‘Pipi’ Barreiro: “Trabajo y entreno para volver a Europa y vestir de nuevo la camiseta de la Selección”

Deportes 10 de enero de 2024 Por Julio Chiappetta
El pivot de 24 años, surgido en Cañuelas FC, con paso por Boca, Hispano Americano, Zentro Básket de Madrid, Gimnasia de Comodoro Rivada y actualmente en Oberá Misiones, tiene un futuro promisorio con la pelota naranja.
Pag 20 Barreiro
‘Pipi’ Barreiro asegura que su 2023 fue “increíble”. El oriundo de Cañuelas brilla en la Liga Nacional de Básquet. Ahora, en Oberá.

“El balance del 2023 es increíble. ¡Me pasaron muchas cosas! Salí campeón del Súper 4 con Gimnasia, que fue un logro hermoso poder conseguir ese título para la institución. Llegué a Oberá y jugué una Sudamericana. La verdad que no me puedo jugar: fue un año fue excelente es muchos aspectos”, dice a modo de introducción. Le dicen Pipi o El Imparable.Se llama Agustín Barreiro y juega –muy bien– al básquetbol. Se puede desempeñar como alero o ala-pivot. Nació en Cañuelas hace 24 años (el 2 de febrero de 1999) y a mediados de 2023 se transformó en la nueva incorporación de Oberá Tennis Club, de Misiones, para reforzar la zona pintada (mide 2.03m) en la temporada 23/24 de la Liga Nacional. Llegó tras su paso por Gimnasia Indalo de Comodoro Rivadavia –donde se consagró campeón del Súper 20– y con el equipo sureño, en la fase regular, jugó 38 partidos y promedió 9.1 puntos y 7.3 rebotes por juego.

“Me adapté sin problemas porque es un club modelo que hace todo para que uno se sienta bien y pueda hacer su trabajo lo mejor posible. El nivel de la Liga es muy bueno, los jugadores nacionales y los extranjeros todos los años demostramos porquela Liga Nacional es tan respetada”, analizó Barreiro.

Antes, el jugador nacido en Cañuelas vivió una experiencia internacional en el Zentro Basket Madrid, de España, en 20/21. Como juvenil, estuvo en Boca (2017/19), y pasó por otros equipos importantes de la Liga Nacional, como Hispano Americano (19/20). Y supo vestir la camiseta de la Selección Argentina.

“Mi amor por el básquet empezó a los cinco años, en el club de mi ciudad, Cañuelas Fútbol Club. Un tío me invitó a la escuelita y me gustó. Así que seguí y crecí ahí. Tuve de ídolos a dos jugadores de la primera de mi ciudad, Nacho Irigoyen y Nahuel del Valle”, comienza relatando Barreiro a El Ciudadano.

“El click de que me quería dedicar al básquet lo hice a los 14 o15 años, cuando el entrenador que me formó en Cañuelas, Lionel Sánchez, me dijo que si yo quería ser jugador de básquet iba a tener que dejar muchas cosas de lado. Me perdí cumpleaños de 15, viajes de egresados y esas cosas. Pero ese fue el momento en el que dije ¨”quiero intentar ser jugador”, agregó Pipi, como la mayoría lo conocen en tierra canuelense.

“Al principio no sabía si iba a poder lograrlo. Entrenaba mucho y dejaba muchas cosas de lado porque ese era mi sueño: ser jugador de básquet. Fue a los 18 alis, cuando me fui a préstamo a Hispano, que me di cuenta que podía vivir de lo que me gustaba y que era capaz de alcanzar mis objetivos. Esa fue una temporada que disfruté mucho”, confesó el pivot.

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En Boca completó la formación que había comenzado en Canuelas FC. “Le dije a mi entrenador que quería dar un paso más. Salir de mi ciudad, de mi zona de confort, y probar suerte en otro club. Hice pruebas en San Lorenzo, Ferro y Temperley. De esos equipos, quedé en Ferro y se lo conté a mi técnico. Él me comentó que lo habían llamado de Boca, que querían verme y que me pruebe ahí.Yo no quería ir porque tenía miedo a que me digan que no…”, reveló.

“Todavía me acuerdo de ese día, fue un 21 de enero que es el cumpleaños de mi hermano. Mi entrenador le dijo a mi vieja que me prepare la mochila porque me iba a pasar a buscar. Todo así,de prepo. Fui muy nervioso. Me acuerdo que estaba Ronaldo Córdoba, el DT, entrenando con cinco chicos. Cuando terminó la práctica no veía ni a Ronaldo ni a mi entrenador. Me quedé esperando en el playón porque me tenía que volver con él. Al rato salen de una oficina y me dicen que me presente el 8 de febrero para vivir en la pensión de Boca. Apenas conocí las instalaciones, me enamoré del club. Fue un sueño…”, recuerda con emoción.

En Oberá Misiones escribió dos récords en su corta y prolífica carrera: 1) Rompió su propio récord de puntos en un juego, el 1º de octubre, en la victoria sobre Peñarol 105-71, con 13 rebotes, 4 asistencias, 2 pelotas robadas, 1 bloqueo, 6/8 de 2 puntos, 2/4 de 3 puntos, 5/8 tiros libres y un porcentaje final de 66,7%. 2) Rompió su récord de rebotes 20 días después (el 21 de octubre) en la derrota 71-73 con San Lorenzo, donde capturó19. Ese día marcó 19 puntos, dio una aistencia, robó una pelota y metió un bloqueo. “Tengo muchos objetivos, pero el primero y a corto plazo es pelear cosas importantes con Oberá”.

Con la camiseta celeste y blanca, el refuerzo de Oberá en la Liga Nacional también dio pasos agigantados.

Formó parte del seleccionado universitario (estudió Gestión del deporte en la Universidad de Tres de Febrero), que en agosto del año pasado terminó cuarto en la Universiada de 2021. El equipo dirigido por Mauricio Santángelo  terminó invicto en el Grupo B después de vencer a Sudáfrica en el arranque (102 a 36), a Rumania (70 a 56) y a Mongolia (89 a 71). En cuartos, el conjunto albiceleste dejó en el camino a Lituania, 78 a 75. En este último partido, que terminó ajustado, Barreiro anotó 11 puntos y fue uno de los pilares.

Fue la segunda experiencia de Agustín en la Selección, ya que había sido convocado en una oportunidad en la U-21 por el ntrenador Néstor “Che” García en noviembre de 2021 para jugar en las ventanas de clasificación del FIBA Américas para la Copa del Mundo de Básquetbol de 2023.

¿Y ahora, qué sueños están en la cabeza de este cañuelense que tiene todo el futuro por delante? “Siempre que uno viene a casa es imposible no pasarla bien. Y, encima, las fiestas tienen un condimento especial. La verdad que retornar a casa en estas fechas es algo hermoso porque uno de llena del amor familiar y de los amigos. En cuando a lo deportivo, el básquet argentino está en un proceso de recambio, donde están apreciando nuevos talentos. Pero hay algo claro y es que el básquet argentino siempre dice presente. Yo cumplí muchos sueños, como representar a mi país con la Selección U21, jugar la Liga Nacional, enfrentarme a jugadores que veía por televisión y salir al exterior a jugar en una liga extranjera, como fue lo de España. Ahora, trabajo y entreno para el día de mañana poder volver a Europa. Es algo que me gustaría cumplir de nuevo. Pero más adelante…Y también volver a ponerme la celeste y blanca, por supuesto”, cierra con una sonrisa de felicidad.

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