El retumbe de los tiros llamó la atención en la calle Juan XXIII. Sobre la vereda, ‘Gruñón’ quedó tendido a raíz de la ráfaga de disparos por parte de un vecino de la zona. Ahora, los propietarios del dogo exigen justicia.

“En el momento en el que estaba en el banco haciendo unos trámites, me llama un muchacho de al lado de casa para avisarme que los perros se me habían escapado del patio. Cuando llegué, me encontré con el peor escenario, no lo podía creer”, dijo Emiliano, el dueño del can.

Quebrado, continuó con el relato: “Actuaron de manera cobarde, bajaron de un auto y ultimaron al perro con una balacera. El asesino se llama Felipe Ibáñez, trabaja en un frigorífico y antes era empleado del RENAR. Cuando fui a buscarlo a la casa, el resto de la familia me dijo sorprendida que no entendía porqué reaccionó así”.

Algunas versiones indican que el perro habría atacado a Ibáñez: “Lo vi en la enfermería del Hospital Marzetti porque yo trabajo ahí, tenía un raspón en una mano. ¿Era necesario actuar de esa manera? ¿Por qué no me esperó a que llegara para arreglar el asunto de otra forma?”, agregó Emiliano, quien concluyó: “Estamos hablando de una persona que salió a los tiros en plena vacaciones de invierno, con los chicos paseando en la calle. Esta tipo sigue libre y mi familia está destrozada”.