Falleció Carmen Rumi, la emblemática y centenaria "Enfermera de Cañuelas"

Con su partida deja un legado en la comunidad, trascendiendo su rol de profesional de la salud con más de seis décadas de actividad. Estaba internada en el hospital Marzzeti por una fractura de cadera, que derivó en una descompensación general. Tenía 101 años.

Necrológicas07/02/2025 Leandro Barni
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Cuando cumplió los 100 años, Carmen María Rumi le dio una nota a El Ciudadano en el living de su casa, que se había convertido en un dormitorio.

Carmen María Rumi, figura icónica de Cañuelas y conocida cariñosamente como "La Enfermera de Cañuelas", falleció en la noche del 1° de febrero en el hospital ‘Ángel Marzetti’, a poco de cumplir 101 años. Su deceso se produjo tras una internación a raíz de una fractura de cadera que desencadenó en una descompensación general, poniendo fin a una vida dedicada al servicio y la salud de la comunidad.

Durante más de seis décadas, Rumi se convirtió en un pilar fundamental para generaciones de cañuelenses. Su consultorio, ubicado en su hogar de la calle Acuña, casi esquina Rivadavia, fue un refugio para aquellos que buscaban alivio y atención de excelencia. Allí, no solo aplicaba inyecciones, sino que también realizaba nebulizaciones, controlaba la presión arterial y, con delicadeza, colocaba aros a los recién nacidos.

Nacida el 3 de junio de 1923 en Lobos, aunque fue registrada en San Miguel del Monte, Rumi pasó su infancia en la estancia La América, donde sus padres eran trabajadores del lugar. Tras radicarse en Cañuelas, a los 30 años, inicialmente se dedicó a la costura. Pero a los 35 descubrió su verdadera vocación: la enfermería. Se formó profesionalmente en La Plata, mientras simultáneamente trabajaba como casera en la Municipalidad de Cañuelas, encargándose también del servicio de buffet para el personal.

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 En la ventana de su domicilio de la calle Acuña, junto con una de sus mascotas. Rumi fue un pilar fundamental para generaciones de cañuelenses. 

Su historia como enfermera comenzó con la aplicación de su primera inyección a Leonor Ponce de León, quien entonces tenía 14 años. Entre sus pacientes más recordados se encuentra Juan Carlos Nesprías, con quien también compartió su pasión por el automovilismo. También se destaca su atención a Ángel “El Nene” Fassi, padre de la actual intendenta de Cañuelas (Marisa), a quien alivió tras una inyección mal aplicada.

A lo largo de su extensa carrera, Carmen Rumi brindó atención personalizada a sus pacientes, llegando a administrar hasta 30 inyecciones diarias. Su compromiso y cercanía la convirtieron en un referente indispensable de la comunidad. Para llegar a sus pacientes, utilizó todo tipo de transporte, desde sulkys hasta motocicletas, automóviles o largas caminatas. La última inyección se la aplicó a Carlos Nesprías, a los 95 años, momento en que decidió retirarse de la profesión.

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