Lanzan un centro educativo para profesionalizar oficios

Con el objetivo de profesionalizar el oficio de técnico de la industria, se lanzará la primera institución educativa en la localidad de Máximo Paz que enseñará, en forma estandarizada y con base específica. Se trata de dictar conocimientos de soldadura, fresado, tornería, electricidad y mantenimiento de máquinas, entre otros. La meta curricular es la formación con el área de la industria metal mecánica.

Todo fue promovido por un industrial, una familia y un colegio religioso que juntaron fondos para el primer Centro de Formación Profesional de Máximo Paz. De este modo, lograron levantar un edificio de 400 metros cuadrados, que incluyen sanitarios y salón de recepción. Y, además, gestionaron la donación de máquinas de la empresa Gilera.

La iniciativa es salvar un agujero negro entre la educación y el mundo laboral cada vez más amplio, pero que suele carecer de operarios calificados.

A pesar de todo este despliegue de recursos en las calles Rivadavia y Máximo Paz, no habrá una inauguración oficial del centro educativo. Aún no cuenta con la habilitación legal de la Dirección de Cultura y Educación bonaerense, de donde se espera que su titular estampe las firmas en el expediente.

Por el impacto del tema expuesto por Toyota, muchas empresas se encuentran que hay problemas para conseguir personal pero que, al final, de alguna manera cubren los cargos. Como se recordará, un ex presidente de la automotriz afirmó que se le hacía dificultoso a la firma incorporar empleados en su planta por carecer del colegio.

En Spegazzini hay un centro similar como el que funcionará en Cañuelas, con cursos gratuitos y carreras cortas con salida laboral. Se trata del CFP 402. El interés y la demanda por parte de esa comunidad con esas capacitaciones permitieron avizorar una edición similar en nuestro distrito.

“El tema del trabajo digno y productivo es muy importante para la erradicación de la pobreza en la Argentina.

No es casualidad, sino causalidad. Se explica desde la destrucción de los puestos y la no creación de nuevos puestos de trabajo profesionales. Los colegios industriales, las escuelas industriales, fábricas, los colegios de oficios, son los cimientos sobre los que edificaremos la patria que soñamos todos. Así lo pensaba Belgrano”, indicó Ebert Wentinck, oriundo de Alejandro Petión y dedicado a la industria, que fue uno de los impulsores del centro en la vecina Spegazzini. Junto al cura Mario Peretti y el fomentista Alberto Sciuto, entre otros, llevaron a cabo el edificio maximopaceño.

Sus promotores ven una misión de crecer plasmada en acciones concretas de servicio y desarrollo de la comunidad y abrir lugares de trabajo.