El pibe de Los Aromos, hoy cumple 25 años y el festejo en el barrio será a lo grande. Después de haber conseguido la tercera estrella para el Seleccionado de nuestro país, que ya se había coronado en Río de Janeiro 2002 y en Buenos Aires 2006, Los Murciélagos se clasificaron a los Juegos Paralímpicos de París 2024. Y a Junior Fernandes, el protagonista de esta historia que lo consagró en Birmingham, lo llamaron de un equipo brasileño por su gran nivel.

Fernandes estuvo ligado al club como periodista. Por la confianza con algunos jugadores del plantel profesional, participó de varios picados y fue uno de los motores para armar el equipo de Paradeportes bajo la gestión de Daniel Roncoli como presidente. Entonces, todos compartían las concentraciones y en más de una oportunidad, los muchachos de la Primera se vendaron los ojos en el fútbol informal. 

Cañuelas se convirtió en el primer club del Ascenso en competir en la disciplina en el torneo organizado por la Federación Argentina de Deportes para Ciegos (FADEC). Ahí, el ‘Rojo’ se sumó a Boca, River, Estudiantes de La Plata y Huracán, entre otras instituciones de Primera.

“Fue un caso inédito dentro de un deporte de equipo y fue que dada su pasión, y lo que me había comprometido con él de modo personal, creamos un equipo y lo afiliamos pura y exclusivamente para que el pudiera cumplir su sueño de jugar en Liga y tener chances de ser visto para la Selección. Cuando estuvo consolidado, lo dejamos volar. Me alegro mucho por él, por sus hermanos y de modo especial por su papá que lo crió, educó y bancó siempre haciendo el doble rol”, dijo Roncoli.

A las vuelta de Inglaterra, donde el seleccionado argentino venció 2 a 1 a China en los penales, Fernandes habló con El Ciudadano.

–Sos campeón del mundo, ¿caíste?
–La verdad que no, je. Estoy muy contento por todo lo que se dio, llegamos con toda la ilusión y esperamos hasta el final para sumar otra estrella.

–¿Qué se te cruzó por la cabeza durante la definición por penales?
–La verdad, lo sufrí mucho y el desahogo fue tremendo. Con esta nueva camada pasó algo muy parecido a lo que ocurrió con la Selección Mayor, algunos jugadores destacados no fueron bancados y necesitaban esta copa para redondear una etapa.

-¿Es especial que se hayan consagrado en Inglaterra?
-Sí, lo viví de manera especial porque amo a las Islas Malvinas y a Diego Maradona. Además, los ingleses hincharon por China y nos hicieron sentir visitantes todo el tiempo. Así que la definición tuvo todos sus condimentos. Volvimos a dar la vuelta, al igual que las chicas. El logro va a enaltecer al deporte en nuestro país y ojalá que sea el impulso para la actividad.

–¿Cómo fue el regreso a Cañuelas?
–Increíble, había mucha gente amiga, familiares... Cuando llegué a Ezeiza, me largué a llorar, me acordaba del club, de los comienzos y de todo el esfuerzo que hice. Jamás hubiera pensado que en cinco años podía ganar un mundial.

Junior Fernandes con la Copa Mundial. Fue un logro histórico.

–¿Te gustaría volver el club?
–Claro, por supuesto. Mi gran objetivo es formar un equipo del club para participar en una Liga Nacional. Tengo mucho para agradecer ahí: dirigentes, jugadores de Primera e hinchas. En mis comienzos me dieron una gran mano Esteban García y Mariano Campodónico, son unos genios y todavía hablo con ellos.

–¿Llegaste haciendo notas?
–Sí, fue muy loco todo. Arranqué como notero en la radio  “Al Máximo” de la Escuela Media 2 de Máximo Paz. El programa se llamaba “Decime qué se siente”. Iba al estadio Arín y entrevistaba a varios de los jugadores de ese momento. Al primero que hice fue a ‘La Garza’ García. Ahí forjé una gran amistad con toda la gente de la institución.

–¿Por ahora vas a seguir en Huracán?
–Sí, es la idea, pero antes me voy a jugar a San Pablo, Brasil. Me llamaron de un equipo, el INB, para formar parte del plantel. Es un cuadro nuevo que se salvó del descenso en la liga local y ahora se armó para pelear el campeonato. Así que por ahora sigo sin descansar, entrenando en el Centro Paraolímpico. Por suerte, en esta última etapa la Federación me dio hospedaje en un hotel en Capital para descansar mejor.

–Conseguiste lo más preciado, ¿hay algún objetivo más?
–Ahora continuaremos con la gran obligación de seguir ganando con la camiseta de la Selección Argentina, tenemos una linda responsabilidad. Aunque acá se trate de un deporte para ciegos, hay mucha presión, eh. 

–Siempre hablás de tu  papá, ¿qué significa en tu vida?
–Mi padre es todo, sin él, nada hubiese sido posible, me crió y me acompañó en este sueño desde el primer momento. Una de las personas que se me vino a la cabeza cuando tuve la copa fue mi viejo. Gracias a él, tengo un mensaje bien claro que me gusta transmitir: la discapacidad no es un límite.