Con motivo del Día del Maestro la comunidad del Jardín de Infantes 902 tuvo la iniciativa de que cada familia junto a su hijo tenía que escribirle a su señorita, un mensaje, poesía o dibujar y ponerlo en un sobre, el cual debía llevarse a un guardapolvo, gigante, que se creó para esta fecha. De esta manera cada maestro recibía su mensaje.
“Con tu cálida sonrisa, con aroma a chocolatada, esperabas a los niños cada mañana. Siempre cordial, buena compañera, lista y dispuesta a cumplir con tu trabajo matizando días tristes y lluviosos con ricas tortas fritas, entre mates y sonrisas. Hoy queremos que sepas, que dejaste en nuestros corazones una huella. Y ha llegado el momento de disfrutar del descanso que ofrece la jubilación. Te deseamos lo mejor y siempre estará guardado un lugarcito para vos. Gracias por todo Marta querida”, se leyó en una de las misivas escritas por sus compañeras.

Leandro Barni – leandrob@elciudadano.com.ar