el edil, quien además impulsó un proyecto de resolución para exigir a Andis la garantía de los fondos del área.

Desde el bloque libertario, Augusto se mostró dispuesto a acompañar la iniciativa, pero planteó dudas sobre la veracidad de las declaraciones atribuidas al funcionario nacional. “Lamentablemente, se termina politizando un tema tan sensible, aunque entiendo que es costumbre del peronismo”, lanzó, en tono irónico. La respuesta no se hizo esperar: Cruz (UxP) defendió el rol político de su bloque. “Sí, vamos a seguir politizando la salud, y vamos a seguir llamando la atención cuando se deja afuera a los discapacitados”, sentenció.

Ya pasadas las 21 horas, el Concejo abordó recién el segundo tema de la extensa orden del día que contenía 15 proyectos sobre tablas. El oficialismo impulsaba resoluciones de tinte nacional, desde el PRO, la UCR y los libertarios pusieron el foco en cuestiones de orden local.

Uno de los debates encendidos se produjo en torno al ajuste presupuestario en el INTA, promovido también por UxP. Cruz presentó un proyecto de repudio al recorte, advirtiendo que peligran estudios fundamentales para el agro local. “En Cañuelas hay más de 600 unidades productivas distribuidas en 120 mil hectáreas. No se puede subestimar el impacto de esta medida”, alertó.

Augusto no tardó en replicar. “Esto es tirar mugre por tirar mugre, sin pensar en el hombre que trabaja desde la madrugada para levantar la patria. La reforma busca reducir la burocracia y hacer eficiente al Estado”, argumentó. Luego elevó el tono y acusó a sus colegas peronistas de “no tener cara”, lo que motivó un llamado de atención del presidente Mazzanti, quien pidió respeto en el uso de la palabra.

A su turno, Iturmendi evocó la época del presidente Illia y el trabajo desarrollado en el ámbito rural. No ahorró críticas al actual ministro Federico Sturzenegger, a quien responsabilizó directamente por los recortes. Pese a las diferencias, el proyecto fue aprobado por mayoría, aunque recibió cinco votos en contra.

Recién a las 21:48 comenzó el tratamiento del tercer proyecto, también impulsado por UxP, esta vez para rechazar el desfinanciamiento de los hospitales nacionales, en línea con el fuerte eje que el oficialismo local adoptó para esta sesión: visibilizar el impacto del ajuste nacional en los sectores más vulnerables.

Augusto aprovechó el debate sobre el desfinanciamiento de hospitales nacionales para cuestionar las gestiones locales y provinciales. Apuntó directamente al Hospital Cuenca Alta ‘Néstor Kirchner’, al que vinculó con deudas en el sistema Samic, y no ahorró críticas al IOMA y al estado del hospital Marzetti: “No tiene calidad, y la unidad sanitaria está desmantelada”, afirmó. Llamó a “bajar las banderas militantes” y priorizar la gestión. “No estamos en contra de las reivindicaciones salariales, pero sí de financiar ñoquis y ser obsecuentes con empleados empobrecidos. Parece que se ríen de nosotros con este proyecto”, disparó.

Desde la vereda opuesta, el radical Iturmendi recordó que el Garrahan fue creado por Raúl Alfonsín y lo definió como “un modelo hospitalario”. Planteó la necesidad de una mesa de diálogo entre Nación, Provincia y Ciudad para salvar la situación del sistema de salud. “No se puede ajustar en áreas tan sensibles. Nos atraviesa como sociedad”, dijo.

El proyecto de resolución fue aprobado con 12 votos positivos y 5 negativos.

La concejala Diana Barcia (UxP) expresó su alarma por lo que consideró una avanzada contra derechos laborales: “No creía llegar a ver esta nueva limitación, cortar el derecho de huelga. Es perder identidad”. Su intervención también fue respaldada por la mayoría del cuerpo.

Luego, el debate en torno al Plan Nacional de Inteligencia, también promovido por el oficialismo. Barcia tomó la palabra para advertir sobre los peligros de vigilancia estatal y evocó ejemplos históricos: “Recordemos lo que ocurrió en la Alemania nazi”.

El libertario Augusto desestimó el planteo y lo calificó de absurdo. “Es ridículo. Este gobierno no ataca la libertad de expresión. Hay plena acción para decir todo. Dejen de hablar de temas nacionales; esto es paupérrimo y no resuelve los problemas de los vecinos”, criticó. En un comentario que generó malestar, ironizó sobre el fotoperiodista Pablo Grillo, comparando su trabajo con una cobertura de guerra: “Se metió en un lugar para salir accidentado como si estuviera en la franja de Gaza”.

Atrasos y responsabilidades

El clima en el recinto se enrarecía con cada intervención. A las 23:05, el presidente del cuerpo, Mazzanti, advirtió que el estado del debate no había llegado ni a la tercera parte de los temas previstos en el orden del día. El proyecto vinculado al Plan de Inteligencia fue aprobado por 9 votos a favor y 7 en contra.

Otra parte de la jornada tuvo como eje la paralización de la variante de la Ruta 3, un proyecto clave para la infraestructura vial de la región. El nuevo debate fue presentado por la concejala Sandra Cardozo (Unión por la Patria). “Nos genera preocupación e incertidumbre la falta de continuidad. Esta obra debía estar finalizada en mayo de 2024”, advirtió la edil, en un claro señalamiento al parate de la obra pública bajo la administración nacional.

Sin embargo, Augusto, desestimó el impacto local de la interrupción: “Esta paralización no afecta la seguridad vial ni la economía regional. Lo que sí afecta la economía es que la intendenta suba los impuestos un 200%. Hace años que tenemos rutas devastadas por la corrupción y la falta de obras”. En su intervención, Augusto aseguró que la obra ingresará próximamente en un plan federal de infraestructura, y se mostró confiado en su reactivación. Aunque reconoció la importancia del corredor vial, no acompañó el proyecto de resolución presentado por el oficialismo. Iturmendi recordó que en la zona de la variante se levantó un barrio donde no se puede instalar. “Eso también es muy grave”, subrayó. El proyecto fue aprobado por mayoría de votos. 

Camino del 72, fundamental para la conectividad entre Cañuelas y Gobernador Udaondo, fue el eje de una nueva discusión en el recinto.

Cardozo (UxP) fue quien llevó el tema a la agenda. “Esta obra es para los cañuelenses. Se destinaron fondos, pero a pesar de la estrategia de obras planteada, los trabajos no continúan. Esto perjudica a los vecinos, afecta la conectividad y pone en riesgo la seguridad vial”, advirtió.

Desde la oposición, Iturmendi apuntó contra lo que calificó como una falta de autocrítica por parte del oficialismo:

“No tenemos doble vara. Se reclama por lo que falta a nivel nacional, pero lo provincial no se responde. La obra está a mitad de camino. Los vecinos siguen esperando y no está claro de quién es la responsabilidad, pero lo cierto es que no se ejecuta”.

Augusto, intentó calmar las aguas: “Todo se estará ejecutando. Hay que llevar tranquilidad a los vecinos. Las obras no pueden avanzar con los plazos que algunos pretenden, sobre todo por lo que pasó antes, en los gobiernos anteriores”, deslizó, en referencia a las administraciones kirchneristas. 

Viernes  por la madrugada

Ya entrada la medianoche, y una agenda que parecía no tener fin, el Concejo Deliberante continuó debatiendo temas de impacto social. En esta ocasión, el foco se posó sobre los recortes en las cápitas del PAMI y sus consecuencias en la atención médica de los adultos mayores.

Cid Menna fue quien trajo el tema a la mesa: “Hay un desfinanciamiento claro. Es una quita de derechos. La salud sufre, pero aun así se sigue haciendo todo lo posible con lo que se tiene. Pedimos cuidar los intereses de nuestro hospital y, por, sobre todo, de los jubilados”.

La preocupación del edil apuntó directamente al impacto que esta caída de ingresos tendría sobre la calidad de atención en instituciones como el Hospital Ángel Marzetti, ya sobrecargado por demandas y con recursos limitados.

Desde la oposición, Augusto respondió defendiendo la actual política de salud del Gobierno nacional: “Las cápitas están bien calculadas. El PAMI está funcionando correctamente. El problema en el Marzetti no es la obra social, sino la falta de profesionales”.

El reloj marcaba el inicio del viernes 6 cuando se dio continuidad a una de las sesiones más extensas del año. 

Después de horas de aplastantes debates sobre temas nacionales, el Concejo ingresó en la recta final de su cuarta sesión ordinaria, con proyectos de la oposición que pusieron el foco en problemáticas cotidianas de los vecinos.

Uno de los puntos centrales fue la reactivación de la obra del plan Procrear en Vicente Casares, donde están proyectadas 390 viviendas familiares. Cid Menna solicitó al Gobierno nacional que garantice la continuidad de las obras:

“Es una necesidad urgente para nuestra comunidad. Estas casas significan un proyecto de vida para muchas familias”.

El proyecto fue aprobado por el oficialismo, sin acompañamiento pleno del resto del cuerpo.

Ya sobre el final, fue el turno de los planteos de la oposición. Desde la UCR, la concejala Emma Corbalán pidió la recuperación de calles con un listado concreto de arterias deterioradas del casco urbano: “No son simples pocitos. Hay zonas donde el asfalto prácticamente no existe. Hay tramos dinamitados y si no hay reparos, el panorama será peor”.

Cruz respaldó el pedido y aseguró que “hay un plan en marcha” para dar respuesta a estos reclamos. La iniciativa fue aprobada por unanimidad, en uno de los pocos gestos de acuerdo de la jornada.

También desde el radicalismo, se pidió información sobre el estado del parque automotor municipal, especialmente vinculado a los servicios de recolección de ramas y residuos, en plena temporada de poda. Pelereteguy describió una situación “caótica”, con vecinos que no saben cuándo sacar sus restos verdes ni cuándo serán retirados. Cruz respondió que ya se avanzó en muchos barrios y que existe un cronograma previsto.

Como si fuera poco, la última parte de la sesión se vio afectada por problemas técnicos: la transmisión en YouTube continuaba con audio, pero con la imagen congelada.

En uno de los últimos tramos, un tema ambiental y patrimonial logró colarse entre los debates políticos y sociales que dominaron la jornada: la tala de aproximadamente 70 hectáreas en la Estancia San Martín, ubicada en Vicente Casares, donde se originó la industria lechera argentina.

El foco de la controversia gira en torno al bosque nativo conocido como “De la Virgen”, espacio considerado por los vecinos como patrimonio natural e histórico. La concejala Blasco (La Fuerza del Cambio – PRO) fue quien alzó la voz en representación de un grupo de ciudadanos preocupados por el avance de las topadoras: “Este proyecto de comunicación surgió por pedido de los vecinos. Se trata de un lugar con un enorme valor simbólico, histórico y ambiental. Está en juego un espacio que tiene categoría de monumento histórico”.

La tala, según denunciaron, estaría afectando un ecosistema de alto valor, y la preocupación crece por la posible pérdida irreversible del monte y sus especies nativas.

Cruz intentó llevar tranquilidad y defendió la actividad que se está realizando en el predio, hoy en manos privadas: “Hay un trabajo cuidadoso por parte de los nuevos propietarios. Se realizó un relevamiento paisajístico y de especies. En muchos casos se trata de árboles no nativos, incluso especies invasivas que no forman parte del ecosistema original”. Además, sugirió pasar el tema a comisión de Medio Ambiente y convocar a un experto como el arquitecto Carlos Moreno.