Nuevo informe crítico de calidad ambiental del agua de la Cuenca

Febrero y marzo fueron los meses para la primera campaña de monitoreo de calidad y caudal, en un total de 62 puntos de la Cuenca. El trabajo se hizo con personal del Instituto Nacional del Agua (INA). El relevamiento y su resultado final se presentan en este artículo. Además, el documento de los técnicos muestra los resultados del trabajo efectuado en aguas subterráneas junto a equipos del CONICET y el Instituto de Hidrología de Llanuras ‘Dr. Eduardo J. Usunoff’, con los que analizaron 36 pozos para monitorear la calidad química y niveles de los acuíferos freático/pampeano y puelche. 
Asimismo, se pueden conocer los monitoreos de otoño en humedales prioritarios de la Cuenca Matanza Riachuelo, donde realizaron análisis de muestras de agua y sedimentos, el cálculo del índice de calidad de hábitat en los arroyos que forman parte de los humedales muestreados. 
Algunos de los aspectos del informe se refieren a la “presencia de arsénico aportado por sedimentos pampeanos y también por nitrato, amonio y fosfatos”, y “grandes de demandas de agua para los distintos usos afectan al sistema de acuíferos manifestándose en una sobreexplotación”, entre otros aspectos. 

Agua superficial  
Este punto debe considerarse al analizar los valores muy importantes de conductividad eléctrica en algunos sitios, como aguas arriba de la Depuradora Sudoeste de AySA (EM 73) con 6.611 μS/cm, en el Arroyo Cañuelas Navarrete, en la EM 53 (5.539 μS/cm), en el Arroyo Santa Catalina (EM 14, con 5.383 μS/cm) y en el Arroyo Chacón (EM 4 y 66, con 4.473 y 3.637 μS/cm respectivamente).  
“Un último parámetro que merece consideración es la evolución de Fósforo Total registrado, ya que al analizar los valores de la campaña estival respecto a las anteriores cuatro, en prácticamente todos los cierres de subcuencas, son valores muy superiores al promedio”, destaca el relevamiento. Y señala: Rodríguez, 2,70 vs 0,44 mg/l promedio; Cañuelas, 1,10 vs 0,46 mg/l promedio; R. Matanza, 1,10 vs 0,38 mg/l promedio; Morales, 1,40 vs 0,47 mg/l promedio; Don Mario, 2,30 vs 0,48 mg/l promedio; Descarga PDLC Sudoeste AySA: 3,50 vs 1,54 mg/l promedio; y en Riachuelo, 2,00 vs 0,67 mg/l promedio. “Así, se observan los valores últimos más elevados que el resto de las series para todos los puntos”, indican desde la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR).  
La estación de monitoreo continuo y automático de calidad y nivel se ubica en el Arroyo Cañuelas, en la localidad de Máximo Paz.

Estación Cañuelas  
“El promedio del estadístico diario de CE del trimestre fue de 2,12 μS/cm, levemente inferior al trimestre anterior, pero continúa siendo mayor al histórico de la estación. En cuanto a la frecuencia de los valores medios diarios registrados, las mismas, a diferencia del resto de las estaciones, no se da en mayor frecuencia para los máximos registros, sin llegar a ser una distribución normal. Respecto de los descensos puntuales de esta variable también se observan en esta estación, en fechas donde se registra un acumulado de precipitación”, sostiene el documento.  
El informe además contiene que los valores de pH siguen siendo elevados respecto a los valores históricos para la estación de 7,78 unidades de pH, con un promedio de la media diaria para este trimestre de 8,11 unidades de pH. Respecto de las frecuencias de los registros cada 10 minutos, los valores muestran una distribución normal.  
El oxígeno disuelto (OD) en la estación Cañuelas, continúa registrando un marcado desvío estándar diario promedio, el cual fue de 2,21 para el presente trimestre. Asimismo, se sigue evidenciando una covarianza positiva, a pesar que químicamente debería evidenciarse una correlación negativa, de sus registros promedios horarios, con los estadísticos de temperatura. Para el mes de mayo, el coeficiente de correlación del 75% describe la fuerte asociación entre las variables aleatorias y su variación conjunta. Puede observarse como los valores de media horaria para los registros de OD durante mayo muestran un aumento de su concentración en el agua, así como su disminución en correspondencia con el descenso de la temperatura en horas de la tarde, cuando la radiación solar también disminuye.  
El pozo para estudiar en nuestro distrito se ubica en Ruta 6, a 7 kilómetros de la rotonda de Cañuelas hacia San Vicente y otro en Ruta 3, a la entrada de la Estancia M’isijos. 

Arsénico  
Otro aspecto del informe se refiere a si se promedian los valores obtenidos del monitoreo, los mismos arrojan valores del orden de 0,018 mg/l. En los sitios 19F y 30F de Las Heras se detectan 0,064 y 0,118 mg/l respectivamente, superando en ambos casos los 0,05 mg/l establecidos por normativa. En el caso del pozo 17F en Cañuelas se ha detectado una concentración de As de 0,048 mg/l, “si bien la misma no excede los valores establecidos por normativa, dicha concentración merece especial atención ya que supera ampliamente los valores promedios”, señala el estudio.  

Consecuencias 
“En la CHMR (Cuenca Hídrica Matanza Riachuelo), el agua subterránea es un recurso insustituible como fuente de abastecimiento para el consumo humano, sostenimiento de los sistemas naturales y un insumo imprescindible para los procesos productivos”, señala ya en sus conclusiones el trabajo.  
“Los resultados de los monitoreos han permito verificar y documentar la continuidad hidráulica entre el sistema subterráneo –acuíferos freático/Pampeano y el Puelche– y la relación directa con las precipitaciones, reconociéndose que la conectividad existente determina que la explotación y/o la contaminación de uno de ellos afecta en cierta medida sobre los niveles y la calidad de dicho sistema subterráneo”, continúa el documento.  
“En condiciones naturales el acuífero freático y el Puelche presentan aguas de buena aptitud para consumo en la mayoría de los pozos monitoreados en la campaña febrero/marzo 2021 aunque su calidad se deteriora por la presencia de arsénico aportado por sedimentos pampeanos y también por nitrato, amonio y fosfatos aportados por las distintas actividades antrópicas”, aclaran.  
“Las grandes demandas de agua para los distintos usos afectan al sistema de acuíferos manifestándose en una sobreexplotación, favoreciendo la transferencia de elementos y sustancias contaminantes hacia los niveles más profundos”, concluyen.

Leandro Barni – leandrob@elciudadano.com.ar