Tras la crisis del equipo femenino, que terminó anteúltimo y zafó del descenso en la útima fecha, Mauro Monti se reunió con la Comisión Directiva y no hubo acuerdo en la renovación del contrato. Por eso, el técnico pegó el portazo.

Monti llegó el 25 de junio y cosechó seis derrotas y dos empates en su segundo ciclo en la institución. “Ya hicimos nuestra autocrítica, no estuvimos a la altura con el cuerpo técnico para revertir la situación y transcurrimos tres meses muy duros en los que tuvimos que inculcar conocimientos básicos del fútbol y tuvimos poco tiempo para establecer una idea de juego”, le manifestó el entrenador a El Ciudadano.

“Nos juntamos porque querían la continuidad del cuerpo técnico, luego comenzamos a hablar de los objetivos de la temporada entrante y en esa parte no pudimos alinearnos, por eso decidí dar un paso al costado. Hay gente en el club con mucho ego que quiere ver caer a al Fútbol Femenino. De esta forma, las únicas perjudicadas son las chicas”, disparó el ex entrenador de las ‘Tamberas’.

Y cerró: “Me voy tranquilo, intenté reparar los daños que provocaron las malas decisiones. Quiero agradecerle a parte de la dirigencia que estuvo al pie del cañón y a mis colaboradores”.