El incidente ocurrió en la Secundaria Nº 12 y es seguido de cerca por las autoridades educativas y de salud. La Justicia Penal Juvenil intervino y se abrió una causa por "amenazas". El plan del Gobierno para bajar la edad de imputabilidad de los menores a 13 años.
Educación 03/07/2024 Leandro Barni
Terror. Eso fue lo que sintió la mamá de un alumno de primer año de la Escuela Secundaria Nº 12 'Julio Cao' del barrio Los Aromos. Su hijo sufrió el intento de agresión con un cuchillo por parte de otro compañero. El agresor luego amenazó a docentes y preceptores que trataron de calmarlo. La justicia penal juvenil ya investiga el hecho ocurrido el viernes 28 de junio, que involucra a un estudiante de 13 años que protagonizó este acto de violencia escolar. Sucede en tiempos en los que se empezará a debatir la baja de la edad de imputabilidad en el Congreso.
Voceros de la cartera educativa local manifestaron que ya se realizaron varias reuniones para analizar la situación y los pasos a seguir. Esos encuentros fueron encabezados por una inspectora de nivel secundario e integrantes del equipo de orientación escolar. Las autoridades tomaron contacto con la madre que denunció el hecho y también con la progenitora del otro alumno.
Este lunes, ya anoticiados de lo ocurrido, varios padres se hicieron presentes en la escuela para tomar conocimiento en forma directa de las novedades del caso. Aunque por el momento todo se manejó con bastante hermetismo, se supo que hubo varios chicos que faltaron a clases por miedo.
Alfredo Simón Gómez, secretario de Niñez y Adolescencia de la Municipalidad de Cañuelas, le dijo El Ciudadano: “Se está interviniendo en el hecho analizando todo lo que lamentablemente ocurrió”. Y agregó: “Trabajamos junto con Educación, Justicia, Salud y el Servicio escolar local. Hay un equipo interdisciplinario con la familia en cuestión y con la del chico agredido, tras los hechos denunciados. Hubo un fuerte compromiso para acompañar al que causó el conflicto y hay una buena recepción para colaborar y llevarlo a una consulta en Salud Mental. De esta manera, van a tener que ajustarse al tratamiento que indiquen los profesionales designados por el Hospital Marzetti”.
El funcionario prefirió mantener en reserva algunos detalles del hecho, pero aclaró que el chico denunciado puede continuar en el mismo establecimiento si su familia lo desea. Del mismo modo, no quiso decir si el agresor tuvo antecedentes de violencia escolar.
En tanto, Fernanda Baldasarre, psicóloga del Marzetti, comentó que “se le brindará la atención necesaria y, es obvio, que si necesita un psicólogo o un psiquiatra infanto juvenil, lo tendrá a su disposición”.
El incidente ocurrió el viernes 28, en el turno mañana, y derivó en la preocupación de los docentes y en el llanto de varios chicos asustados por lo que vieron. Entre las 10.30 y las 11, las autoridades de la escuela secundaria, que funciona en el mismo edificio de la Primaria Nº24 (San Juan al 2400), llamaron a la Policía para denunciar que un alumno había amenazado con un cuchillo a un compañero, a docentes y a preceptores.
El agresor habría pateado la puerta de un salón donde había un profesor de inglés junto con otros estudiantes tomando mate y comiendo galletitas. Aseguran que estaba enojado porque no lo dejaron ingresar. Entonces, apareció con un cuchillo y le tiró dos puntazos en las costillas a otro escolar, que afortunadamente no sufrió lesiones porque llevaba bastante ropa. Solo sintió un pinchazo.
Pero el hecho no terminó ahí. El estudiante continuó amenazando otros chicos y docentes, que lograron frenar su accionar y lo llevaron a la dirección del establecimiento. Sin embargo, el alumno siguió con su actitud violenta e irascible y se marchó de la escuela.
A los pocos minutos, se lo vio en las inmediaciones exhibiendo una tijera. Finalmente, llegó la un móvil del Comando de Patrullas y también amenazó al personal policial que lo redujo y se lo entregó a la mamá.
“Volvió para amenazar a los compañeritos y a los docentes e incluso al personal uniformado. La policía le sacó la tijera, lo controló y luego se requirió la presencia de su madre. Nadie resultó lastimado”, detalló una fuente policial. La causa fue caratulada como “amenazas” y está a cargo de la Fiscalía del Joven, de La Plata.
Mientras se conocía este nuevo incidente escolar en nuestra ciudad, desde el Gobierno Nacional se envió al Congreso un proyecto de ley para bajar la edad de imputabilidad. El mismo fija en 13 años la edad mínima para ser sometido a un proceso penal y establece penas de hasta 20 años de prisión para los chicos y adolescentes, que serían encarcelados en “establecimientos especiales” dentro de los complejos penitenciarios.
Sobre el tema, Alfredo Simón Gómez respondió: “Es absolutamente lo contrario de lo que establece la Convención de los Derechos del Niño y toda la doctrina internacional”.
El educador y funcionario municipal advirtió que “es necesario rediscutir el actual sistema penal juvenil. Una cosa es debatirlo, pero otra implica bajar la edad de imputabilidad. Nosotros creemos que no debemos hacer eso porque la ley y el régimen penal juvenil ya prevén una privación de los jóvenes, al mismo tiempo que necesitan recibir un tratamiento tutelar”.
El funcionario, además, aseguró que “la cantidad de adolescentes que cometen delitos graves es muy baja”.
“Lo que habría que hacer desde el Estado es un andamiaje con un desarrollo pleno de los niños, que hoy no está garantizado, ya que se desfinanciaron las políticas y los programas nacionales en la materia”.
En cambio, el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, defendió el proyecto. “Un chico de 13 años hoy tiene conciencia, actúa con dolo, y tiene intención”. Y añadió: “La cantidad de delitos cometidos por chicos de 13 años nos sorprendería. Hubo un incremento del 20% de un año a otro, con lo cual no cabe duda que el adolescente de 13 años de 2024 no es el mismo de antes”.
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