Rodolfo Baqué le dijo "basura" a la jueza Makintach, quien luego renunció a su cargo, y prometió ayudar para un comedor infantil

San Isidro amaneció con tensión. El martes no sería un día más en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona. A las puertas del Tribunal Oral en lo Criminal N°3, cámaras, cronistas nacionales e internacionales y curiosos se agolpaban a la espera de una audiencia que prometía ser intensa. Nadie imaginó, sin embargo, que la escena más impactante no vendría de los testimonios ni de las pruebas, sino del abogado cañuelense Rodolfo Baqué, representante de los enfermeros Carlos Almirón y Dahiana Madrid.

Baqué fue expulsado de la sala tras gritarle “¡Basura!” a la jueza Julieta Makintach, quien más tarde presentó su renuncia tras verse acorralada por las pruebas irrefutables sobre su participación en la filmación de un documental clandestino que podría derivar en la suspensión del proceso judicial.

Lo que siguió fue una seguidilla de declaraciones encendidas, denuncias de parcialidad, acusaciones de connivencia, y hasta promesas de caridad. En el medio del escándalo, Baqué prometió que todo lo que gane a raíz de este proceso —“si es que gano algo”, aclaró— será donado al comedor comunitario de nuestra ciudad “Federico y sus Amigos”. 

Uno de los momentos de máxima tensión ocurrió durante la mañana, en plena audiencia. Baqué, ya visiblemente enojado desde jornadas anteriores por su apartamiento del juicio, mencionó la aparición de imágenes del Tribunal y de él mismo en un tráiler del documental “Justicia Divina”, serie que involucra directamente a la jueza Makintach.

"Me sacaste del juicio para hacer un documental. Basura", le gritó antes de ser retirado por orden del tribunal. El episodio dejó boquiabiertos a los presentes y rápidamente se viralizó.

Ya fuera de la sala, Baqué no se detuvo. Ante los medios, lanzó una batería de acusaciones: “Este juicio es nulo. Lo vengo diciendo hace semanas. Hay un tráiler, un guión, imágenes de Maradona, del juicio y hasta de mi persona. La jueza aparece en el tráiler. Si no fuera jueza, tendría que ir presa”.

'Fito' sostuvo que la producción del documental accedió al tribunal con complicidad institucional: “Los camarógrafos entraron con la Policía, mientras todos ustedes —refiriéndose a los periodistas— esperaban afuera con frío. Entraron por la puerta lateral, con el permiso de la doctora Makintach”. Por otro lado, dijo que el Ministerio de Seguridad bonaerense no debería seguir brindando custodia a la magistrada. “Usó recursos del Estado; espero, ministro Alonso, que la jueza no tenga más custodia”. 

También acusó a la magistrada de haber mantenido reuniones fuera del ámbito judicial con la productora para organizar el contenido de la serie: “Está en el guión. Día uno, la acusación; día dos, mi recusación. Todo está armado. A mí me sacaron porque 'garpaba' que un abogado fuera apartado. ¡Es una locura!”.

La frase que más resonó en los medios fue una que dijo casi entre lágrimas: “Me vi a mi hija Matilda preguntándome: ‘Papá, ¿por qué te echaron?’ Y tuve que decirle que me sacaron por ir a trabajar. Por eso le grité basura. Fue poco. Me sacaron por formar parte de un guión”.

Baqué reiteró que no percibió ni un peso, pero denunció que el documental implicará beneficios económicos para otros: “No hay que ir a China para saber que hay chinos. No hace falta probar que cobró. Si lo hizo, alguien va a ganar plata con esto”.

Lo curioso es que la propia Makintach negó públicamente toda vinculación con la serie, aunque Baqué afirma tener pruebas de lo contrario. "En el tráiler, ella dice que le pareció raro cuando le propusieron hacer un documental de Maradona. Está grabado. Está editado. Hay producción, hay tráiler, hay guión. ¿Qué más quieren?”, disparó ante los micrófonos.

Los otros dos jueces del Tribunal, Verónica Di Tommaso y Maximiliano Savarino, también aparecen en el material audiovisual, según el abogado. No obstante, ellos negaron tener conocimiento previo. La contradicción entre los testimonios volvió a alimentar las sospechas y polarizó la opinión pública.

En el medio de su indignación, Baqué deslizó un gesto: “Todo lo que recaude Lía —dirigiéndose a una de las responsables de la producción audiovisual—, todo irá al comedor 'Federico y sus Amigos' de Cañuelas. Me grabaron sin permiso. Usaron mi voz, mi imagen, mi historia. Al menos que sirva para algo bueno”.

Mientras los jueces deliberaban puertas adentro sobre cómo seguir tras la explosión mediática, el abogado de Cañuelas tomaba un respiro tras lo que él definió como un “ataque de bronca e impotencia”. Dijo que volvería a entrar cuando se lo permitieran. Mientras tanto, con la presión arterial baja y una botella de agua en mano, se escudaba tras la frase que cerró su jornada: “Yo vine gratis, solo a trabajar. Y me sacaron para meterme en un guión”.

Transcurrida la tarde, la juez Makintach acepto su recusación del juicio, luego de que todas las partes pidieran esta medida, pero volvió a negar haber participado de un documental.  “Espero que el juicio pueda seguir, aunque sea sin mí. Yo no conocía este material y estoy tan sorprendida como todos ustedes”, dijo con total desparpajo.