Diego Martínez, el ex Cañuelas FC que es nuevo técnico de Boca

Boca ya tiene nuevo entrenador de cara a la pretemporada del 2 de enero. Diego Martínez fue confirmado por la dirigencia boquense, pero el DT que pasó por Cañuelas FC tardó más de la cuenta en destrabar su situación con Huracán, donde tenía contrato hasta junio del 2024. “Los llaman de Boca y se mean”, tiró el presidente del ‘Quemero’ David Garzón, quien arrancó en el fútbol en el ‘Tambero’ como futbolista en los 90’.

La novela arrancó en los primeros intentos de elecciones en Boca. Ya en ese tiempo, Martínez había advertido que, en caso de que Juan Román Riquelme gane las elecciones, iba a armar las valijas. La noticia no cayó del todo bien en Patricios y la térmica saltó en medio del anuncio por parte de los dirigentes boquenses con el arribo del ex Tigre y Godoy Cruz.

“Que vaya a donde quiera. Los llama Boca y se mean, se van desesperados y no respetan a un club que les ha dado todo. Nosotros tenemos que hacerlos valer”, disparó el cañuelense Garzón en la semana. El principal mandatario quemero agregó: “Si esto se concreta y anuncia al técnico por supuesto que me voy a molestar, esto no corresponde. ¿Qué pasa si hoy digo que llegué a un acuerdo con Cavani o Romero? Iremos contra quien tengamos que ir”, agregó. Y en la parte más tajante del discurso, dijo: “Martínez no vuelve a dirigir a

Huracán. Sacó más puntos que el resto, pero estoy podrido de reconocerlo y que no respete al club, no puede pasar lo que está pasando”.

Lo cierto es que el DT, mediante su representante, se pondrá al día con la dirigencia del club de Patricios. Además, el ‘Xeneize’ acelerará los el trámite y en caso de que sea necesario, tomará la posta para dejar el saldo en cero y que el entrenador, uno de los anhelos de Riquelme desde su incursión en la política, se ponga el buzo de una vez por todas.

David Garzón. El presidente del Globo estalló de bronca porque Martínez tenía contrato con Huracán (FOTO PRENSA HURACÁN).

Cabe recordar que Martínez dirigió Cañuelas FC entre 2016 y 2017. Estuvo a cargo de 57 partidos (incluyendo la Copa Argentina 2017) y tuvo un total de 23 victorias, 18 empates y 16 derrotas.  En el ‘Tambero’ terminó tercero y en el cruce ante Rosario Central por la Copa Argentina el equipo se mostró entero, de hecho, perdió por la mínima diferencia e inquietó al ‘Canalla’ en el partido más importante de la historia del ‘Rojo’ en Santa Fe en la cancha de Unión. De ahí se fue a Comunicaciones y continuó en Midland y Estudiantes de Buenos Aires. Con experiencia en el Ascenso, incursionó en Godoy Cruz y siguió su carrera en Tigre hasta recalar en el ‘Quemero’.

Las buenas referencias de parte de los directivos de Cañuelas FC hacia Garzón terminaron de convencer al presi, que lo eligió entre varios candidatos.

Daniel Roncoli, presidente durante la etapa de Martínez en el ‘Albirrojo’, entregó varios detalles: “Martínez y su cuerpo técnico eran muy claros en relación al armado del plantel. Tajantes si era necesario. Marcaban las pautas sin medias tintas sobre qué jugador servía para su tarea y quienes creían que no iban a hacerles ningún aporte. Tanto en el momento del armado del plante, como en la renovación, incluso en el desarrollo de un torneo. Vivimos todas esas instancias”. 

Y agregó que “establecían un clima de trabajo apoyado en la exigencia, de un bien común, sin hacer diferencias. Marcaban la distancia con los distintos futbolistas del equipo, intentando un trato afable pero sin exceso en la confianza, más bien todo lo contrario. En ese manejo de grupo estricto, tenían muy buena llegada con los más chicos del plantel, a quienes les exigían pero sabían estimularlos”.

¿Por qué se fue de Cañuelas? El propio Roncoli explicó: “Fue algo imposible de resolver de otro modo aunque para nuestra idea los necesitábamos al menos otros seis meses. Lo que sucedió fue que la Comisión Normalizadora de AFA en su intervención no liquidaba los derechos de televisión y no teníamos más cómo hacer con Carlos Bonavita, con quien asumimos créditos y préstamos personales para bancar el fútbol profesional, ya que no había ingresos porque tampoco pagó en todo el año un Barrio Privado que ingresó como sponsor. Lo charlamos con franqueza y nos liberamos para que para nosotros no fuese tan ostentoso cerrar esa etapa y no generarles a ellos una deuda”.

Durante esa etapa, el cuerpo técnico de Martínez forjó su identidad en referencia a la idea de juego, que se basó en la asociación y el juego corto con mucha dinámica. Ahí, el ‘Chueco’ empezó a privilegiar a los jugadores de buen pie y con vocación al sacrificio. Una de sus apuestas, Natanahel Guzmán, un volante-delantero que se convirtió en una de las figuras del equipo y tras su partida al fútbol uruguayo le dejó a Cañuelas una importante suma de dinero en la caja.

Con esos pergaminos, el entrenador empezó a deambular en el fútbol argentino y siempre tiene palabras de agradecimiento hacia Cañuelas. Su llegada al Globo se dio de la mano de otro cañuelense, David Garzón, quien fue una de las promesas del ‘Tambero’ en una época muy heavy en la última categoría del Ascenso. Quienes lo vieron jugar lo definieron como un “delantero fino”. Con una presencia activa en Huracán, alcanzó la presidencia y tras meses de gestión se definió por Martínez.

Cañuelas los unió, compartieron varios conceptos, sobre todo con el fútbol,  y el día a día en Parque Patricios no presentaba tintes oscuros. Pero se metió Boca en el medio, Diego Martínez volvió al viejo amor (ahí dirigió en Inferiores y participó en un proyecto en conjunto con el Barcelona) y la relación se cortó del todo.