Un vecino que iba al museo local a charlar con su director, Gustavo Recalt, fue el que despertó el interés de este historiador por una figura que participó de los orígenes de nuestro país y resultó estar enterrado en el cementerio de Cañuelas.

Durante las visitas a la esquina de San Martín y Brandsen, aquel hombre que se llamaba Héctor Darburo, y al que le decía el ‘Vasco’, dejó las memorias y el retrato del personaje de la historia, para luego promover, junto al museo, un homenaje en el campo santo del distrito.

Se trata del coronel Alejandro Danel, cuyos restos se encuentran acá, y que en vida tuvo que ver con la historia nacional al descarnar el cuerpo del general Juan Lavalle, quien se destacó en las guerras de la independencia. Lavalle murió en Jujuy, de manera misteriosa, después de luchar contra el gobierno de Juan Manuel de Rosas y de recorrer el país. Llegó al norte, no se unió al general José María Paz y perdió una batalla. 

Manuel Ceferino Oribe, enviado por Rosas, quería desmembrar el cuerpo del enemigo y exhibirlo en la actual Plaza de Mayo. Como se descomponía, descarnaron su cadáver. Esa tarea estuvo a cargo de Danel, un francés, veterano de las guerras napoleónicas e hijo de un cirujano. Este militar logró conservar los huesos y la cabeza. Había llegado al Río de la Plata en la campaña de reclutamiento que llevó a cabo Bernardino Rivadavia para incorporar a oficiales europeos experimentados al ejército.

Ernesto Sábato, en su libro Sobre Héroes y Tumbas, dice cómo fue descarnado el cuerpo de Lavalle.
Desde el mes pasado, hay una muestra en el museo con motivo del 158° aniversario de la muerte de Danel. Se exhiben objetos de la época, documentación, fotografías y artículos de uso cotidiano del siglo XIX.

“Los restos de Danel en Cañuelas están desde la década del ‘50 y su destino en una bóveda son hasta ahora inexplicables. El tema me lo hizo saber Darburo, al poco tiempo de hacerme cargo del museo. El era descendiente de Danel y me acercó un retrato de su pariente militar y las memorias. Hasta tuvo una hija, pero no se pudo acreditar si vivió en Cañuelas”, le dijo Recalt a El Ciudadano.